Capítulo 6: "El misterio de un puzle"

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El tangram fue diferente a todo lo que había pasado jamás. Fue una conmoción que dejó a muchas personas boquiabiertas. Fue un puzle que no era como los demás, era muy diferente, y con esto me refiero a que todo se basaba en armarlo. Pero, armarlo de una manera clave, de una manera en que cada persona tenga su propia pieza del tangram; en este caso, su propio enigma.

Es decir, existen siete piezas, por lo cual, siete enigmas; cada enigma es una persona. Y cuando el enigma ya está consolidado, se convierte en un Tans. Fácil de entender, ¿verdad?

Decidí parar de buscar y centrarme más en otras cosas, pero, por lástima, era inevitable no parar de buscar. Nunca antes había visto ese juego, y por eso me sorprendía. Las clases y el colegio comenzaron a ser un plano aparte en lo que era mi investigación. Como siempre, mi respaldo a todo estaba en una persona: Lina. Por esa razón, me sentía tan feliz, pero, por otro lado, necesitaba hablar con otras personas. Necesitaba tener nuevos amigos, pero había algo más preocupante aún. Muchos compañeros míos estaban desaparecidos sin razón alguna; todo de un día para otro lado. Entre esos desaparecidos, estaba Riuk, y eso, me sonaba aún más extraño.

La búsqueda de los estudiantes seguía en marcha. El colegio estaba en shock. Los alumnos estaban cada vez más temerosos. Policías e investigadores habían atravesado cielo y tierra para encontrarlos, pero nada.

Hicieron un perímetro de cada casa de todo el pueblo, lo que menos esperaban era que los alumnos todavía no aparecían.

Pero, luego de dos días, ahí estaban ellos, en la sala Meinghboard del Colegio de Quiteland, armando el tangram con sus respectivas siete piezas. Lo primero que vi y que me sorprendió era que Riuk estuviera en el centro de todo, con un manual en forma de pergamino.

- ¿Qué es esto? – le pregunté - ¿Qué es todo esto?

- Se llama Tangram, y es un puzle tan poderoso como interesante – me respondió Riuk con su mirada intrépida.

Ahí fue cuando me di cuenta de que la teoría que tenía no coincidía con lo que veía. Fue cuando me di cuenta de que no había siete personas, solo había seis. Tenía que empezar devuelta. Tenía que volver a unir los hilos. ¿Seis personas jugando Tangram? Iba a lograr averiguar quién era la única pieza que faltaba, y hasta no saberlo, no iba a descansar; porque en Quiteland había muchas cosas sin resolver, y una de ellas, era el Tangram.

Tangram: "El Juego de las Siete Piezas"Where stories live. Discover now