Decidí caminar hacia casa pues no quedaba tan lejos, llegué y mi madre ya estaba preparando la comida, spaguetti y albóndigas, mi comida favorita, mi madre si que me consentía.
-¿Qué es todo ese olor?.-Pregunté mientras entraba a la cocina.
-Tu comida favorita, cuando no estaban salí a comprar un par de cosas que no tenía y decidí hacerlas.
-Que rico madre, te amo.-Dije y bese su frente.
-Y yo a ti hija.-Sonrió. –Luke, baja a comer.-Gritó mi madre.
-Es inútil, Luke no está en casa.-Le sonreí.
-¿Dónde has dejado a ese muchacho?
-No creo que sea prudente que yo te cuente todo, pero bueno, te daré una pistita.-Reí. –El en este justo momento debe de estar comiendo con la guapísima Kristen.
-¿Kristen?.-Preguntó confusa.
-Así es, es una chica muy amable, guapa y al parecer inteligente, me gustó para cuñado.
-Hmmm, eso tu hermano me lo tendrá que contar muy bien.
-Si, pero te pido que no lo presiones, la chica lo ponía muy nervioso y no estaba decidido a hablar, tuve que tomar la iniciativa yo.
-¿Cómo?.-
-Como lo escuchas, da la casualidad de que cuando salimos Debbie estaba parada con Kristen en el pórtico de su casa.
-¿No habrá sido una maña tuya? Eh… Campbell.-Rió.
-Lo juro que no mamá, no soy taaan bruja.-Reí.
-Bueno, como siempre consigues todo lo que quieres.
-Pf, eso es una gran gran mentira.-Sonreí de medio lado.
-Si, claro.-Dijo con sarcasmo. –Por cierto, no me has contado nada de tu trabajo, ¿cómo va todo?.
-Pues… digamos que bien, ya sabes, papeleo por todos lados, un horario muy ajustado.
-¿Y has descansado hoy?.-Preguntó mientras probaba el spaguetti.
-Amm… si, me han dado el día.
-¿Segura?
-¿Crees que te estoy mintiendo?.-Pregunté haciéndome la ofendida.
-Claro que te creo amor. Toma, un plato de tu comida favorita.
.Muchas gracias, muero de hambre.
-Por lo visto no se te quita el buen apetito.
-Me conoces bastante bien.-Le guiñé un ojo.
-Soy tu madre, boba.
-Oh, es cierto, lo olvidé.-Reí y ella también.
-¿Qué hora es?.-Se sentó a mi lado con su plato de comida.
-No se, creo que las cuatro.
-Vaya, que rápido pasa el tiempo cuando de verdad lo estás disfrutando.
-Tienes razón, probé del spaguetti. ¡Oh por Dios, mamá!, no pierdes tu buen sazón.-Saboree la comida.
-Hombre, gracias.-Contestó mientras se daba aires de grandeza.
-De nada, debiste de haber estudiado gastronomía o algo así.
-Mi sueño frutrado.
-Algún día mamá.
-Que cosas dices ____.
-Nunca es tarde…
-Tal vez… Oye y cambiando de tema… ¿Algún chico que te robe el sueño?.
-Ninguno, esta ave vuela libre y siempre lo hará.
-Mucho cuidado, por ahí puede estar rondando un cazador y en cualquier momento dispara.
-Lo que no sabes es que esta ave ya tiene muchísima experiencia para volar.
-Hablas como si hubiese tenido demasiadas experiencias amorosas, ¿acaso me he perdido de la mejor parte de la película?.
-Para nada, está película es simple y sin chiste, solo te puedo decir que la vida en el centro de Londres es muy diferente.
-Mucho cuidado corazón, no quiero que te pase nada malo.
-No me pasará nada mamá.-Le sonreí.
Eran las siete de la tarde, había pasado la tarde platicando con mi madre, tomé el té con ella y vimos una que otra película, nos encontrábamos en el pórtico sentadas cuando un castaño caminaba hacia nuestra dirección.
-Vaya vaya vaya, pensamos que ya te habías fugado.-Reí y el hizo lo mismo.
-Hermanita, creo que te amo, si no hubiese sido por tu ayuda, yo siguiera en las mismas.
-Cuéntanos que ha pasado.-Preguntó mi madre
-¿Le has contado?.-Sonrió Luke.
-No, bueeeno… solo un pequeño adelanto, se me hacía de muy mala educación decirle todo.
-Bueno, bueno, ¿Me dirán o no?.-Volvió a preguntar mi madre.
-Solo te diré que fue increíble mamá.
-¿Algún beso?.-Pregunté emocionada
-No, no quise parecer irrespetuoso.
-Muy bien.-Habló mi madre y Luke y yo reímos.
-Espera un momento… ¿Y ese arete?.-Le pregunté a Luke mientras me paraba y le alzaba el mentón.
-Me lo hice hace un par de meses.
-Ni le muevas ____, que va a explotar.
-Tranquila madre, es imposible que me vuelva a enojar con Campbell… si no hubiese sido por ella no hubiera conseguido otro cita.
-¡¿Es en serio?!.-Pregunté y lo abracé.
-Mañana a las cuatro de la tarde.-Sonrió. –Te amo hermana
-Y yo a ti hermanito.-
Así paso el rato y nos quedamos los tres hablando en el pórtico, hacía años que no hacíamos esto, no desde que papá había muerto, al menos ahora mi hermano tendría otra distracción y no pensaría tanto en su enfermedad, Kristen era una muchacha bonita y se veía honesta, me gustaba para el, risas y abrazos, chistes y anécdotas de años salían por todos lados. De pronto la palabra “cita” me llego a la mente y me sobresalté.
-¡¿Qué hora es?!.-Pregunté rápidamente.
-Las ocho con treinta.-Dijo Luke.
-Lo siento, ya me tengo que ir.-Dije con tristeza.
-¿No te quedas a dormir?.-Preguntó mi madre.
-Me es imposible mamá, mañana tengo que un compromiso.
-Bueno hija, está bien, no te pierdas tanto y espero que vuelvas pronto.-Dijo mi mamá mientras se paraba y me abrazaba.
-Tenlo por seguro, no estamos tan lejos y ahora les llamaré a menudo.
-Eso espero.-Una lágrima corrió por su mejilla.
-Oh madre, no llores, es en serio.
-Te voy a extrañar hija.
-Vendré la próxima semana.-Le aseguré.
-Eso espero.-Se puso de puntillas y beso mi frente.
-Yo también te voy a extrañar mucho enana.-Dijo Luke y me abrazó.
-Y yo a ti, ya no crezcas tanto.-Le di un beso en la mejilla y caminé hacia la banqueta, paré un taxi y voltee y les mande un beso, ellos sonrieron y me fui.