Capitulo 18

12.4K 388 14
                                    

-Tú dirás… -Justin la observaba desde unos metros. _____ se sintió temblar.
Le temblaba el labio inferior y tenía cuidado de tenerlo sujeto para que él no se diese cuenta. Estaba nerviosa. Se sentía triste. No quería perderlo.
Sintió como si una música triste acompañara a sus sentimientos y quiso desahogarse llorando, tirándose en su cama, como cuando Javier la dejó. Dejar que las amargas lágrimas descendieran por sus mejillas hasta que se agotaran, hasta que el dolor desapareciese.
Pero en ese entonces se levantó, y decidió no llorar por un hombre que no la merecía. Jamás volvería a llorar por un hombre, se prometió. Pero ese “jamás” dejó de existir cuando supo que podría perder a Justin.
-¿Podemos ir a mi cuarto? –preguntó ella muy bajito.
-Preferiría que hablásemos aquí… -contestó Justin.
Vio como ella palideció ante la sequedad de sus palabras. Pero no iba a retractarse, la amaba con todo su ser, era en vano negarlo, aquella mujer había hecho que se enamorase de ella, como jamás lo había hecho de ninguna otra. Pero también le había dicho que no quería nada con él, y él, no era tan tonto como para quedarse solo en un cuarto pequeño donde había una cama, junto a la persona, que amaba y deseaba con todo su ser.
-Verás Justin… -las palabras fueron un suave murmullo, apagado y triste, y Justin quiso ir a abrazarla, a decirle que todo estaba bien, que serían amigos, que nada había cambiado…
…pero todo había cambiado, no eran amigos, y nada estaba bien. No podía acercarse a ella para abrazarla porque entonces tendía que besarla y hacerle el amor, ya que un simple beso no bastaría para apagar ese ardor que lo consumía.
-¿Qué pasa, _____? Podemos hablar otro día si lo prefieres, realmente tengo un poco de prisa.
-¡No! –Exclamó ella- No –repitió moderando su voz- por favor, dame solo quince minutos.
-Está bien.
-Justin… -dijo su nombre en un suspiro- sé que he sido un poco… reservada.
¿Reservada? ¿Qué decirle? Había sido reservada, si, era cierto. También había mantenido sus sentimientos a raya. Y también había sido la mujer más ardiente, cariñosa y tierna que había arropado entre sus brazos. Y no entendía ese distanciamiento repentino.
-_____ –la animó a hablar, cuando vio que ella no seguía.
-Hace… uhm… -_____ tomó aire, y se dejó caer en el sofá. Lo estaba desesperando ¿Qué quería decirle? Se veía tan triste…- hace ocho años me dejaron plantada en el altar cuando iba a casarme con mi novio del instituto –soltó de pronto.
-¿Qué? –la pregunta fue instantánea.
_____ lo miró a los ojos, los de ella estaba brillantes, las lágrimas no derramadas brillaban en sus preciosos ojos.
-Será mejor que te lo cuente, todo. Más o menos es así, ¿vale? –Él asintió- mis padres se divorciaron cuando yo tenía diez años. Según recuerdo, siempre se pelaban, jamás se habían dicho una palabra bonita, todo siempre fue griterío y peleas. Y mientras yo veía a mis padres, prácticamente, tirarse de los pelos, decidí que el amor era peligroso.
-Pe…
-Espera, no me interrumpas, por favor, solo quiero que me entiendas. Sé que cualquiera puede desmoronar mi historia, hay hijos de personas que ahora son personas casadas, felices, y tienen una bonita historia. Yo una vez pensé que podría tener mi historia… pero aún no llegamos a ese punto. Mi hermano, es cinco años mayor que yo. Cuando yo tenía dieciséis años, y él veintiuno, se casó. Con una chica con la que estuvo cuatro años como novios. Se les veía felices, por lo menos lo fueron como novios, pero al año de matrimonio se divorciaron…
-Uhm… -Justin hizo ese sonido analizando cada palabra que _____ decía con pena.
-El día que se separaron, mi hermano se vino a vivir de nuevo a casa, ese mismo día se emborrachó, y como mi padre trabajaba por las noches, me tocó a mí estar un poco pendiente de él… ¿sabes que me dijo mientras lo intentaba acompañar a la cama? –Justin negó con la cabeza- “Nuestra familia, _____, no está hecha para ser feliz, jamás seremos felices si nos casamos, es mejor estar solos, el amor; no existe” Me pasé la noche entera llorando, yo tenía novio, y tenía sueños, pero mi hermano me los rompió con esa estúpida frase. Quizás fuera mentira eso que dijo… eso lo pensé después, cuando pude pensar. Pero ya había acabado con el chico que tenía de novio entonces.
-¿Me dejas decir algo? –pregunto él.
-No. Déjame terminar, por favor –él asintió- Justin… yo sé que puede que todo te suene a una mala excusa. A mí me lo sonó durante un tiempo. Cuando conocí a Javier, estuve ausente durante mucho tiempo. Mi madre no había sido capaz de encontrar a alguien con quien ser feliz. Mi padre tampoco. Mi hermano se volvió a casar… y se volvió a divorciar. Parecía que lo que había dicho, era real. Pero Javier me destruyó las barreras… ¿sabes? Me decía unas cosas tan bonitas que me sentía en el cielo estando con él, me tiró todos los muros. Me convenció de que me amaba, y yo me enamoré de él. Y entonces pensé “puedo ser feliz” “él me hará feliz”.
» Un día… -continuó ella- después de casi dos años de noviazgo, me preguntó si quería casarme con él. ¿Sabes? Sentí muchísimo miedo, pero; le dije que sí. Lo amaba, él me amaba. Todo iba a ir bien. Pusimos una fecha, yo tenía dieciocho años, y vivía en un cuento. Solo me bastó ir a la iglesia para que ese estúpido cuento cayera roto a mis pies. Justo antes de que desfilara por el pasillo, él llamó a mi puerta, a la puerta de la sala en la que yo estaba arreglándome para él. Entró nervioso y entonces yo supe que algo iba mal… intenté mirar a otro lado diciendo que si cerraba los ojos y los volvía a abrir, tan sólo tendría que recorrer el pasillo para acabar teniendo mi final de cuento. Pero no hubo pasillo. Nada que recorrer. Porque él no quería casarse conmigo. “_____… siento mucho haberme dado cuenta tan tarde… pero, pero creo que esto es una locura… somos demasiado jóvenes” me dijo. ¿Jóvenes? Le quería preguntar por qué no pensó en eso cuando me preguntó “¿Quieres casarte conmigo” 

-¿No lo hiciste? –preguntó él mirándola a los ojos.
-No –dijo ella- tan solo asentí y dejé que se fuera. ¿Para qué me iba a molestar? Ya nada me importaba. No volví a mi casa porque mi padre no me hablaba, me dijo que iba a hacer una tontería, ni siquiera vino conmigo a la iglesia, y al final, llevaba razón.
»Antes te dije que, si mi padre no había encontrado a alguien con quien ser feliz, ni mi madre, ni mi hermano, el que se ha casado cuatro veces, yo creía que tampoco podía serlo… yo pensé eso durante un tiempo. Lo descarté cuando conocía Javier, pero es que él fue el que me dio todo lo que me faltaba para creer en las palabras de mi hermano. Mi familia, no estaba destinada a ser feliz. Justin… yo no estoy destinada a ser feliz. Por eso no puedo estar contigo… eres demasiado bueno, eres simplemente demasiado para hacerte infeliz. Y conmigo solo logarás eso; ser infeliz.
-¿Pero qué dices, _____? –preguntó él impactado por sus palabras.
-Solo quería contártelo todo para que supieras por qué te dije que no quería nada serio… quería que me entendieras.
-_____… te entiendo.
-Bien –dijo ella- siento si te he aburrido… pero necesitaba contártelo.
-¡No me has aburrido! –Dijo él- yo te he escuchado. Y ahora quiero que me escuches tú a mí –_____ asintió- Te amo –dijo él, y a ella se le derramó una lágrima. Justin se acercó a ella y la abrazó- Te amo –repitió- Te amo, te amo, te amo.
-Justin –gimió ella echándose a llorar.
-Te amo, _____. Tu padre no habrá podido ser feliz, tu madre tampoco, ni tu hermano. Pero yo sé que tú si puedes ser feliz, porque yo te amo, y porque tú me amas, porque juntos vamos a ser felices.
-Eso no lo sabes.
-Sí que lo sé. Quizás tu familia no es capaz de encontrar a alguien a quien amar y que los amen. No lo sé, tú tampoco. Y sinceramente; no me importa. Sólo me importas tú. Tú amor.
-¿Mi amor?
-Tú amor –dijo él nuevamente- ¿por qué me amas, verdad?
-Con toda mi alma –susurró ella- pero…
-No hay peros que valgan. No te voy a pedir que te cases conmigo -_____ sonrió- porque no quiero que salgas huyendo. Pero que no te lo pida ahora no quiere decir que no te lo pida algún día. Y si no quieres casarte en ese momento, seguiré esperando a que llegue el día que me quieras decir que sí.
-¿Por qué eres tan bueno? –preguntó en un susurro la castaña.
-Porque te amo.
-Y yo a ti –murmuró ella.
-Dímelo, _____.
-Te amo, Justin, te amo…
-Bien –susurró él, y la besó con cariño, atrapando los dulces labios de la joven entre los suyos, deleitándose de su sabor- ahora quiero proponerte algo…
-¿Qué? ¿No dijiste que no me ibas a pedir matrimonio?
-Por ahora… pero no es eso.
-¿Entonces?
-¿Te quieres venir a vivir conmigo? –Preguntó él con el corazón en un puño- tendrías tu propio baño y no te interrumpiría.
_____ rió con lágrimas en los ojos.
-¿Y si te cansas de mí?
-Nunca.
-¿Te despertarás a mi lado?
-Como si estuviéramos casados… -_____ tembló y él la abrazó antes de besarla.
-Sí, Justin… si quiero –dijo ella en un susurró junto a sus labios.
-Algún día –prometió él- haré que me digas esas mismas palabras, para poder hacerte la señora Bieber…
-Ya soy tuya –murmuró _____.
-Lo sé, pero te quiero para siempre.
-Lo soy para siempre…

Una Ducha Divertida HOT(Justin & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora