Mi novio salido de Wattpad (Quédate Para Siempre)

《Capítulo 3》

Trato de no ponerme nerviosa, eso, TRATO, pero no puedo, siento que voy a explotar de los nervios.

¿Mikael irá a Lemon High?

Esto es una muy mala idea, quizás se acostumbra a este mundo y no quiere regresar. Me quedaría sin mis novelas, sí, quizás esté siendo egoísta pero es mi esfuerzo el que se fue, un año de escribir se fue, todo lo que me hacía feliz se fue.

— ¡Mikela!

¡Mi madre! La había olvidado por completo, salgo de la ducha con una toalla envuelta en mi cuerpo, no es que tenga un cuerpo para morirse pero no está mal.

Mikael me mira como siempre: raro.

— Creo que tú madre te ha llamado. — dice mientras veo como juega con un cubo.

— ¡Estoy despierta mamá! — grito para que me escuche.

Rebusco en mi closet algo de ropa y me decido por unos shorts blancos y una camiseta negra de "The neighbourhood".

— Tienes que ir al baño.

—¿Por qué razón iría yo a ese baño?

Eso me pasa por crearlo con todas las comodidades, las comodidades que yo quería.

— Porque me tengo que vestir y no quiero que tus ojos estén en mi todo el tiempo. — cruzo mis brazos y sin darme cuenta aprieto mis pechos.

Mikael baja su mirada y de inmediato cambio de posición.

— No pienso mirarte. — se encoge de hombros.

— Al baño.— señalo el cuarto de baño, él rueda los ojos y se levanta para ir al baño. — ¡No se te ocurra mirar!

— Como si estuvieras tan buena. —dice y eso fue un punto menos para mí.

Me coloco el short, la camiseta para luego ponerme las zapatillas y peinarme el cabello mojado.

— Ya puedes salir.

Lo veo salir y sus ojos recorren todo mi cuerpo, hace que me intimide lo que llevo puesto. ¿Me veo mal?

— ¡Mikela! — grita de nuevo mi madre.

— ¿En está casa siempre gritan?— pregunta Mikael cuándo yo lleno mi celular y mis libros en la mochila.

— Si, es una costumbre que tenemos.— finjo una sonrisa al colgar mi mochila en los hombros.

— Vamos de una vez a tu Instituto. — comenta en tono cansado avanzando hasta mi puerta.

— No, no, no. — camino hasta colocarme frente a él y negarle el paso. —Tú vas a salir por la ventana.— lo escucho reír. — No es una broma. — y así es como su sonrisa se transforma en una mirada seria.

— ¿Es una broma verdad? Yo no pienso bajar por la ventana.

— No es una broma, mi madre no puede verte.

Me pongo a pensar en la "charla" que me daría si ve a Mikael en mi habitación y que yo este con el cabello mojado.

— No perdamos tiempo y sal por la ventana, hay un árbol  y te puedes agarrar de esa rama para no caer.

Tomo su brazo y lo jalo hasta quedar frente a la ventana, retiro las cortinas a un lado y abro la dichosa ventana sin hacer ruido.

— ¿Quieres que muera? — pregunta y se me escapa una risa.

— Todavía no. — respondo encogiendome de hombros. —  Practicas boxeo y fuiste a gimnasia,  pero no eres capaz de saltar por una ventana.

Él se inclina un poco para ver la altura.