《Capítulo 22》

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Los padres siempre suelen ser el ejemplo para los hijos, los vemos y de grandes queremos ser como ellos, amables y de corazón puro.

Al crecer notamos algunas personas que no todo lo que planeamos se hace realidad, por ejemplo yo.

Quería una vida con mis dos padres y mi mejor amiga vivos, pero ahora solo tengo a mi madre y me quedo con el dolor que me dejó en el alma.

No por la cachetada, por la intención que ella tuvo al dármela, duele mucho que tú madre piense así de ti o que crea que esa es la única manera de corregirme.

Araño mis brazos tratando de hacerme daño, me quita las pulseras y se dejan ver mis cicatrices, cada una de ellas se muestran y el dolor invade mi alma.

Necesito más.

Trato de hacerme más daño con mis uñas pero no puedo.

Una cuchilla por favor.

Pensé que había superado esta ansiedad pero ahora me doy cuenta que sigue aquí, nunca se ha ido, solo estaba dormido esperando el momento para despertar, esperando el momento para atacar con furia y sin compasión.

- ¡Mikela!- la voz de Mikael se escucha y siento como trata de coger mis manos para que no me lastime.

Sus ojos van a mis muñecas y la vergüenza invade mi rostro, la tristeza pasa por sus ojos y me suelto de él.

Abrazo mis rodillas y escondo mi cara en mis brazos para que no me vean así, tan rota.

- Ya, tranquila.- Mikael me abraza y siento su calor.

Estás haciendo el ridículo.

Esa voz tiene razón, pero duele tanto, todo esto duele.

Me levanto del suelo y voy a mi mesa de noche para sacar el frasco de pastillas que me dieron en el hospital por cualquier emergencia.

Cojo una pastilla como me indicaron y me la trago, me siento en mi cama y veo a Trent sentado a mi costado.

Tocan la puerta de mi habitación y supongo que es mi madre, Mikael abre la puerta y me ve ahí sentada, sus ojos van a mis brazos y nota que no llevo puesta mis pulseras, se cubre la boca y viene corriendo a abrazarme.

Mi madre sabe que yo me lastimaba, pero siempre llevaba pulseras ya que no quería que nadie las note, ni mi madre y eso había funcionado.

- Lo siento tanto, no sé que diablos me pasó ahí abajo.- dice mi madre con la voz mezclada con sollozos. Me coge del rostro y me limpia las lágrimas con sus dedos, ella también está llorando.- ¿Me perdonas?

- Si, lo siento por todo lo que dije abajo, yo estaba... dolida.- digo y mi madre besa mi frente.

- ¿Tomaste la pastilla?- me pregunta y yo asiento con la cabeza.- ¿Cuántas tomaste?

- Una.- digo y ella asiente con la cabeza.

- Bueno, dejemos todo el drama ya que parece telenovela todo esto.- dice mi madre y yo sonrío.

A ella nunca le a gustado mostrarse así frente a los demás, eso heredé de ella.

- ¿Qué tal si les preparo la cena?- pregunta mi madre.- Tus amigos deben estar asustados por todo esto.- dice en susurro.- Los dos son muy guapos.- dice en mi oído y mis mejillas arden.

- Mamá.- digo y ella se ríe.

- Los llamaré para comer, y chicos son bienvenidos a está casa.

- Muchas gracias Señora Ross.- dice Mikael.

-  Estoy muy agradecido.- dice Trent en forma muy amable.

Mi novio salido de Wattpad (Quédate Para Siempre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora