La nota con el texto: «Para la profesora más sexy de literatura» se había convertido en una costumbre para Lisa, aunque ella seguía pensando que su admirador era Chad, igual eso a mí no me importaba. Al salir de cada clase Lisa y yo nos sentábamos en la cafetería y ella me mostraba sus ideas para el libro y yo las mejoraba. Incluso a veces compartía conmigo los duraznos que le dejaba en el escritorio o dejaba en mis cuadernos alguna de sus flores. Quizá Lisa se habría convertido en mi mejor amiga; Rosé solo me saludaba en clases y se iba con Jason después, sin embargo siempre me llamaba en la noche para contarme su día sin dejar que yo contara el mío y era a veces molesto. Jisoo no me ha vuelto a hablar desde que me acompañó a mi casa y eso no me hace sentir muy segura, igual en otro momento hablaré de eso.
Lisa me había invitado a su casa para empezar a escribir la novela que había dicho. La verdad estaba llena de tareas pero las había dejado todas a un lado solo para ir con ella —cosa de la cual me arrepentí después—. Al llegar a la casa, tuve dos impresiones: uno: Lisa realmente es Tailandesa, pero vivía en Londres. Había llegado a los Estados Unidos para visitar a Alex quien le había prometido darle clases de letras y literatura. Y dos: es que la casa no es de Lisa sino de Alexander. Se me hizo muy raro ver a Alex después de varias semanas de ausencia. Pensé que se estaría recuperando, pero realmente tiene yesos por todo el cuerpo y un collarín que lo deja completamente inmóvil, sentí lástima, sin embargo luego recordé que era Alex y sentí un poco menos de lástima por él. Intenté ser simpática al menos.
—¡Alexander! ¡Qué gusto verlo! En serio lo echamos de menos. —mentí.
—Doctor Alex, Kim. —corrigió.
—Lo había olvidado.
Lisa por su parte me había mostrado miles de ideas que tenía para su novela; o para nuestra novela mejor dicho porque quiere que sea parte de ella aunque no creo que yo pueda escribir a pesar de que ame la literatura, soy muy insegura. Lisa es muy optimista, pero igual de insegura así que no sé cómo termine esto.
Trataría sobre un americano que se enamora de una europea y tiene que lidiar con la distancia y con la vida que realiza la europea cuando esta se muda de nuevo a su país. Hablamos todo el día de esto, y cada vez aportábamos más ideas a la novela y cada vez se hacía más interesante. Aunque la trama me parecía más y más irónica. Igual nunca dije nada.Nunca imaginé que pensar o escribir cansaría, pero sí, agota. Lisa seguía de frente a su laptop y yo detrás echada en la cama pensando en cómo ésta mujer se había vuelto mi amiga tan rápido y como es que estoy aquí escribiendo una novela junto a ella cuando tan solo hace pocas semanas llegó presentándose como «Lisa Manoban la profesora temporal de literatura».
—¿Cómo es tu vida en Londres?
Ella no contestó de inmediato. Solo se escuchaba el sonido de sus dedos al presionar el teclado.
—Bien. —contestó al fin.
—¿Bien?
—Sí.
—Esperé una linda respuesta, quizá un poco más extensa. —agregué.
—¿Qué esperas, Jennie? —su voz se notó tensa y sentí que metí la pata. —¿Decirte que mi vida es perfecta? Lo siento Kim, esa no es la verdadera respuesta.
—cerró la laptop y se sentó a mi lado.—De verdad lo siento. —le dije.
—Alexander no es mi tío. -admitió. —Es mi padre. Estoy aquí porque no tengo una buena comunicación con mi madre. Aceptar mi sexualidad no ha sido una tarea fácil.
No lo asimilé al momento.
—¡Oh por dios yo también soy lesbiana! —reaccioné. —Digo, te entiendo.
¿Por qué soy tan estúpida? Quise tirarme de la ventana por un momento. No niego que escucharla decir eso fue increíble, pero no era el momento y me sentí avergonzada.
—Yo también soy homosexual. Y a pesar de que mi madre lo aceptó al fin, todo al principio fue muy intenso.
Ella rió: —Sé que eres homosexual.
—¿Ah sí?
—Te he escuchado hablar de manera muy linda sobre mis ojos. No creo que una chica heterosexual diga que piensa mucho en mis ojos. —rió nuevamente.
Esta vez quise tirarme de la ventana. Pero de un décimo piso y no quedar viva.
—Lo siento. —dije sonrojada.
Ella me abrazó y dijo que no me preocupara.
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Dear Lover | Jenlisa
FanfictionJennie Kim nunca pensó que el amor de su vida estaría en la preparatoria, y jamás supuso que llegaría a ser la sustituta de Alexander. Dicen que todo es mejor cuando llega de forma inesperada y para Jennie eso era más que una simple frase. Lisa Mano...