"Te amo"..."Lo siento, no eres mi tipo"

Capítulo 16: La discusión

Antes de irme, mi mamá me obligó a acompañarla a la peluquería y al final fui yo la que terminó con un cambio de look. Mi cabello rizado era ahora liso. Bueno tenía un poco de ondas al final, pero era un gran cambio.

Dicen que cuando una mujer cambia su cabello es porque quiere cerrar una etapa y yo deseaba eso.

Las vacaciones por fiestas habían acabado y ahora ya llevaba dos semanas estudiando.

Me sentía algo agotada y estresada porque desde hace dos días que me estoy quedando hasta tarde en el taller de diseño de la universidad porque debía terminar un vestido. Es para la clase de concepto y aún estaba en la mitad. Me faltaba coser algunas cosas y ponérselas al maniquí.

Siempre planeo mis horarios y digo que voy a terminar a tal hora, pero nunca sucede. Soy un caso perdido.

El aula la compartía con otros alumnos, así que escuchaba música a través de mis audífonos. Me relajaba un poco la melodía. Sin embargo, me molestaba cuando una llamada me interrumpía como está sucediendo ahora.

Traté de ignorar la llamada; pero siguió insistiendo.

El vestido en el maniquí lo estaba ajustando con algunos alfileres, así que presioné el botón de los audífonos y contesté. - ¿Aló?

- Ela

- Sí, ¿quién habla? – El celular lo tenía en el bolsillo de mi pantalón y no podía cogerlo. Estaba ocupada con los alfileres.

- Soy Elliot. – sonaba algo preocupado.

- Lo siento. – solté una pequeña risa. – Es que estoy terminando un vestido. ¿Qué pasó?

- No quería interrumpirte, pero necesito que vengas a la casa de Sam.

- ¿Por qué?

- Teo y James están discutiendo. – Dejé de hacer lo que estaba haciendo y le tomé atención.

- ¡Genial! Era lo último que tenía que pasar. – Mi sarcasmo no podía faltar. – Llegaré lo más rápido que pueda. Sólo trata de separarlos.

- Sam está tratando. Pero creo que solo te harán caso a ti.

No podía estar tranquila ni dos semanas desde que llegué.

- Le preguntaré a Camille si es que puede llevarme. – Le habían regalado un nuevo auto.

Sam vivía cerca del mismo vecindario de James. Esa zona estaba como a 35 minutos lejos del centro.

- Está bien. Te espero. Adiós. – colgó la llamada.

***

Tenía más o menos una idea del por qué Teo y James estaban discutiendo. Creo que la bomba al fin había explotado. Sabía que Teo no se iba a aguantar.

- ¿Por qué los hombres tienen que solucionarlo todo con golpes? – habló Camille.

Presionó el botón para que nos abrieran el portón e ingresamos enseguida. Camille se estacionó y Elliot fue el que nos recibió en la entrada. Desde aquí podíamos escuchar los gritos de los chicos. Esto era más grave de lo que imaginé.

- ¿Dónde están? – pregunté.

- ¡En el patio! Pasen. – Camille me siguió.

Apenas entré, vi a Sam en el medio de los dos. Él empujaba a Teo del pecho para que no se fuera encima de James.