Enseguida Harry tomó el teléfono de Zayn, apretó el botón redondo que se encontraba justo en medio en la parte inferior, deslizo para desbloquear y afortunadamente no tenía contraseña, suspiró, se fue directo a contactos, ahí estaba, el primero, “Ángelo”, guardó el teléfono en su celular, lo metió a su bolsillo y enseguida dejó el celular del morocho tal y como estaba, se sentó en la silla en la que minutos antes de encontraba, quitó sus lentes y sonrió victorioso, después de todo… siempre conseguía lo que quería, ¿no?, y lo que más quería era vengarse de _____, ¿Por qué?, ni el mismo lo sabía, si se ponía a hacer cuentas, no tenía mucho que la había conocido y sólo paso una noche a su lado, la reacción de la noche anterior lo había dejado de cierto modo desconcertado, ¿Por qué lo había hecho?, ¿Confusión?, podría ser… ¿Sentirse humillado?... negó con la cabeza.
-A Harry Styles nadie nunca lo humilla y menos una…-Lo interrumpieron.
-¿Hablando solo?, realmente estás mal.
-¿Ahora que quieres?.-Le respondió de mala gana al morocho.
-Me he olvidado de mi celular. Adiós Harry.
-¡Zayn!.-Gritó y su amigo se volteó. –Disculpa por lo de hace rato.
-No te preocupes, te entiendo, estás crudo, come algo y por favor ponte los lentes, te ves terrible.-Le guiño un ojo a su amigo y salió de la gran sala, Harry solo sonrió y colocó de nuevo sus lentes.
La verdad era que ese día no planeaba trabajar, llamó a Marcel y pidió un café, enseguida Marcel se lo llevó, lo tomó solo, sumergido en los recuerdos de la noche anterior, ella lo había abofeteado y llamado idiota, sonrío para el mismo y negó con la cabeza.
-Eres malo Styles…-Se dijo a si mismo. –No sabes lo que te espera _____. –Susurró, se levantó de la silla, dejó el café a la mitad, llamó al elevador y salió por éste sin ni siquiera decir adiós.
~*~
-No entiendo nada Zayn.-Dijo y tomó sus cienes con ambas manos.
-El… estaba un poco desconcertado cuando te vió sobre las piernas de aquel tipo… Para serte sincero todos nos sorprendimos cuando vimos aquella escena y para serte más sincero lo que más me sorprendió a mi fue la reacción de Harry, en ese momento pudo correr a partirle la cara a aquel tipo.
-¿Pero por qué habría de hacerlo?.-Preguntó La pelirroja confusa.
-¿No lo entiendes ____?.-Preguntó con obviedad.
-¿Qué cosa?.
-Harry está enamorado de ti.-Soltó y ella se quedo perpleja.
-No… eso es imposible, apenas si lo conozco, no puede estar enamorado de mi.
-¡Por Dios _____!, una sola noche, una sola le bastó para experimentar lo que jamás había sentido, a pesar de que parezca un ser ruín, sin escrúpulos, un altanero, el en el fondo no es así, quiere hacerse el fuerte por todo lo que ha pasado.
-¿Qué ha pasado?.
-Harry jamás se ha…
-¿Es suficiente no?, ya hablaron mucho de mi vida privada.-Dijo Harry mientras los observaba de la puerta principal. Zayn volteó lentamente y Harry lo señaló desde lejos con su dedo índice. –A ti… a ti te creía mi amigo, que digo mi amigo… mi hermano, ¿Qué haces aquí Malik?, Pareces una vieja chismosa… ¿Con que derecho vienes a contarle a una…-Se contuvo y respiró profundo. -¿Por qué viniste a hablar con ella?.-La regresó a ver con desprecio, ella solo se cohibió y agacho su rostro.
-Por eso precisamente Harry, por eso he venido, porque yo también te considero mi hermano y me preocupas, no sabes cuanto me molesta verte actuar de esa manera, ¡Vamos Harry!, no te quieras hacer el duro.
-¡No vengas a decirme como tengo que comportarme!.-Dijo un poco más molesto.
-Y la verdad es que no solo he venido a hablar con ella, también he venido a hablar con Ángelo, vengo a pedirle disculpas por todo el show que armaste anoche.
-¡Patrañas!, ningún show, solo dije la verdad.-Soltó Harry
-¿Por qué lo hiciste?.-Preguntó una frágil vocecita, al fin se había animado a hablar, Harry se sorprendió al escucharla pues hasta el momento, el llevaba el control de la situación, sonrió de lado.
-Estaré con Ángelo ____, si me necesitas sólo llámame.-Dijo Zayn y ella asintió, el morocho de traje grisáceo se perdió por las escaleras, habían quedado solos en el gran lugar.
-¿No me dirás?.-Volvió a preguntar mientras se abrazaba.
-¿Tu quién eres para venir a pedirme explicaciones?, no eres más que una simple…
-¡Basta Harry!.-Gritó la pelirroja. –¡Escúchame bien!, no te permito que me vuelvas a hablar así, no te permito que me vuelvas a poner una mano encima y sobre todo…
-¿Sobretodo qué?.-Preguntó Harry mientras caminaba a grandes zancadas hasta ella.
-No te permito que te cruces una vez más en mi vida.-Al pronunciar aquellas palabras le habían dolido, se había hecho daño ella sola, fue como dispararse ella misma, retrocedió dos pasos, pues Harry se encontraba a menos de un metro.
-¿Qué pasa?, ¿Te doy miedo?.-Sonrió
-Este no era el Harry de aquella noche.-Susurró.
-Y la ____ que vi ayer, no era la de aquella noche.-Dijo más tranquilo Harry. –Pero las cosas cambian querida, ¿Y sabes qué? Creo que estamos haciendo un gran lío de algo muy pequeño.
-¡No Harry!, ¡El lío lo hiciste tu ayer!.-Gritó mientras lo apuntaba con el dedo índice.
-Y eso ya paso, mira, Rills es un lugar público, puede venir quien quiera así que no me puedes prohibir que venga por mi parte… dejaré de buscarte.-Aquellas palabras le habían caído como un balde de agua fría, la dejaría de buscar, Harry realmente había cambiado, ahora era más cretino, ahora si parecía un verdadero demonio. –Tu haces tus cosas y yo las mías, lo que paso aquella noche fue simple sexo.-Alzó ambos hombros restándole importancia, ella solo lo veía fijamente, no decía nada, hablaba como un hombre despiadado. –Y discúlpame por llamarte golfa, no pensé que te molestara tanto que te dijeran la verdad.-Sonrió victorioso y caminó hacia las escaleras,
Ella se quedó paralizada, no podía creer aquellas últimas palabras, Harry no era Harry, se sentó en la silla más cercana y miró a la nada, estaba dispuesta a dejar de pensar en él, ella no se rebajaría a s nivel, aceptaría que aquella noche había sido simple placer y ya, sacaría de su vida a Harry, se levantó decidida y salió hacia la calle, el sol chocó contra su rostro, cruzó la calle y entró al restaurant, pidió un café, enseguida se lo llevaron, lo tomó, pensó en todo lo que le había pasado en tan solo unos días, ese hombre había llegado para poner de cabeza su vida, no era posible que lo que opinara de ella le importara tanto, sacudió un poco su cabeza, no, claro que no le importaba, en lo mínimo, miro hacia la ventana y vió que el morocho de traje gris salía de Rills, buscó su audi a8 negro, subió en el y se fue a gran velocidad, de nuevo se sumergió en sus pensamientos, divisó a una castaña entrar al café, era Tamara, la llamó con el brazo, enseguida la vió y corrió a sentarse frente a ella, pidió un café, en cuanto lo pusieron frente a la castaña comenzó a hablar, le contó todo lo que minutos antes había pasado, ella solo se sorprendía y negaba con desaprobación, una hora más tarde ambas seguía en el café, miraron por la ventana y fue ahí cuando lo vio salir, sacó las llaves de sus pantalones, subió a su Range Rover sport y se fue.
