—Él no te merecía y lo sabes.— trataba de animarlo para que mínimo comiera, limpiando sus lágrimas. Era la tercera vez en lo que iba de la semana.
—El que no lo merecía era yo...
—Viejo, ¿dónde quedó lo varonil? El anterior tú estaría decepcionado de ti, anda, animate, cocine la carne como te gusta
—Eres un idiota.— y decidió comer, no lo aceptaría pero su amigo le daba ánimos para seguir, no por eso significaría que le gustará, para nada, su afecto era como el de hermanos. —Esto es fabuloso.
—Sí, lo sé, acábatelo todo.
—¿Sabes que eres idiota o que es fabuloso?— le miró divertido.
El cenizo sonrió y le acarició el cabello —Las dos cosas, ahora come.
—A sus órdenes señor.— imitó el gesto militar y devoró su comida.
Salieron de su hogar y fueron a un bar a beber lo que en casa no podía tener o estaba seguro se volvería un alcohólico de primera.
—Sero, lo de siempre— fue lo primero que dijo al llegar. Siempre iban ahí, ya conocían a los meseros y a la dueña del lugar que para fortuna/desgracia se encontraba y notó sus presencias.
—Kirishima, Bakugou, qué linda sorpresa. ¿Cómo han estado?— la azabache les regalo una sonrisa cálida.
—Mejor que tú, seguro— le lanzó una sonrisa divertida.
—Desearía que eso fuera verdad— habló Eijiro.
—Eijiro, ¿cuántas veces debo decirte que él no te merecía, que simplemente hay momentos como en una montaña rusa, altos y bajos.— hablaba mientras hacía movimientos con la mano, —Tú decides si eso hará que disfrutes o no el viaje.
Yaoyorozu siempre había sido buena con ellos, se conocieron en la preparatoria y sabía sobre la relación que tuvo su amigo; en un principio creyó que se casarían incluso le ayudó a comprar el anillo, pero le rompió el corazon el enterarse de la noticia; lo apoyo siempre y abrió un bar junto a su pareja para terminar de pagar la escuela de ésta, siempre que ellos iban ahí charlaban un rato hasta que llegaba la hora de que Kirishima se fuera a su trabajo. Con le tiempo conocieron a los trabajadores de ahí entre ellos a la pareja de Momo, les caía muy bien, era inteligente y amable, se veían felices.
—Aquí tienen— Sero e Iida les trajeron sus bebidas.
—¿No comerán nada?— pregunto Momo.
—Ya comimos, gracias.
Pasó un tiempo y dieron las ocho, Eijiro salió del lugar despidiéndose de sus amigos, agradecía con todas sus fuerzas haberlos conocido.
Caminaba hacia su auto cuando sintió un mareo, su respiración se cortaba y perdía el equilibrio; apegandose a la pared respiró hondo tratando de calmarse, cerró sus ojos.—¿Se encuentra bien?, ¿Necesita ayuda?— una voz dulce le habló, cuando dirigió su mirada a quien le hablaba quedó sorprendido: unos enormes ojos verdes esmeralda le miraban preocupado extendiendo la mano hacia él para ayudarlo a sostenerse.
Hablo un tiempo después —Gracias, estoy mejor.— suspiró y se recompuso sonriéndole —¿Cómo podría agradecerle?
—No es nada... soy Midoriya, Midoriya Izuku.
—Midoriya Izuku... lindo nombre.— y estrecharon la mano —Kirishima Eijiro.
—Kirishima, un placer... por lo que puedo notar no se encuentra muy bien, ¿va a algún lugar?, ¿Quiere que lo lleve? Estoy sonando molesto y descortés, ¿verdad? lo siento, discúlpeme, sé que no se debe confiar en un desconocido... yo ehh bueno....
Kirishima rio un poco. El chico comenzó a murmurar para sí mismo, le parecía tierno hasta que decidió interrumpir —Mi auto está cerca, ¿podría ayudarme a llegar?
El peliverde sonrió para luego asentir —Por supuesto.— tomo el brazo del chico y lo llevó a su hombro agarrandolo de la cintura. Llegaron a su auto y le ayudó a subirse.
Kirishima, una vez sentado, preguntó —¿Quiere que lo lleve? Como forma de agradecerle.
Diría que no pero llevaba prisa, se le hacía tarde, —De acuerdo.— fue enorme su sorpresa al saber que sus trabajos eran vecinos.
Charlaron un rato y se enteró de alguna cosas que no había visto: el chico tenía pecas en las mejilla, se sonrojaba facilmente y cuando lo hacía resaltaban más, el arbusto que llevaba de cabellos se movía con el más mínimo viento, si pudiera calcularle una edad diría que tiene unos... ¿dieciocho? Pero seguramente tenía más, puesto que le dijo que llevaba tiempo trabajando donde estaba.
—Le agradezco el traerme— dijo cuando bajó del auto.
—Gracias a usted por ayudarme. Nos vemos, si hay oportunidad—, estaba a punto de irse.
—Espere.... ¡Kirishima-kun!
El mencionado paró el auto y bajó el vidrio para escuchar lo que quería decirle —¿Si?
Midoriya le dio un papel y antes de que pudiera pregúntale qué era corrió, entrando a su trabajo. Cuál sería su sorpresa al abrir el papel y encontrarse con un número telefónico junto al nombre del chico... Midoriya Izuku, el chico que logró lo que sus amigos no pudieron... hacer que por lo menos unos minutos olvidará a la persona que más ha amado en su vida hasta el momento.
—Supongo que puedo darme una oportunidad, ¿no?— miró el papel un poco más, lo guardo en su polera y llevó su auto al estacionamiento. —Espero Inasa no vaya a matarme—, ladeo su cabeza un poco mientras observaba su reloj, su hora de entrada era a las 08:30 am teniendo siete minutos de retraso... debía que apurarse o sería reprendido por primera vez en esos 3 años que llebaba en el lugar.
Trabajaba como diseñador gráfico de aquella empresa “Bones”, había sido su sueño trabajar ahí desde que tenía cinco años cuando vio su anime favorito Boku No Hero Academia y prometió ayudar en series tan sorprendentes como esa.
Por lo que sabía del lugar, Midoriya trabajaba en una empresa de videojuegos, ¿o era de manga? Algo así, luego le preguntaría.Su jefe lo vio entrar, iba a regañarlo cuando vio algo en él que extrañaba... su sonrisa. Aquel chico que hacia ya 2 semañas parecía tener depresión llegaba sonriendo de lado a lado, pudo detectarlo instantáneamente: algo le ha distraído tenía que pregúntale qué o quién.
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Persona Equivocada 》Kirideku《
FanficTristeza, frustración, ira y desesperación eran algunos de los sentimientos que el pelinegro tenía en ese momento, sintiéndose vulnerable mientras su amigo lo apoyaba en aquella situación. Esos sentimientos perduran hasta encontrarse con aquellos oj...