Sábado 20 de abril, diez de la mañana, me levanté con gran pesadez y me dirigí al pequeño baño, miré mi rostro.
-Mierda… Cada vez te pones más vieja.-Susurré, abrí la regadera, saqué mi ropa y me metí a la ducha, dejé que por unos minutos el agua hiciera su trabajo.
Una hora después estaba lista, bajé hacia el salón y divisé a las chicas desayunando y riendo animadamente.
-Buenos días.-Dije y sonreí.
-Buen día.-Sonrió Sophie
-Excelentes Días.- dijo Tamara.
-¿Y eso?.-Pregunté
-Que te cuente su aventurilla, lleva más de hora y media sin dejar de hablar de Louis Tomlinson.
-Picarona.-Dije en tono de burla.
-Es increíble, no es como los demás cabezas huecas, es todo un caballero.-Suspiró
-¿Ah si?, cuéntanos más.-Seguí.
-No, olvídalo, yo ya estoy hasta el tope, hasta en la sopa veo “Louis Tomlinson”, mejor iré por una soda, ¿Quieren algo?.-Preguntó Sophia.
-Lo mismo.-Dije.-¿Y tu?.-Le pregunté a Tamara quien estaba perdida en sus pensamientos.-Creo que dos Tomlinson para llevar.-Reí.
-Ya veo, ahora vuelvo.-Vimos desaparecer a la rubia por la puerta.
-Ahora cuéntame todo.-Me dirigí hacia ella y sonreí.
-Es todo un amor ___..., me trató como jamás nadie lo había hecho.
-¿Te refieras a…?
-¡No!, ni siquiera tocó ese tema, fuimos a cenar, me contó de él, yo le conté mi historia, me pidió mi teléfono y creo que lo veré hoy de nuevo.
-¡Wow!.
-Lo se.-Sonrió.
-Aun así debes de tener mucho cuidado, se precavida, ya sabes, ojos y mente abierta.
-Tú deberías de ser igual…
-Querida… Mis cuatro años en esto me respaldan, te lo digo de buena manera, eres como una hermana para mi y no quiero que te pase nada.-Mordí una tostada que se encontraba en su plato.
-También te quiero como mi hermana ____.-Me sonrió y beso mi mejilla. –Es sólo que Louis me tocó donde ningún otro hombre me había tocado, el corazón. Fue una experiencia magnífica.
-Es para mi una total alegría escucharte hablar así, te ves tan jodidamente feliz, pero ya sabes, todo a su tiempo, con paciencia que nadie lleva prisa.
-Lo se, lo se.
-¿Te dijo si estaba saliendo con alguien?.-Pregunté y tomé un poco de jugo de naranja.
-Su última relación fue hace un par de años…-La interrumpí.
-¿Cuántos años tiene?
-Treinta y tres.
-Algo maduro, continúa.-Di otro mordisco
-Duró con ella tres años, la quería y mucho, pero según el, ella lo engañó con otro.
-Qué trágico.
-En cierto modo.
-¿Por qué en cierto modo?.-Pregunté curiosa.
-Su relación ya estaba un tanto desgastada pues el en ese entonces no tenía un trabajo estable y no podía darle todos los lujos que ella quería, al parecer era algo superficial.