Prólogo – Fuego
El hombre soñó.
En su sueño hubieron sombras, fuego y una risa estruendosa. Hubo sangre y dolor, durante un momento incluso creyó sentir lágrimas resbalando por sus mejillas.
Entonces despertó. Y rio. Porque no era un hombre en realidad. Porque todas aquellas cosas que había pensado ciertas en aquel mundo que acababa de soñar eran en realidad ajenas a él, que no sentía el corte de las navajas o el calor de una fogata, mucho menos el caer del líquido salado sobre su rostro.
Cerró los ojos otra vez, esbozando una sonrisa de satisfacción que dejaba a la vista varias hileras de dientes filosos. Entre las sombras, donde nadie era consciente de ello, el monstruo continuó dormitando.
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Pactos Oscuros
FantasyEl Demonio Minos consigue su alimento a través de un pacto: a cambio de eliminar a una persona odiada, quien acepta el contrato debe entregarle su alma. No obstante, puede deshacerse de su hambre pero no del sentimiento incómodo que se revuelve en s...