Persona Equivocada 》Kirideku《

Capítulo 29: Persona Equivocada.

Eijiro termina su llamada con Yaoyorozu, la azabache le había dejado un duplicado de las llaves del bar, y ahora las ocuparía para tener un espacio completamente a solas con Denki, aunque tal vez no era la mejor de las ideas.

Deja, como hacía ya tiempo, a Izuku en su trabajo, estrenando el hermoso Bugatti Divo y dejando con la boca abierta a más de uno. Mientras va camino a la compañía recuerda una plática con su novio, donde le explicaba de dónde venía todo el dinero que manejaba con tanta facilidad, y la realidad era tan divertida como irreal para cualquier ser humano: los terrenos de su abuela. Al vivir con ella durante tanto tiempo y acompañarla en su último aliento como nadie más lo hizo, su querida abuela le había dejado en el testamento todo lo que en algún momento fue suyo, aunque sus tíos e incluso sus propios padres guardaran rencor hacía él. Muchas cosas las vendió, como terrenos y sus joyas, otras las conservó, como sus plantas de jardín y vajilla. Además de que era dueño de un porcentaje de Bones, así que el dinero nunca fue escaso para él.

Cuando sale de trabajar, manda un mensaje a Izuku: "¿Puedes regresar a casa solo? Tengo un par de cosas qué hacer."

El mensaje es visto y contestado enseguida con total aprobación, así que conduce hasta el bar solo para encontrarse al rubio esperando en la entrada, sentado en la banqueta. Respira un par de veces antes de salir del vehículo y acercarse para abrir el local.

­– Hola Eijiro, ¿qué tal tu noche? Lindo auto. – el rubio intenta besar la mejilla de contrario, pero es rechazado y alejado.

– Escucha, Kaminari, si te he pedido que nos reunamos aquí es porque deseo que esto quede lo más privado posible. Así que agradecería el que respetemos el espacio personal del otro y únicamente hablemos.

– De acuerdo. Supongo que querrás saber qué pasó ese día, y estas en todo tu derecho de saberlo. – Eijiro no habla, esperado a que siga. – Mi madre me habló, me dijo que estaba enferma y no le quedaba mucho tiempo, así que quería que yo estuviera ahí. Todo fue tan de golpe que solo pude tomar una hoja y escribirte que me iba con ella, Lo único que me llevé fue ciento dos dólares, mi celular y los documentos para tomar un avión. No intento excusarme con ello, pero no sabía qué más hacer, mi hermana desapareció un día después de que llegué y no le iba a pedir ayuda al cerdo de mi padre, no tuve más opción que quedarme con ella hasta que falleció hace poco, ¡pero traté de llamarte! Solo que ya habías cambiado de número y Mina nunca me contestó. Puedo saber ¿qué ocurrió, por qué nunca contestaste?

– Mi teléfono estaba lleno fotos y cosas tuyas, así que lo rompí, hace ocho meses que compré uno nuevo. Y... esa no era manera de hacer las cosas, pudiste llamarme antes de irte o de abordar el avión ¡hubiera ido contigo y lo sabes! ¡Siempre te gustó hacer las cosas solo y ocultármelo! ¿No creías que podría ayudarte? ¿¡Cómo crees que me sentí cuando llegué a casa y no encontré más que una carta de despedida!? Nunca supe nada de ti hasta hace poco y por un momento llegué a pensar que estabas muerto, pero me abandonaste.

– ¡No fue así, yo dejé una carta con mi número de vuelo y pedía que me acompañaras, pero nunca llegaste! ¡Le pedí específicamente a Mina que te lo entregara!

– Mina no me entregó nada, encontré la carta sobre la cama y sin sobre.

Ambos callan, ¿sería posible que...

– De cualquier forma, las cosas ya pasaron, no podemos cambiar nada ahora y nada volverá a ser como antes. Han pasado diez meses desde que te fuiste, diez meses donde ha pasado de todo: conocí gente, me teñí el cabello, fui a las quimioterapias y me operé, Momo se casó con Jiro y Shinsou, choqué el Bugatti y compré uno nuevo, en una semana se casa Shoto con Inasa... ya nada es igual.