La alarma. La odiosa alarma que no me dejó dormir ni un minuto más sonaba por toda la habitación. La apagué de inmediato cubriéndome con mis mantas hasta la cabeza.
De nuevo otra alarma. La apagué tirando el despertador al suelo. ¿En serio ayer que no tenía por qué madrugar, puede madrugar sin ningún problema y hoy no? La vida ya comienza a odiarme de nuevo.
Desquiciada, salí de la gran cantidad de mantas que tenía encima como pude y abrí la ventana dejando pasar la luz.
Salí de mi habitación para ir al baño y lavar mi cara con esperanzas de estar más despierta. Después de aquello volví a mi habitación para ponerme el uniforme que Jaehyun me dio ayer. La pregunta era ¿como puede ser que el uniforme sea exactamente de mi talla si ni si quiera me lo probé? Agh este Jaehyun cada vez me da más miedo.
Tras realizar tal acción me dispuse a bajar las escaleras pero en medio del proceso tropecé y la mitad de las escaleras las bajé rodando. Perfecto, hoy oficialmente no era mi día.
— ¿Qué haces ahí abajo? ¿Tanto te gusta abrazar el suelo?— preguntó Jaehyun con una taza de café en su mano y con una sonrisa burlona.
— Buenos días, gracias por ayudarme a levantarme tras mi caída mortal, yo también te quiero.— Después de decir aquellas palabras y dirigirle una sonrisa cínica a mi hermano me fui a la cocina para coger los cereales de nuevo.
— Ahora si que me vas a querer porque mira lo que hay en la mesa.— Jaehyun se recostó en el marco de la puerta aún con su taza en la mano. Me giré y vi un gran plato de waffles y bacon en la mesa junto con un vaso y una gran jarra de zumo de naranja. Se seguía acordando del desayuno que tanto amaba.
— Vale ahora si que te amo, por cierto, gracias por poner un poco de alegría en un día en el que todo está contra mí.— dije dirigiéndole una sonrisa y sentándome para comenzar a comer aquel desayuno que mi hermano había preparado para mí.
— Te ha faltado decirme que soy el mejor hermano que existe aunque no hace falta que me lo digas, eso ya lo se.— encogió sus hombros y dejó su taza ahora vacía en el lavavajillas.— No olvides coger tu laptop y las libretas y bolígrafos que he dejado en la mesa de la entrada.— asentí y dejando un beso en mi frente se fue justo del mismo modo en el que hizo ayer.
Terminando con mi desayuno lo dejé todo en el mismo sitio en el que mi hermano dejó su taza vacía y volví a subir para cepillar mi pelo y coger la mochila con mi laptop y mi móvil dentro. Pasando por la entrada cogí las libretas y los bolígrafos que mi hermano había nombrado anteriormente y cogí también las llaves.
Me despedí de Peachy, no sin antes dejarla algo más de comida de la que tenía, y salí de la casa.
Venga, hoy empiezas también una vida nueva en esta escuela, nada puede ir mal a no ser que - Espera, espera, espera. No se ni dónde está la escuela. Al final lo único bueno de hoy va a ser el desayuno que me preparó mi hermano.
Saqué mi móvil introduciendo la dirección en este esperando a que me indicase donde estaba. Siempre me tiene que pasar todo a mí. Dios ¿Cuándo te apiadarás de mí?
— Vamos, no puede estar tan lejos...— me dije a mí misma intentando situarme en el mapa que mostraba mi teléfono.
— Te veo un poco perdida ¿necesitas ayuda? — me sobresalté al escuchar una voz a mi lado. Observé quien era aquel que estaba a mi lado, como no podía ser otro, el chico de ayer.
— Tú... ¡eres el de ayer! — aquel chico tenía una expresión de confusión en su rostro que luego relajó.
— Si, soy yo, pero tranquila, no soy ningún maltratador de animales ni pretendía serlo.— le miré de arriba a abajo para volver a fijar mi mirada en sus ojos de nuevo. — entonces ¿necesitas ayuda? Veo que vamos a la misma escuela.— apareció una sonrisa en su rostro. Ash demasiado amable para mí.
— La necesitaría pero no precisamente tuya, solo cogeré un autobús.— recoloqué mi mochila en mi hombro y pasé a su lado para esperar en la parada de autobús que estaba justo al lado. Vi que este me siguió.
— Entonces le cogeré contigo, se me ha hecho algo tarde. Por cierto soy Jaemin, Na Jaemin.— volvió a aparecer aquella sonrisa que ya comenzaba a ser irritante para mí y me extendió su mano. Intenté ignorarle pero al parecer era muy persistente.
— Entiendo. — solo quise dirigirle aquello como respuesta. Si algo había aprendido en mis años en el extranjero era no confiar ni hacer que nadie confíe en ti rápidamente. Ya me he arrepentido demasiadas veces de hacerlo. Jaemin bajó su mano sin dejar de mirarme.
— ¿No vas a decirme tu nombre? — permanecí callada mientras que comprobaba que hora era en mi móvil. Segundos después llegó el autobús en el que los dos entramos.
Cogí asiento junto a la ventana, observando a través de esta todo el paisaje urbano de la ciudad. Como no, Jaemin se sentó a mi lado.
— Veo que no vas a ser amable conmigo.— no mostré ninguna expresión en mi rostro. Seguía intacta en aquella posición.— Pero soy insistente con lo que quiero. Y lo único que quiero saber ahora es tu nombre.— solté un suspiro pesado. Este chico si que iba a ser una carga difícil de quitarse de encima.
— Y yo lo único que quiero es tener un día tranquilo y no puedo. Es una pena, no todo el mundo consigue lo que quiere.— dije dirigiéndole la mirada por un instante para volver a concentrarme en las calles de Seúl.
— Una chica difícil, se encuentran pocas de esas ahora.— solté una amarga risa ante aquel comentario que acababa de hacer.
— Solo querías saber mi nombre y ya me has clasificado. Quizás soy así porque me conviene.— crucé mis brazos tras decir aquello. Jaemin estaba acabando con mi poca paciencia. Cualquiera puede acabar con ella en muy poco tiempo.
— Me gusta tu voz, aunque solo la utilices para reprocharme cosas, me gusta escucharla.— en el cristal pude ver reflejado que se le dibujaba una sonrisa más grande aún en su rostro.
— Déjame decirte que eres insoportable Jaemin.— apoyé mi cabeza en el cristal del autobús.
— Me acostumbraré a que me lo llames, tranquila.— No quería seguir una conversación con aquel insufrible chico.
¿Es que no había nada que le callase o que le borrase esa tonta sonrisa?
— Ya hemos llegado.— al oír aquello separé mi cabeza de la ventana y me levanté junto a Jaemin.— Vamos te ayudaré a bajar.— dijo este una vez abajo tendiéndome su mano.
— ¿Crees que soy una princesa o algo de eso?— dije bajando por mi propia cuenta evitando el brazo de este.
— Para mí por lo menos lo pareces.— rodé los ojos ante su comentario y caminé pasando a su lado para adentrarme en la escuela, la cual parecía muy novedosa.
— Espera, ¿no me vas a decir tu nombre? — Jaemin corrió hasta llegar a mi lado de nuevo a lo que yo me frené.
— Si te lo dijese no tendría gracia ¿no crees? Es mejor que lo descubras tú o que hagas que te lo diga de algún modo.— agarré las tiras de mi mochila y comencé a caminar de nuevo.
— Ahg si que eres una chica difícil... — dejé a este atrás cruzando las puertas de la escuela y preparándome para el día de hoy.
De algún modo toda mi mala suerte tenía que haberse ido ya. Es imposible que pueda tener peor suerte hoy ¿cierto?
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• Canción recomendada para leer este capítulo: Cereal - Crush ft. Zico
¡Hola de nuevo!
Aquí traigo un nuevo capítulo, intenté no tardar mucho en actualizar y lo que intento también es escribir varios capítulos cuando tengo tiempo libre de modo que nunca me quede sin ninguno😊
¡Espero que os esté gustando la historia!❣️

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Fragile - Na Jaemin
FanfictionLos dos son más frágiles de lo que creen, un pasado les persigue, un destino les une. Nadie puede ocultar quien verdaderamente es cuando entra en el juego del amor. • Heterosexual🌻 • Historia totalmente mía (no se admiten copias y/o adaptaciones)...