A partir de ahora, tengo todos tus roleos. Para diferenciarlos ya sabes que tu esas esté guión - y yo uso este guión -. Te amo. ❤️
_________________
- Sonríe en simptía ante tu primer comentario, admirando lo bella que es tu sonrisa cuando tus labios se tiñen de colorado natural, junto al volúmen levemente crecido de ellos. El segundo comentario lo dejó pensando unos segundos, idealizando aquel momento de tenerte adorablemente en sus brazos dentro de las sábanas y descansar de esa forma. Aunque en el fondo, tenía cierto anhelo de más que eso. Muerde suavemente su labio ante la forma en que lo susurras, para luego corresponder a tus labios.- En mi casa tengo ropa más chica que probablemente se acerque a tu talla, quizá nos convendría ir a la mía mejor. - Dice queriendo cuidarte, mientras sube su mano en tu mejilla hacia tu cabello mojado, para despejar tu frente de aquellos rizos rubios empapados, que realmente le daban ese toque sensual a tu rostro, que lo enloquecía de la peor forma. Deja un beso en tu frente y luego otro en tu mejilla para finalmente acabar en tus labios. - Deberíamos irnos... Pero no creo poder conducir si no sacío mis ganas de no dejar de besarte ahora. - Susurra sobre tus labios, con una sonrisa un tanto pícara, para luego separarse de tu rostro y subirse a la mesa, dejándote acostada en ella y con él sobre ti, con tus piernas aún alrededor de sus caderas. Deja una suave mordida en tu cuello, dejando esta parte un poco húmeda, causa de las gotas de lluvia en su rostro. Deja un beso en aquella leve marca y subiendo directamente a la unión de tu cuello y mandíbula, para después, unir sus labios a los tuyos. Posa una de sus manos en tu barbilla, a pegando más tu rostro al suyo, mientras el beso tomaba su ritmo. Su otra mano la utilizaba de sostén, para así no aplastarte. Comienza a bajar su mano de tu mejilla hasta tu abdomen bajo, contornando así tu cintura con la yema de sus dedos en forma de caricias, subiendo y bajando en forma circular. El beso se encontraba en un intermedio de romántico y pasional, pensando en toda la locura y el amor que sentía por ti en cada movimiento.-
-Sonrie y asiente a tu propuesta de ir a tu casa pues también tenía dudas de si te podía quedar algunas de sus ropas, aun así le gustaba la idea de poder usar alguna de tus camisas, que de seguro le quedaría grande. Siente como una de tus manos quitan los pequeños rizos mojados de su frente y das pequeños besos por su rostro hasta dejar uno en sus labios haciéndolo sonreír tontamente mientras mira tus labios con deseo al tener tu rostro tan cerca por lo último que dices antes que te subas encima de el. Cuando muerdes su cuello suelta un pequeño gemido sintiendo las gotas de agua cayendo sobre este haciéndolo estremecer, muerde su labio inferior al sentir tus besos por su cuello y ladea un poco más su cabeza para que tengas mejor acceso mientras enreda sus dedos en los cabellos mojados de tu nuca jalando suavemente de este cuando tus besos se detienen en su mandíbula para juntar sus labios nuevamente, con tus dedos firmes tomándolo de la barbilla, seguía el beso moviendo sus labios con precisión y al compás de los tuyos. Comenzando a profundizar el beso dando entrada a su lengua y recorriendo su boca. Sus lenguas peleaban por dominancia mientras jugaban entre ellas y sentía tu mano bajando por su pecho hasta llegar a su abdomen acariciando por esa zona haciéndolo soltar pequeño suspiros cada que se separa un poco de tus labios para moder el inferior sin hacerte daño pero dejándolo rojizo. Quita suavemente sus manos de tu cuello pasándolos por tus hombros y bajando lentamente por tu pecho hasta poder llegar al final de tu camisa mojada y ahora desfajada metiendo una de sus manos para poder tocar tu piel con la yema de sus dedos pasando estos por tu abdomen marcado trazando pequeño líneas imaginarias por todas partes-
- Aquel pequeño gemido era todo lo que necesitaba oír para cambiar sus carriles. Cuando muerdes su labio, él separa unos pocos centímetros sus rostros, dejando su labio estirándose entre tus dientes, para a su vez lanzarte una mirada teñida con lujuria mientras desabotona los últimos botones de su camisa, dándote la libertad de tocarlo cuánto desees. Vuelve a juntar sus labios, esta vez, de forma más pasional y rítmica. Lleva ambas de sus manos a tu trasero, sosteniéndose de otra forma para no aplastarte. Masajea esta zona con delicadeza, haciendo que ambas entrepiernas apeguen una con la otra. El beso no era desesperado, no perdía su romanticismo, pero aún así, el ambiente sexual cambiaba su forma de interpretarlo. Sus labios se mantenían un tanto ruidosos, entre respiraciones, suspiros y succiones, pero su lengua no se privaba de la tuya, actuando en tu boca, mostrando plena dominación. Hace suaves movimientos de pelvis contra la tuya, sin ser brusco, pero moviéndose lo suficiente como para comenzar a generar fricción. Separa el beso, haciendo que se escape un sonido obseno de ambos labios, para luego dirigirse nuevamente a tu cuello, dejando besos húmedecidos a lo largo de este, y marcando otra mordida al final. Lleva una de sus manos a tu pecho, comenzando a desabotonar los primeros botones, para que sus labios puedan explorar a besos aquella zona, aún así, dándote el tiempo para que lo frenes en caso a que no quieras que siga. -