19 de abril, viernes lluvioso, 10:00 p.m.; el club más exclusivo de todo Londres abría sus puertas, Rills se caracterizaba por su gran ambiente, casino, bar, para muchos era “El club con las características perfectas”, “Inigualable” y para otros “Lugar de muerte”, literalmente, “Ruleta Rusa” ¿Te suena?, ¿Juego letal y clandestino?, Se juega generalmente entre dos personas, y su objetivo es sobrevivir y quedarse con el dinero o la especie de valor a jugar… Así es, Rills clandestinamente tenía ese juego, ¿Quiénes jugaban?, empresarios más prestigiosos y mafiosos de todo Londres. Hasta ahora solo se había jugado un par de veces y en ese par de veces, dos hombres habían muerto, Des y Chris.
-11:30, es mejor que estén listas de una buena vez.-Gritaba Jerry desde el pasillo iluminado por luces de neón. –Tamara, es tu turno.-Entro sin avisar al gran cuarto.
-¡Mierda Jerry!, ¿No sabes tocar?.-Protestó molesta.
-Por Dios, como si nadie te hubiese visto en ese aspecto.-Soltó sin más y salió.
-Es un idiota.-Susurré mientras colocaba el labial color carmesí sobre mis labios.
-¿En serio?.-Contestó con obviedad Tamara.
-Más vale que te apures si no quieres que…-Fui interrumpida por el castaño.
-¡Cojones Tamara!, ¡Date prisa!.-La tomó del codo y la jaló hacia afuera.
-¡Jerry!.-Grité.
-¡Shh! ¡Cállate!.-Colocó el dedo índice sobre sus labios. –Tu presentación la han dejado al final.
-Pero…
-¡Cállate ___!.-Gritó Jerry y salió de un portazo del gran cuarto.
-¡Puto genio!.-Susurre mientras me retocaba.
-No lo insultes.-Dijeron a mis espaldas.
-Es increíble que sigas perdidamente enamorada de ese patán.-Le dije
-No es un patán.-Contestó Sophie mientras se recargaba en la puerta.
-Si, como digas.-Le dije restándole importancia.
-Algún día ___... algún día te tocara…
-Antes muerta.-Aseguré.
“Club Rills se complace en presentarles a… Tamaraaa”, se escuchó la voz de Tony al micrófono y enseguida un aúllo de hombres, risas, aplausos y chiflidos. Russian Roulette de Rihanna comenzó a sonar y seguro con ésta, la actuación de Tamara.
11:30, Club Rills, ahí me encontraba, el lugar en donde me había citado con Zayn Malik y Louis Tomlinson, socios de la empresa, sentado en una de las sillas que se encontraba en la mesa de terciopelo rojo, justo enfrente de la pista, mi primera vez en este lugar y ya lo estaba amando, la mesera castaña que me atendía poseía unos muy buenos atributos, de vez en cuando le guiñaba el ojo, gesto que ella correspondía con una sonrisa. Una palmada en mi espalda hizo que volteara.
-¡Vaya Styles!, no pierdes el tiempo.-Gritó el morocho
-¡¿Qué?!.-Grité pues la música me permitía escuchar.
-¡Que no pierdes el tiempo!.-Volvió a gritar.
-¡Ah!, no, jamás.-Sonreí. -¿Tomlinson?
-Aparcando su camioneta.
-Siéntate.-Le ordené.
-Quiero pedir algo.-Contestó Zayn
-Siéntate, llamaré a la mesera.-Zayn se sentó. Llamé a la mesera y enseguida se acercó.
-Hola, ¿Puedes traerme un whisky por favor?.-Habló Zayn.
-Por supuesto.-Sonrió.
-Gracias Linda.-Le dije y se marchó.
-¡Hey! ¿Qué pasa?.-Preguntó el ojiazul mientras tomaba asiento.
-Pasa que Styles ya ligó.-Soltó Zayn
-¡Increíble!, hasta en lugares de mala muer… ¡wow!.-Zayn y yo volteamos en dirección hacia done se dirigía la mirada de Louis.
-Se llama Tamara.-Le dije y tomé un trago de mi tequila.
-Es hermosa.-Susurró
-Decías que Harry viene a coquetear en lugares de mala muerte, ¿No Louis?.-Lo sacó de sus lujuriosos pensamientos Zayn.
-Decía que que bueno que nos hayamos citado en este lugar.-Sonrió y la mesera llegó con la bebida de Zayn.
-Preciosa, mejor una botella de whisky.-Le tomé el mentón.
-Así será.-Sonrió y guiñó su ojo derecho.
-Increíble… Increíble…-Una voz ronca sonó a mis espaldas.
-¡Ángelo!.-Exclamó Zayn mientras saludó con mucha efusividad a un hombre de unos 60 años.
-Malik, Malik… Eres todo un hombre.-Sonrió aquel barbón, un diente de oro se le asomaba del lado izquierdo.
-Hombre, no me iba a quedar de 10 años para toda la vida.
-Tienes razón… ¿Tu padre?.
-De Canadá no lo sacas.-Sonrió.
-Vaya tipo…-Rio. -¿Y quienes son ellos?.-Decía refiriéndose a Louis y a mí.
-Socios, amigos, hermanos, Harry Styles y Louis Tomlinson. Chicos, él es Ángelo, viejo amigo de mi padre, como hermanos, ahora es dueño de Rills.
-Mucho gusto.-Dije y estreché mi mano con la de Ángelo.
-El gusto es mío señor Styles. Y señor Tomlinson, un gusto.-Estrechó su mano con la de Louis.
-Hombre, el gusto es mío.-Sonrió.
-Y bueno, ¿Ya han pedido?.-Preguntó
-Una botella de Whisky.-Contesté.
-Pidan lo que quieran, que esta noche yo invitó.-Aseguró.
-No, como cree, no queremos ser un problema.
-Señor Styles, los amigos de Zayn Malik son mis amigos. Ande, no va a ser ninguna molestia.-Susurró.
-Bueno, está bien.-Sonreí.
-¡Tamara!.-Gritó Ángelo y Louis se tensó.
-¿Qué pasa?.-Decía la chica agitadamente mientras bajaba de la pista.
-Atiéndelos como se debe.-Ordenó Ángelo. –Bueno hicos, los dejo en muy buenas manos, si se les ofrece algo más no duden en llamarme.-Sonrió y se retiró.
