— Te besaba sin interrupción, perdido en el ritmo de tu boca y en tus cálidas caricias, que lo hacían sentirse cada vez más cerca al cielo. Succionas su labio inferior, por lo que simultáneamente él succiona tu labio superior, haciendo de este un gesto mutuo entre ambos, con cierta tendencia de sensualidad. Se retoma el beso y su lengua se desplaza directamente a tu boca, dominando esta y disfrutando de tu adictivo sabor y suavidad, queriendo cada vez más, moviendo su lengua contra la tuya. Pasa sus manos a lo largo de los laterales de tu cuerpo, tallando tu delgada y perfecta silueta con ambas de sus manos por dentro de tu camiseta una y otra vez, subiendo y bajando lentamente, mientras tus piernas se entrelazan en su cintura, acercándolo más. El beso continuaba siendo lento, pero de a poco se iban tiñendo a colores amorosamente pasionales, tentándolo a continuar y perderse completamente en él. Quita una de sus manos de tu camisa, para así comenzar a desabotonarla y despejar tu torso, para así decidir pegar completamente sus cuerpos, estando piel a piel, hundiéndote en la cama. Sus labios no se separaban, eras tan adictivo que no podría dejar de saborearte nunca. Lleva una de sus manos a una de tus piernas a los costados de su cintura, acariciando la piel de esta de arriba a abajo, mientras que su otra mano se encontraba en tu espalda baja, dando masajes a allí, pero lentamente bajando y metiéndose en tu bóxer, teniendo más atrevimiento y confianza que su primera vez tocándote. Muerde suavemente tu labio y lo tironea un poco, para luego dirigir sus labios a tu oído. — Tu me rends fou... Très fou. — Susurra en su acento, para luego llevar sus labios a tu cuello, subiendo y bajando lentos besos húmedos, armando caminos de idas y vueltas por tu cuello, hombros y pecho, perdiéndose en el tacto de tu piel, dejando leves succiones intercaladas en sus besos, mientras continuaba tocando y acariciándote. —
-Los chasquidos húmedos producidos por sus bocas resonaban en toda la habitación mientras que tu lengua caliente se hundía en su cavidad, explorando esta a fondo. Su mente se nublaba sintiendo como tus grandes y cálidas manos se colaban bajo su camisa, acariciando su piel, antes de siquiera darse cuenta de que habías desabotonado su camisa, haciendo que muerda fuertemente su labio pues le encanta que sus cuerpos estuvieran juntos. Gime al tener tus labios nuevamente sobre los suyos y sentir una de tus manos acariciando una de sus piernas mientras que tu otra mano se deslizaba por sus boxers apretando su trasero- A-ah-J-jacob -Se retuerce y jadea debajo de ti, dejándose llevar por las sensaciones que producidas en el, para después ver como tironeas su labio haciéndolo relamer estos cuando los sueltas, cerrando sus ojos por inercia al tener tus labios susurrando en su oído con tu marcado acento mientras su entrepierna rozaba con la tuya, haciendo que entre abra sus rosados labios. Nunca se había imaginado que podría llegar a ser tan sensible, ya que en cada zona donde le tocabas le invadía una oleada de tormentoso placer. Aturdiendole y aumentando su lujuria. Poniendo sus manos en tu cabello jaloneando suavemente este al tener tus labios húmedos sobre su piel dejando nuevas marcas sobre su cuerpo. Tomando tu rostro de vuelta para besar tus labios- Tómame, por favor. Por hazlo -Susurra sobre tus labios rozando estos sin dejar de mirarte con pura lujuria en sus ojos, mientras muerde suavemente tu labio delineando este con su lengua después -
— Sentía tus manos en su cabello mientras besaba tu cuerpo, adicto a la forma en la que comunicabas tu placer, haciendo que continúe. Sus manos continuaban actuando en los mismos lugares, apegándote a su cuerpo y estimulándote, queriendo hacerte de la mejor forma. Tomas su rostro y besa tus labios de forma apasionada, para luego escucharte decir aquellas palabras, que hicieron que lo excite y prenda el triple de lo que ya estaba, sintiendo todo tu deseo tras tus pupilas dilatadas, dejándole una imágen que su mente jamás olvidaría, junto a toda una ola de calentura abrumante por su cuerpo. Muerdes y la es su labio, haciéndolo gruñir suavemente, para luego comenzar a frotar candentemente su entrepierna contra la tuya, haciendo que tus labios se entreabran y así que sueltes su labio. — Esta vez a mi manera... — Susurra contra tus labios, para luego dar otro apretón fuerte a tu trasero y morder tu labio inferior cuando ambos están nuevamente abiertos. Sin separarse mucho de tu cuerpo, quita sus manos de tí para llegar a abrir el segundo cajón de su mesa de luz, y de este sacar un antifaz negro y sin abertura para los ojos. Una vez en sus manos, da algunos besos picantes a tus labios, antes de acomodar elegante y delicadamente el antifaz sobre tus ojos y ajustarlo detrás de tu cabeza. — Confíame... — Susurra pegado a tu oído, una vez que ya no podrías ver absolutamente nada. Vuelve a poner sus manos en tu cuerpo recostado, comenzando a pasar sus manos de tu pecho hasta el final de tus manos, retirándote la camisa completamente. Lleva su boca a uno de tus pectorales, comenzando a lamer y besar húmedamente por allí, mientras que una de sus manos pasaba por tu abdómen, hundiéndote contra la cama y el otro volvía a tu trasero, acariciando la piel de tus glúteos y masajeándolos con sus dedos. Lame y mordisquea uno de tus pezones, mientras que presiona nuevamente su entrepierna contra la tuya, frotándolas y haciendo notorias ambas erección es una con la otra. —