La Antigua Magia

Capitulo 7

La Antigua Magia

  La primera noche en el gran hotel de los Leagan en florida, Susana no la había pasado muy bien que digamos al contrario que su madre. Desde que llegó, la ex actriz habia mostrado su mal humor cosa que su madre notó bien entrada la noche y ni siquiera se molestó en preguntarle ya que esa misma tarde se habia ido a relajarse al spa y le habían puesto una de esas cremas anti-arruga y se habia desestrasado y no estaba de humor para volver para atrás.

La señora Marlow bañó y cambió a Susana para luego acostarla sobre el gran lecho que habían puesto a su disposición para minutos mas tarde darle un beso sobre la frente de su hija y marcharse.
Susana no sabía exactamente porque creía que alguien tan importante como Neal Leagan la iba a estar esperando en el lobbies, o mas bien, pasaría a su habitación a darles la bienvenida a ella y a su madre.

-Imbécil-dijo en un siseo, dejando ver todo ese enojo que la embargaba-.Si no te ibas a reunir conmigo ¿Para que carajo no has invitado a pasar un fin de semana a uno de tus hoteles?-se preguntaba mientras parecía esperar las respuestas.


-Mañana mismos me regreso a Nueva York; no se porque me dejè deslumbrar por un fin de semana en este lugar si ni siquiera podré disfrutarlo-cruzándose de brazos y rodando los ojos-.Aunque me cueste...-un bostezo-No me importa que el viaje de regreso sea igual de largo e incomodo.

Acomodando su cabeza en la suave almohada, no dejaba de parlotear consigo misma.

-No le veo el sentido a este viaje, y menos aun, que me lo hallan regalado con un solo acompañante si ni le debo nada al prepotente ese.-Por la cabeza de Susana, ni por asomo, se le ocurría que algún hombre podría tener interés en ella solo porque creía que su condición física le restaba belleza.

Entre la brecha del sueño y la vigilia, la ex actriz no dejaba de pensar y de criticar lo desconsiderado que habia sido el señorito Leagan para con ella y su madre.
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Esa misma mañana habia llegado una nota, escrita de puño y letras de nada mas y nada menos que de Neal Leagan; Susana no conocía la letras del mismo, pero la firma al final de la nota asi se lo hacia saber.

-¿Enserio?-dijo una sorprendida y recién levantada rubia.


-¿Qué dice, Susi?-preguntó la intrigada madre quien esta vez no habia husmeado entre las cosas de su hija para no darle motivos de acortar su estadía en aquel paradisiaco lugar.


-Es que no...-estaba muy sorprendida por la invitación a cenar esa noche con èl y su madre.


Susana dejó salir una sonrisa algo incrédula al pensar que èl habia leído sus intenciones ya que también dejó mención de eso en la pequeña notita.


-Estúpido-fue lo último que dijo en referencia al moreno para después darse cuenta de algo-.Madre ¡No tenemos un buen vestido acorde a la ocasión!-chillò.


-¿De que hablas? Aun no me has dicho que dice la nota.-se quejó a lo que Susana no tuvo mas remedio que darle la nota para a continuación tapar su pálido rostro con las almohadas y dejar ahí su decepción.


-¡Por todos los cielos! ¡De verdad conoces a los dueños de este lugar!-dejò ver su incredulidad y emoción-.Bueno, no te preocupes, Susi; para algo tienes un marido: he aquí la chequera que puso a nuestra disposición por si acaso algo ocurría y para pagar el hotel.


Susana fue destapando su rostro al escuchar las palabras de su madre.
¿Enserio Terrence no la habia desamparado en el viaje? Ahí fue que sus esperanza para con el resurgieron de la nada.

Continuarà...

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