Fragile - Na Jaemin

9. Friends?

No te dejes caer. No lo hagas otra vez. Eres Jung HaNeul, cualquiera diría que puedes con todo, pero ¿Por qué tú no piensas lo mismo?
Venga HaNeul deja las debilidades escondidas, te hacen ver mucho peor.

Voces constantemente repetían todo esto mientras me miraba en un espejo antes de emprender mi camino a la escuela.
Definitivamente la noche anterior no había sido una de mis mejores noches, todo volvió a salir a la luz, las heridas parecieron volver a abrirse y parece que mis debilidades están más a gusto sin esconderse.
Pasé una de mis manos por todo mi rostro intentando hacer como si nada hubiese pasado.
Definitivamente Yukhei me hacía sacar mi peor lado, así que por el momento en mi interior prefería echarle las culpas de volver a verme cayendo en un abismo de desesperación a él.

Saqué mi mente de todos aquellos estúpidos pensamientos cuando escuché que alguien llamaba a la puerta de entrada, ¿quién llamaba a la puerta teniendo un timbre al lado? La respuesta a esa pregunta no me sorprendió cuando abrí la puerta y me encontré con Jaemin cara a cara.

– Buenos días, ¿lista para el día que nos espera? – exclamó con un tono de niño pequeño mientras que sonreía ampliamente.

– La verdad es que no, además ese tono de voz me inquieta, es mejor que mantengas la boca cerrada. – salí de mi casa cerrando la puerta detrás de mí mientras que él me observaba atentamente.– A todo esto, ¿por qué vienes a buscarme a mi casa?

– Ahora que se exactamente donde vives ya no tenemos por qué encontrarnos por el camino, me gusta mucho más encontrarnos en tu puerta, así se que siempre te encontraré.

– Ya... deja tus comentarios de niño raro de lado, iba en serio cuando decía que era mejor que mantuvieses la boca cerrada.

– Se que dices todo esto por tu forma de ser y también se que en el fondo ya te empiezo a caer bien ¿verdad? – Los dos comenzamos a andar y durante unos segundos opté por no darle ninguna respuesta.

– Sigue trabajando así de duro y a lo mejor algún día lo consigues. – una mueca de asco se formó en su cara mientras que yo contuve una pequeña risa formando una leve sonrisa.

Todo el camino fue así, Jaemin era el típico chico de buen físico y que puede llegar a ser amable hasta con su peor enemigo, de todo podía sacar un lado bueno de modo que para mí era mucho más divertido lanzarle comentarios cortantes, lo sé suena cruel pero él sabía perfectamente que nada de eso iba en serio, bueno la mayoría no iba en serio.

Cuando llegamos a la escuela nos extrañó que no hubiese nadie por los alrededores esperando a entrar o charlando por los pasillos. Comprobé la hora en mi reloj, exacto, habíamos llegado veinte minutos tarde.

– Acelera el paso, ya vamos veinte minutos tarde. – comencé a subir las escaleras rápidamente mientras que Jaemin me adelantó notablemente.

– Creo que la que debería acelerar el paso eres tú.– comentó mientras me observaba subir desde el piso de arriba.
Al subir el último escalón le dirigí una sonrisa y seguimos caminando hasta nuestro aula.

– Bien, justamente a tiempo los que faltaban, tomad asiento, estaba explicando un nuevo trabajo que tendréis que realizar en parejas sobre la exploración de la psicología en el cuerpo humano. – ojalá pudiese tener la misma paz que tiene nuestro profesor de psicología.

– ¿Y con que pareja se supone que vamos?

– ¿Vosotros dos? Es más que obvio, ya están hechas todas las parejas así que iréis juntos.

– Espere ¿Qué?

– Señorita Jung, ¿Puede tomar asiento junto con su compañero? Toda la clase está esperando para seguir la explicación.
Soltando un suspiro me dejé caer en el asiento que se sitiaba al lado del de Jaemin.