Tangram: "El Juego de las Siete Piezas"

Capítulo 19: "Philippe"

Luego del concierto, el escenario se encuentra totalmente destruido, y entre esa destrucción se encuentra Philippe. Borracho como siempre, está cuidando coches mientras ve como la vida pasa; sin pena ni gloria.

Yo no soy nadie para opinar sobre las demás vidas, a veces veo que ni puedo con la mía, así que tómenlo como mi humilde opinión.

Él está ahí, es un hecho, la gente lo ve y los prejuicios caen sobre él. El está ahí, y mientras ve a todos los muchachos correr, él lo intenta, intenta correr, intenta volver a ser niño y vivir todo lo que nunca vivió; intenta levantarse y correr, pero su alcoholismo no lo deja. Mira el mundo difuminado, mira todo lo que no puede hacer, todos los privilegios que no tiene, y eso es lo que menos le importa, pero en parte, mira todo lo que perdió.

Nunca le había caído bien los niños, los odiaba (nadie sabía porque). Su niñez había sido difícil, su padre era alcohólico, su madre fumaba y nunca le prestaba atención a él, y fue ahí que estuvo en malos tratos, en malos barrios, en muchas cosas donde no tendría que haber estado.

Cuando me vio, comenzó a gritarme y a decirme cosas bajo el efecto de los dos litros de cerveza que se había tomado esa mañana. Yo ni lo escuché y emprendí camino a la casa de Lina, quería saber como estaba. Era domingo, y cuando me fijé en mi reloj eran las 11 y media de la mañana, ella y su familia estarían durmiendo (ya que se acuestan muy tarde en a la noche), así que no quise molestarlos. Le mandé mensajes para poder hablar con ella y luego de un rato le escribí: "te necesito".