《Capítulo 4》

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Camino hasta mi casillero y siento ganas de golpear a alguien en este preciso momento. 

¿Qué se cree Ian? 

¿Qué puede ignorarme por un año?

¡UN AÑO!

Para que después venga a hablarme como si nada, debe de estar drogado o Vanessa lo drogó cuando de seguro le estaba metiendo su pez.

— ¡Mikela! — escucho a Mikael llamarme desde atrás.

Ahora estoy como burbuja molesta y no creo que poder tratar bien a Mikael. Bueno, no lo he tratado muy bien desde que llegó pero esta vez creo que si lo voy a mandar a la misma mierda con pasaje y todo.

— ¡Mikela! ¿Qué estás sorda? — me detengo y me volteo para verlo.

— ¿Qué quieres? — pregunto con molestia.

No quiero hablar con nadie ahora, cuando estoy molesta es mejor quedarme sola ya que puedo lastimar a los demás con mi gran boca o con mis puños si es que no se van cuando yo se los pido.

— Estas arruinando todo con tu humor. Tenemos que hacerte notar ¿recuerdas? Y si sigues alejándote de mi en cada momento no lograré volver. — sus palabras suenan frías y duras, me incorporo frente a el.

Oh no lo dijiste, acabas de cavar tu propia tumba.

— ¿Hacerme notar? ¿Qué mierda dices? ¿Crees qué no quiero que te vayas? — hago una pausa y agito mis manos frente a él. — ¡Eso es lo que más quiero en este momento, estas aquí y arruinaste mis logros que me tardaron un año en cumplir! ¡Un jodido año!

Sí señores y señoras, estoy gritando. No es novedad ya que siempre grito pero nunca lo he hecho en el Instituto... bueno, eso es mentira. ¿Quién no grita en su Instituto?

— ¡Trato de arreglar tu patética vida! ¿Qué no lo entiendes? — toma aire mirando a los lados. — He estado aquí solo una hora y ya tengo más amigos que tu, nadie sabe tu nombre y si lo saben es por tu amiga...

— ¡No digas eso, no tienes el derecho de restregármelo en la cara, tu eres él menos indicado para eso!

— ¿Menos indicado?— suelta un bufido. — Trato de ayudar a que ya no seas una perdedora. Solo mírate y luego mírame a mi, hay mucha diferencia entre nosotros.

Asiento con la cabeza cruzándome de brazos.

— Sí, tienes razón hay mucha diferencia. — hago una pausa acercándome un poco a él. — Porque yo a ti te creé, tú no eres real, no eres un humano, solo un personaje que yo creé cuando estaba aburrida.

Las palabras salieron tan rápido y me arrepiento al instante por decirlo.

— Mikael, lo...

— Tranquila, tienes razón eso de querer estar sola por temer herir los sentimientos de los demás. Aunque yo sea solo un personaje, sí me heriste, Mikela.

Eso último suena tan triste, su tono de voz es débil lo cual me sorprende. Se da vuelta y se va cruzando el pasillo.

Quiero gritar y correr para que me perdone, quiero disculparme pero no lo hago. No estoy corriendo, ni gritando y mucho menos pidiendo disculpas.

Todos empiezan a salir de sus clases y eso me avisa de que ya acabaron las dos primeras horas de clase, me toca gimnasio.

Este día no puede ser mejor.

Y como si el karma fuera real, veo al grupo de Mia y sus seguidores viniendo, viniendo hacia mi. Ian esta con ellos y no me sorprende nada, la basura está con la basura.

Mi novio salido de Wattpad (Quédate Para Siempre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora