El reloj marcaba las tres de la mañana y estaba despierta porque mi celular no dejaba de sonar. No quería contestar. Llevaba días sin poder dormir bien y ahora que lo había conseguido, alguien me interrumpía.Con algo de pesadez contesté.
- Ela....
- ¿James? – reconocí su voz.
- Lo siento. Pero no quiero hablar ahora contigo.
Él era la principal razón del por qué no podía dormir bien.
- Ela, por favor ven...te necesito. – Estaba borracho.
- No puedo – susurré. No quería que mis amigas se despertaran.
- Ela por favor... te necesito más que nunca – suplicó – No sé qué más hacer. Te prometo que no volveré a molestarte. Pero por favor ven esta noche. Necesitamos hablar.
No quería ceder, pero necesitaba que me expliqué todo de una vez. Hay puntos que quedaron inconclusos.
- ¿Ela?
- Estaré en 15 minutos.
Mientras me cambiaba mi pijama por una ropa cómoda recordé que aquel día me había preocupado por James cuando salió lastimado de la casa de Sam.
-Cami... Cami – me acerqué a la cama de la pelirroja y traté de despertarla.
- ¿Qué pasó? ¿Te sientes mal?
Agarró su celular de la mesa de noche.
- ¡Ela! Son las tres.
- Shh, ya lo sé. No hagas bulla. Despertarás a Zoë.
- ¿Por qué diablos me has despertado?
- Necesito que me prestes tu auto – frunció el ceño. – Me acaba de venir la regla y necesito ir a comprar unas cosas a la farmacia – mentí.
La casa de James quedaba a las afueras del centro de NY. Así que sería muy difícil conseguir un taxi a estas horas.
- Hubieras empezado por ahí – suspiró. – Yo tengo unos tampones.
- Mnn no. Yo uso toallas higiénicas. Además de unas pastillas.
- ¿Quién eres? ¿Mi mamá? – soltó una pequeña risa.
- Soy de esas mujeres que lo hacen a la clásica – traté de convencerla.
- Está bien. Pero no demores.
Me dio sus llaves, fui por mi abrigo y salí sin hacer mucho ruido. Además, ahora tenía que escabullirme sin que la residencia universitaria se diera cuenta.
***
No tenía mucha experiencia manejando en nieve, pero hice lo mejor que pude para llegar rápido a la casa de James.
Estar al frente de esa casa me traía muchos recuerdos. Recuerdos lindos que me hicieron sentir feliz y a la misma vez, recuerdos tristes que jamás olvidare.
¿Cómo olvidar aquella noche que el hombre que amaba me dijo "no"?
Toqué el botón del intercomunicador de la casa, dije mi nombre y el portón se abrió.
Entré con el auto y después de estacionarlo fui hacia la puerta principal. Ahí también presione un botón para que me abrieran. Pero como sucedió con el portón, después de dar mi nombre nadie me contestó y solo se abrió.
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"Te amo"..."Lo siento, no eres mi tipo"
RomanceLIBRO 1 ¿Cómo explicarías que un trébol de cuatro hojas te llevó a un país muy lejos del tuyo, en donde conociste un chico artista que coqueteó contigo, tú con él y que puede ser, tal vez, el amor de tu vida, pero cuando le dices "Te amo" él te resp...