Capítulo 5. "Eres como una hija para mi."

407 9 0
                                    

Eran las dos de la mañana, estaba muerta de cansancio, estaba por dormir cuando una silueta se posó en el marco de mi puerta.

-Adelante Tam.-Dije sin ganas.

-No soy Tamara, por cierto, ¿En dónde está?.-Preguntó con voz ronca.

-Terminó su turno y se fue a cenar con otro cabeza hueca.-Me senté en la cama.

-¿Y Sophia?

-En su alcoba.

-Te tengo una notica.-Dijo mientras encendía la luz.

-Mierda…-Susurré. –Apágala, apágala.

-¿Tan cansada?.-Apagó la luz.

-Demasiado.-Bufé. -¿Cuál es la noticia, Ángelo?.

-Mañana no trabajarás.-Avisó.

-¿En serio?.-Pregunté confusa pero con cierta emoción en mi voz

-En serio.

-Muchas gracias.-Sonreí.

-No es todo, no trabajarás porque alguien pasará por ti a las diez.

-No, por Dios… ¡Oh no!.-Lamenté.

-Tranquila, no se ve tan malo.

-Bueno… Eso me alivia un poco.-Dije con sarcasmo.

-Pagó dos mil euros por ti, así que espero que lo trates de maravilla.

-Espero que no sea un bruto en el sexo. No sabes cuantos tipos de esos abundan este lugar.

-Tienes muy buena paga y disfrutas lo que haces, ¿O no?.

-Tengo necesidades, pero no necesidades a las que estás pensando. Lo hago por mi…-Fui interrumpida.

-Por cierto, ¿Cómo sigue él?.

-No se ha encontrado a un donador y cada día que pasa se van perdiendo posibilidades, tememos que…

-Tranquila hija, eso no pasará.-Dijo Ángelo tratando de consolarme.

-No lo se, al principio me negaba a creerlo pero ahora…

-No seas tan negativa, todo se va a solucionar.

-Es que es muy joven para estar viviendo eso, ¿Por qué a el?.-Solloce y Ángelo me abrazó.

-Dicen que Dios le da sus más grandes batallas a sus guerreros más fuertes.-Me sonrió. -él se pondrá bien.

-Eso espero.-Sonreí forzosamente.

-¿Y tu madre?, ¿Cómo está ella?.

-Ella… está bien, tratando de sobrellevar la situación, lo anima y cuida día a día.

-Escucha, conmigo cuentan para la operación, será un regalo, solo hay que encontrar lo más pronto posible a un donador.

-No Ángelo, no puedo aceptarlo, es demasiado de tu parte.

-No se diga más, me he comprometido y lo haré y no digas nada que sabes que soy muy necio.-Sonrió

-Muchas gracias, de verdad, no sé que haría si no te hubiera encontrado en mi vida.

-Eres como una hija para mi ____.-Beso mi frente y se encamino hacia la puerta.

 -¿A las diez?.-Dije y el asintió sin ni siquiera voltear.

~*~

Eran las dos con treinta minutos de la mañana, iba entrando a la casa sin ninguna copa encima, había tomado, pero no me había hecho efecto, subí las escaleras, caminé por el gran pasillo hasta el cuarto del fondo.

-No es necesario tener una casa tan grande para solo dos personas…-Susurré mientras abría la puerta de la gran recamara.

-¿No piensas en nuestros futuros hijos?.-Se escucho una voz femenina y me sobresalté.

-¡Mierda Chloe!, ¿Qué haces despierta a esta hora?.

-Te estaba esperando amor, te necesito con mucha urgencia.-Susurró.

-Ahora no, estoy muy cansado, tuve tanto trabajo…

-Y apestas a alcohol.-Acusó.

-¿Y? ¿Hay algún problema con eso?.-Respondí serio.

-No puedo creer que me estés hablando de tal manera. Eres un grosero.

-Mira Chloe, no te pongas de intensa, son las tres de la mañana, estoy muy cansado, necesito un baño y me quiero dormir.

-Idiota…

-Di todo lo que quieras, solo no me estés jodiendo.

-¡Eres un imbécil!.-Gritó.

-Y tú una oportunista, te dije que no me movieras que me sacarás de mis casillas, no te falta nada Chloe, lo tienes todo, lujos, coche propio, te largas todo el día con tus amigas, no trabajas.-Chloe se quedó callada.-Eso, así te ves  más bonita.

Me metí al cuarto de baño, no tarde ni 15 minutos cuando ya estaba acostado en la cama al lado de Chloe, me estaba hartando esta situación pero no podía separarme de ella, sería la desgracia para mamá y un empresario exitoso siempre debe de tener al lado a una “maravillosa mujer”, eso era lo que aparentaba Chloe, algunas veces me sentía vacío, pero los lujos y vicios ayudaban un poco, realmente no necesitaba el amor de una mujer, me repetía muy a menudo, eso eran estupideces, solo necesitaba a alguien que cumpliera con mis necesidades, que simplemente me hiciera sentir placer.

"Ruleta Rusa" H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora