『Reiji』レイジ

・゜★First Chrismas☆゜・

°Especial de Navidad.[Spin off]

°No alterará el flujo de los hechos.

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Cuidad de Tokio, 6 de diciembre.

-¿Mamá, ue es eso? -La niña apuntaba un árbol gigante que estaba en medio de la plaza, adornado con luces de colores y pelotas de plástico brillantes, también tenía otros elementos cómo flores de género y mucha brillantina. Y justo en la punta, había una estrella gigante que decoraba todo el pino.

Reiji miraba como aún habían personas montando el árbol y colocando todos los detalles faltantes.
Suspiró y el vaho salió de su boca.

Estaba haciendo más frío de lo que imaginó, no tenía duda que comenzaría a nevar muy pronto.

-Es por la Navidad, cariño -dijo la azabache mientras se agachaba a la altura de la más pequeña. Yui miraba con ojos curiosos a su mamá mientras le ordenaba el abrigo y abrochaba los botones de la chaqueta hasta arriba.

-¿Abidad? -pronunció mientras que la azabache le colocaba una bufanda alrededor del cuello y se aseguraba que le cubriera la boca y nariz.

Reiji rio por la pobre pronunciación.

-N.A.V.I.D.A.D -se levantó de la posición en la que estaba y estiró la mano para que la niña la agarrara- es una fiesta religiosa impuesta por la Iglesia, supuestamente se celebra el nacimiento de un "semidios", pero la verdad es que solo eligieron estas fechas porque era muy popular en esa época la festividad de Yule y el solsticio. Para ganar más seguidores, la Iglesia inventó que Jesús había nacido justo para el solsticio y arruinó por completo la festividad pagana.
Después de todo, la Iglesia no logró su objetivo de evangelizar por completo porque, hoy en día, las tiendas hicieron este un día comercial y siendo lo más importante los regalos recibidos. -Reiji miró a su hija que tenía los ojos prácticamente de espiral. Se dio cuenta que Yui no entendió nada de su discurso, y no la culpaba, era solo una pequeña niña que estaba aprendiendo hablar.

Se dio una bofetada mental.

-Es una época donde se dan regalos unos con otros -explicó esta vez Reiji, intentando esconder su vergüenza.

-¿Degalo? -Los ojos rosas brillaron. A ella le gustaban mucho los regalos ¡De verdad le gustaban, más si eran sorpresa!- ¡Mamá io uielo degalo! -dijo mientras daba saltitos en su puesto.- ¡Io uielo mami!

La niña de cabellos rubios miraba con ojos suplicantes a los magenta de su progenitora.

-«¿Ahora, cómo le explico que no es una fecha de celebración para los de nuestra especie?» -miró los ojos de Yui que brillaban de forma anhelantes y esperanzados. Tragó en seco.

Su hija era demasiado adorable.

-Bien, la celebraremos, pero deberás esperar hasta el 25 de diciembre para tener regalos. -dijo la azabache mientras comenzaba a caminar con Yui de la mano. La más pequeña saltaba de alegría ¡Tendría más regalos!

La más alta solo sonreía al ver el entusiasmo.

Decidió que sería bueno pasear por la gran capital de Japón, se podía apreciar a las personas adornando los postes con más luces y paneles con formas navideñas típicas. También pasó por los famosos "árboles de luces", ubicados en la calle principal donde arriba de uno había más luces que estrellas en la noche. Aunque recién las estaban instalando.

Después del largo paseo fueron de vuelta a su casa en el Makai, donde Reiji comenzó a trazar planes para adornar la morada y preparar chocolate caliente para su rubia favorita.