Cada paso que daba le entraban unas ganas horribles de regresar a su auto e irse en un avión al otro lado del mundo, pero no podía, eso no era varonil.
Para ganar tiempo en saber qué decirles tomó las escaleras, pero se vió obligado a ir al ascensor pues se estaba cansando demasiado, doce pisos eran algo grande. Sólo había subido cinco pisos, eso le preocupó, pero no era momento de pensar en ello "mi condición física ya no es buena" con eso en mente entró al ascensor.
Se recargo en el espejo a un lado de la puerta.
—Buenos días, Kirishima— la voz divertida directo en su cuello le hizo saber que no estaba sólo.
—Hola, Mei— saludó, dando un salto en su lugar con temor de que la chica decidiera hablar con él sobre otro de sus 'babys'.
—Kirishima, adivina qué— demonios, —Encontré esto cuando te levantaste corriendo ayer de mis piernas.
—Si lo dices así suena mal— Hatsume le lanzó un pequeño frasco, —Esto es...
—Debes tener más cuidado con ellas— habló, por primera vez en cinco años que llevaba de conocerla, de forma seria. —Independientemente de lo bien que ganes aquí, estas son difíciles de conseguir y lo sabes.
Kirishima miro el frasco, la escuchó preguntar, —¿Cuántas veces van que la pierdes?
—Esta era la segunda— admitió, —Denki simpre procuraba dejarlas donde fuera fácil localizarlas, pero...
—Pero el ya no está aquí— las palabras de Hatsume dolían, pero eran ciertas.
—Sí, él se fue— bajó la mirada.
—De todas formas— volvió a su tono de voz habitual, —Si necesitas más no dudes en decirme, podré conseguirlas. Crear babys no es lo único que sé hacer— declaró orgullosa.
—Gracias, Mei, sé que puedo contar contigo— le ofreció una sonrisa sincera para después verla marchar del ascensor en el piso nueve.
Ya llegando donde sus amigos estaban, se preparó para lo peor.
Momo, al verlo entrar, corrió a abrazarlo con el rimel por las mejillas, la cara roja y los ojos hinchados de tanto llorar.
—¡Me has preocupado demasiado!— exclamó en medio de su intento por calmar el llanto —¡Fingir que todo está bien no es bueno!
—Perdón, perdón, sé que te asuste, lo siento— intentó disculparse.
Katsuki se unió al abrazo, acercando a ambos a su cuerpo. Eijiro se sorprendió.
—Un lo siento no basta, idiota, tienes que hacer algo con tus impulsos de enamorado.
Algo con sus impulsos....
—¿Así que tenemos chico nuevo?— preguntó la castaña
—Soy Kaminari Denki, es un placer poder acompañarlas este año escolar— se presentó al grupo de chicas con una amplia sonrisa.
—Sé que ya estamos a mediados del año pero traten de llevarse bien— Momo inmediatamente miró a la castaña quien sólo chasqueó la lengua— puedes sentarte donde quieras mientras el profesor llega.
El rubio asintió con la cabeza y se dirigió a un lugar vacío en el centro del salón. No estaba cerca del pizarrón pero tampoco hasta atrás, no estaba al lado de la puerta ni de la ventana así que no tendría frío. Perfecto.
ESTÁS LEYENDO
Persona Equivocada 》Kirideku《
Fiksi PenggemarTristeza, frustración, ira y desesperación eran algunos de los sentimientos que el pelinegro tenía en ese momento, sintiéndose vulnerable mientras su amigo lo apoyaba en aquella situación. Esos sentimientos perduran hasta encontrarse con aquellos oj...