James
Estábamos teniendo ensayo en la sala del estudio y las cosas iban bien. Como nunca tocábamos y cantábamos las canciones sin muchos errores o descoordinaciones. Este nuevo albúm tenía que ser perfecto.
Muchas veces me preguntan por qué escogí la música. Pero siempre he creído que fue la música quien me eligió.
Cuando tenía como 9 años, mis padres habían estado discutiendo todo el día, así que me fui sin decirle nada a nadie. Estuve caminando por alrededor de una hora y empecé a sentir miedo cada vez que el cielo oscurecía más. Ya cansando y con los ojos llorosos escuché, a los lejos, una hermosa melodía que provenía de un concierto en el parque. Hipnotizado caminé, tratando de abrirme lugar entre las personas y llegué casi adelante del escenario. Podía reconocer que los músicos estaban tocando varios instrumentos. Entre ellos el violín, chelo, piano, la guitarra y la batería.
Mis ojos iban de un lado al otro tratando de entender como la unión de esos instrumentos formaban una hermosa melodía. Y recuerdo perfectamente, que cuando la hermosa mujer que estaba en el medio del escenario empezó a cantar, sentí como si todo estuviera bien otra vez. Cerré los ojos por momento y me dejé llevar. Ya no existían los problemas. Solo estaba yo.
Desde ese momento, supe que la música estaría para mí. Cada vez que toco la guitarra, el piano o cantó, siento desaparecer esos miedos. Esos recuerdos de mi niñez.
-Tomémonos un descanso de 30 minutos ¿les parece? – Elliot me sacó de mis pensamientos y dejé de tocar la guitarra. Los otros hicieron lo mismo.
- Sí. Necesito este descanso. Ya estoy hasta sudando y creo que apesto.
- Sam, nadie quiere saber eso. – Teo lo miró molesto y así fue como empezaron a jugar a las luchas. Yo no pude evitar reír. Esto era un espectáculo que disfrutar.
Fui por un poco de agua de la mesa de comidas y bebidas que teníamos y uno de los de seguridad del estudio se me acercó.
-Señor James, hay un joven que ha venido preguntando por usted y lo está esperando en la sala de espera 5.
- ¿Te dio su nombre?
- Mark – apenas escuché la respuesta y salí disparado hacia la sala. El de seguridad caminó detrás mío.
Tenía una mezcla de sensaciones. ¿Por qué Mark estaba buscándome? ¿Qué quería?
-Estaré bien, no te preocupes – le dije cuando llegamos a la puerta de la sala 5 – Yo lo conozco – El de seguridad asintió y se perdió entre los pasillos.
Furioso abrí la puerta - ¿Me puedes decir qué mierda haces aquí? – cerré y vi al rubio.
-Pero que maneras son estas de recibirme – Mark estaba sentando en uno de los sofás mirándome como si yo fuera una broma – Me siento muy cómodo. Así que te daré la oportunidad de que me preguntes cómo he estado.
-No deberías estar aquí. Te dejé muy claras las cosas la última vez que nos vimos – solté un suspiro.
-Eso no te lo crees ni tú. Mira como luces todo nervioso – su tono de burla no mejoraba la situación. Él notó mi enojo y se levantó. -Sabes perfectamente que no puedes olvidar lo que pasó.
Sus ojos azules trataron de hipnotizarme. Siempre lo hacían.
-Me está yendo bien en mi carrera y estoy con alguien – tenía que ser fuerte. No podía dejarme manipularme.
-Sí. Ya me lo imaginaba – se acercó. Mark era de la misma altura que yo – Y eso no me importa. Así como pasó con tu ex – la mención de Cleo solo trajo recuerdos que me ponían susceptible.
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"Te amo"..."Lo siento, no eres mi tipo"
Storie d'amoreLIBRO 1 ¿Cómo explicarías que un trébol de cuatro hojas te llevó a un país muy lejos del tuyo, en donde conociste un chico artista que coqueteó contigo, tú con él y que puede ser, tal vez, el amor de tu vida, pero cuando le dices "Te amo" él te resp...