Capitulo 5

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La Antigua Magia

Habia decidido no salir mas de sus aposentos. La tristeza e impotencia que le causaba que la casa editorial ni una disculpa por lo "ocurrido" le hayan mandado, que su madre y su esposo tan solo le llamaran "otro mas de sus ataques" a eso que padecía, a eso que le anulaba totalmente la entrada a otros sentimientos que no fuera la tristes: como si ella quisiera estar asi siempre, como si anduviera mendigando pena, como si no estuviera ella buscando justamente lo contrario ; era como si no la entendieran.

En la oscuridad de su espacio no hacia nada mas que estar limpiándose las lagrimas sobre su solitario y enorme lecho porque ya ni en la silla quería estar.

En medio de su desasosiego, vio como la puerta era abierta y al instante observó todo iluminado al tiempo que la no tan grata voz de su madre se hacia escuchar mientras los ojos de la rubia trataban de reconciliarse con la claridad.

-Te han mandado esto-extendiéndole un sobre abierto.
-¿Qué es?-preguntó Susana con una voz que evidenciaba la molestia que sentía al ver como su madre irrumpía en su privacidad al entra de esa manera a su habitación y revisar su correspondencia.
-Es una especie de invitación hecha por los hoteles Leagan a pasar un fin de semana en florida con un solo acompañante-utilizando un tono de voz molesto.-¿Conoces a esa gente?

Pero Susana ya habia dejado de escucharla en el momento que su madre hizo mención de aquel apellido que en una explosión de segundos trajeron a la memoria de la rubia el bochornoso y grato rato que habia pasado con el heredero de los Leagan.

Pasaron horas hablando sobre todo y nada, de las cosas importantes como las que no lo eran para ambos.
Por momento se le podía sentir cierto aire de ególatra que lo hacia lucir hasta encantador y en otro un presumido. Era un hombre muy atento, hasta en cierto sentido, muy entrometido al preocuparse tanto de una persona con la que apenas habia comenzado a entablar una conversación.

Susana no sabia porque ahora, entre tantas y tantas capaz de tristeza, habia resurgido ese rayito de luz el cual ella acababa de nombrar Neal Leagan.

-¿Qué?-al fin reaccionando al tiempo que tomaba la carta que le fue ofrecida.-¡Por todos los cielos!-exclamó al confirmar lo que su madre le habia dicho, cubriendo con una mano su boca-Èl...digo, ellos...

-¿Èl?-la interrumpió la señora Marlow con media sonrisa que borrò al instante.

-...No sé porque quieren que vaya y con un solo acompañante-fingiendo que no habia escuchado lo que su madre le acababa de preguntar.

-¿De donde conoces a esa gente, Susi?- de verdad estaba curiosa por saber en que momento y en que circunstancia su hija se habia codeado con gente tan importante y como, ya que la rubia no le habia dicho nada sobe dicho encuentro.

No se tragaría ningúna historia de que se conocieron días antes del accidente porque una invitación como esa no se hacia tres años tardes y menos al saber las condiciones en las que se encontraba Susana, ya que su lamentable accidente fue muy sonado en todo el pais.

Susana no sabia muy bien porque dudaba en decirle la verdad a su madre o al menos maquillar un poco su verdad ya que sabia que la misma no se molestaría, mas bien, se alegraría de que volviera a "las andadas". O a lo mejor era eso mismo lo que le impedía decirle palabra alguna, ya que no estaba para que le estuvieran emparejando a personas en sus condiciones físicas y civiles.

-Solo es...-pero fue interrumpida por su madre quien al percibir su incomodidad cambio de tema.

-Bueno, no importa. Voy a preparar nuestros mejores atuendo para irnos este miso fin de semana, ya que ahí no dice fecha, supongo que es una invitación abierta.

-Pero dice para dos personas, yo...-a la rubia se le quebró algo mas que la voz al entender que su marido jamás la acompañaría a un viaje de esos, y si lo hiciese, no habia garantía de que èl fuera a disfrutar a su lado.-Tengo que averiguar el motivo de la invitación, madre, no podemos irnos asi por que si.

-No te preocupes, preciosa, tu madre se encargara de ello; tù solo descansa: será un viaje largo y emocionante.

0-o-0-o

No sabia que era exactamente lo que le causaba tal emoción: si el hecho de poder dormir por unos pocos días fuera de esas paredes, la emoción y complicidad de su madre o el simple  hecho de volver a compartir con el joven Leagan.

En todo esos días que estuviese ella encerrada, la imagen de ese chico nunca tocò a su memoria; pero, extrañamente, ahora que tenia una certeza de que lo volveria a ver, el rostro de 'èl emergía con esa media sonrisa que mostraba cuan egolatra era.

Su corazón comenzó a trotar inmediatamente al recordar las electrizantes sensaciones que exactamente ahora recorrían su cuerpo cada vez que el moreno tomaba sus manos o hacían algún contacto visual o uno de esos físicos roces.

Susana al quedar sola se quedó mirando a la nada, donde la imagen de Neal Leagan seguía vigente la cual le estaba sacando una sonrisa que hace tiempo no visitaban sus labios-

Continuarà...

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