-Cuando te giras quedando ahora tu arriba de el sonrie en medio del beso y corresponde a tus besos en sus labios sin dejar de mirarte, observando después tus labios al escucharte hablar en Frances, haciendolo estremecer un poco por tu marcado acento, amando cada uno de los pequeños besos que dejas en sus labios, sonrie cuando susurras lo mucho que lo amas, sintiendo su corazón acelerarse cada vez más dentro de él mientras tu acaricias su mejilla. Te mira fijamente cuando haces la última pregunta y da otro beso a tus labios, poniendo sus manos alrededor de tu cuello enredando sus dedos en tu cabello- Mmm Si, solo un poco, ya sabes, dormí algo en el auto - sonrió y acarició un poco tu cabello, dando pequeños masajes- ¿Tu tienes sueño? - pregunto en un susurro quitando una de mis manos de tu cabello para ponerla en tu mejilla dando otro beso a tus labios, notando ante el pequeño silencio en la habitación que ya casi no se escuchaba el ruido de la lluvia cayendo afuera- por que podemos dormir - doy un pico a tus labios- acurrucados - da otro beso- y unos cuantos besos más no harían daño- suelto una pequeña risita y da un último beso a tus labios- ¿ó ya son demasiados besos?
— Corresponde a aquel beso, para mientras sentir cómo rodeas su cuello con tus manos, y luego escuchar tu respuesta, haciéndolo sonreír ante tus caricias, perdido en las bellas intenciones de tu mirada. Sube una de sus manos a tus cabellos y juega un poco con estos, mientras que su mano contraria continuaba acariciando tu espalda. — Mmm... También... Un poco... — Susurra de la misma forma, desviando su mirada a tus labios, para luego sonreír internamente al sentir nuevamente los tuyos sobre los de él. Escucha a lo que dices luego, haciéndolo sonreír mientras corresponde a esos besos que tanto amaba, aún acariciando tus rizos rubios y suaves. Niega ante tu última pregunta, aún manteniendo aquella sonrisa. — Jamás serán demasiados, no no. — Susurra sonriéndo, para luego acercarse a dejar algunos lentos, cortos y seguidos besos sobre tus labios. — Y si me lo ofreces así, entonces definitivamente tengo sueño... — Susurra nuevamente, soltando una pequeña risa baja, dejando otro beso sobre tus labios, un poco más durarero que el resto. Luego, se arrodilla sobre la cama por unos segundos para alcanzar las sábanas y frazadas para arroparlos a ambos, y volver a recostarse, pero a tu lado esta vez, acomodándose en el centro de la cama y apagar la luz de su mesa de noche antes tomarte entre sus brazos para atraerte hacia él, acurrucándote contra su pecho, para luego volver a buscar tu mirada, sonriéndo al volver a apreciar lo bello que eres en la oscuridad. — Je t'aime, prince... — Susurra suavemente, para luego volver a acercar sus labios a los tuyos y dejar un corto pero lento y suave beso allí. — Con todo mi corazón. — Susurra nuevamente sobre tus labios, sintiendo una gran calidez atravesando su pecho y cuerpo. —
-Me acomodo en tu pecho trazando líneas imaginarias por tu torso cuando apagas la luz y volteo a mirarte sonriendo como tonto al escucharte hablar, haciendo que mis ojos brillen y corresponda a tu dulce beso, sintiendo como mi corazón se acelera con cada palabra que me dices, logrando que con ellas me enamore aun más de ti. Cierro mis ojos por un momento al recibir tus besos y caricias disfrutando de eso para después abrir estos mirando tu bello rostro en la oscuridad- Yo también te amo, no tienes idea de cuanto - susurra dejando un beso en tu mentón y otro en tus labios- Je t'aime trop -susurra nuevamente sobre estos con una sonrisita para terminar dejando un suave beso inocente en tu mejilla acomodándose nuevamente en tu pecho- Y gracias por todo, gracias por esta noche, amor. Pero sobre todo gracias por aparecer en mi vida.-dice aquello
***Dejando un beso sobre tu pecho para luego volver a mirarte mordiendo un poco su labio y soltandolo al instante, sintiendo que se a puesto un poco sentimental- En verdad te amo tanto... - dice apretando los labios después, pues sentía que sus ojos se podían poner vidriosos en cualquier instante-— Sonríe al escucharte, disfrutando de tus besos y correspondiendo a aquel último. Muerde suavemente su labio al volverte escuchar hablando en su idioma, era algo significativo para él, pues el francés era más que solo un lenguaje verbal en su parecer. Suelta su labio al sentir aquel bello beso en su mejilla, y sube una de sus manos al reverso de tu cabeza, acariciando tus cabellos mientras hablas contra su pecho, negando suavemente ante tus primeros agradecimientos, pero una ola de calidez y magníficas sensaciones pega fuerte cual latigazo al escuchar tu último agradecimiento, y esta sensación lo atraviesa completamente con tus últimas palabras, percibiendo lo que sientes con tan solo el tono de tu voz. Baja su mirada al encuentro con la tuya luego, sintiendo un suave brillo correr en su mirada cuando se cruza con la tuya, para luego llevar la mano que posaba en tus cabellos a tu barbilla, para así acomodar tu rostro para encajarlo perfectamente con el suyo, y así besar tus labios lenta y románticamente. La mano en tu cintura comienza a presionarte contra él, para luego ir subiendo y bajando por tu espalda, acariciándote suavemente, mientras que su mano contraria paso a tu mejilla, atrayéndote mientras el beso se profundiza a, cada vez más, dejándose llevar por todos aquellos sentimientos que lo arrazaban desde el primer beso en aquel ascensor, que no hacían más que hacerse más fuertes y profundos. Abriéndota tantas puertas hacia su interna persona, teniéndote mucha confianza y mucho amor, sabiendo que no lo descuidarás. Continúa con sus labios entrelazados con los tuyos, pasando su lengua suave y cálidamente sobre la tuya, mientras los masajes no cesan. Luego de unos minutos de aquella intensamente bella atmósfera, da unos pocos besos sobre tus labios antes de separarlos. — Te amo mucho, Troye. Es tan complicado de explicar todo lo que siento... Pero todo es increíblemente maravilloso. — Susurra manteniéndote cerca, para luego dejar un otro suave beso sobre tus labios, y volver a abrazarte, acurrucándote contra su pecho un rato más. — Eres increíble, realmente increíble... — Susurra para comenzar, posando su mentón sobre tus cabellos, mientras que sus manos acariciaban tu espalda. Deja un beso sobre tus rizos antes de continuar. — No sé cómo haces, es algo de tí, me apega como un imán. Debe ser todo de tí. Me enloqueces desde el primer día, y es impresionante que en tan poco tiem-... ¿Troye? — Frena al escuchar un pequeño sollozo contra su pecho, haciendo su corazón fundirse en sensaciones.— Bebé tú... ¿estás- ¡no llores! — Susurra mientras se vuelve a acomodar para verte nuevamente, susurrando aquello último cuando logra hacerlo, sintiendo tus sentimientos de forma tan real como las pequeñas lágrimas cayendo por tus bellos ojos azules y levemente colorados. Se siente sensible ante lo que ve, enrollado en ternura y amor al instante, soltando una pequeña risa al sentir sus propios ojos cristalizarse. — Tesoro, me haces llorar... Te amo demasiado. — Susurra con una sonrisa, sin realmente ver razones para aguantar sus lágrimas de emoción. No tarda en volver a juntar sus labios en otro beso, volviendo a subir una de sus manos a tus cabellos mientras te besa, apegando sus rostros húmedos. Luego de unos minutos, separa unos milímetros de los tuyos. — Te quiero todo para mí, bebé. — Susurra sobre tus labios. — Todo.... — Vuelve a susurrar de la misma forma antes de volver a juntar sus labios, retomando el beso con la misma intensidad, quizá un poco más, mientras pasa una de sus manos por debajo de tu camisa para poder sentir tu suave y cálida piel. Luego de unos minutos, vuelve a separarse, pero esta vez con un poco más de distancia, juntando sus frentes y permitiéndose encontrar tu mirada, la cual aún tenía aquel precioso y amado brillo, junto a algunas pequeñas lágrimas. Antes de hablar se acerca a besar algunas lágrimas que habían quedado en tus mejillas, para luego volver a la posición anterior. — Dime que aceptas, amor. Dime que quieres ser mío y yo seré completamente tuyo. Acepta ser mi novio. — Susurra con su mirada en la tuya, mirándote con notorios sentimientos, pero muriendo por una reacción, acariciando tu mejilla con cariño mientras sus ojos admiran con atención los tuyos, y su corazón prendía chispas de emociones, latiendo con fuerza. —