En el salón principal estaban reunidos los invitados, todos sus hermanos incluyendo a cada progenitora.
Dirigió su vista hacia su madre, aún le sorprendía la forma de vestir tan anticuada de la mujer. Usaba un vestido completamente cerrado de faldón espeso y largo. El cuello era cerrado y alto, lo cual dejaba solo la piel de su rostro al descubierto, ya que incluso sus manos estaban cubiertas por guantes de seda.
Aún cubiertas por todas esas telas, se veía despampanante, inclusive parecía resaltar aún más su belleza natural.
Christa era otro buen ejemplar, vestida de forma elegante pero no osada. Dejaba al descubierto sus brazos y parte de su cuello, resaltando su silueta y delicadas facciones.
Podía notar incluso a su distancia que sus ojos estaban vacíos.
- «Con razón se encuentra tan calmada, está siendo manipulada» -pensó viendo a la pobre marioneta.Desde otro lugar de la habitación, notó cómo Subaru la observaba con
una mirada triste y desoladora.Cerró los ojos y negó con la cabeza, apartó todo pensamiento relacionado y miró para otra dirección.
Esta vez, su mirada se posó sobre la primera esposa.
Cordelia.
Llevaba un vestido de color vino que se ajustaba a su cuerpo como una segunda piel. Un costado de la falda estaba abierto, por lo que su pierna izquierda quedaba al descubierto cuando caminaba. Su escote en forma de corazón era peligrosamente pronunciado y su espalda estaba descubierta con hilos cruzando sobre su carne.
No podía negar que la mujer se veía completamente apetecible, logrando uno de sus objetivos iniciales, tener toda la atención de los presentes.
No pudo seguir con su análisis, el viejo hizo acto de presencia en su balcón.
Puso los ojos en blanco.
-Aquí vamos de nuevo -suspiró hastiado.Todos comenzaron con la rutina de todas la fiestas. Aburrida para la mayoría pero necesaria para que no les corten la cabeza.
Después del credo, el Rey tomó la palabra haciendo enmudecer a la multitud.
Comenzó con el típico discurso en la que nombran a las esposas y luego a los respectivos hijos.
El rubio no pudo evitar bajar la cabeza al notar, como últimamente lo han hecho, que habían ignorado el nombre de su hermana.Cuando el Rey terminó, todos hacían el amago de dispersarse e ir a socializar.
Pero la música no comenzaba y el de ojos dorados volvió a tomar la palabra.
Por primera vez su voz se volvía interesante para sus oídos.
Y después.
Creyó que estaba viendo otras de sus tantas alucinaciones.
• ────── ✾ ────── •
Estaba detrás de una puerta junto con el peliblanco. Él haría el anuncio de que su única hija había regresado de Irlanda después de concretar unos intensivos estudios sobre historia, ciencia y lenguas.
Todo, claro, siendo una farsa pero perfectamente creíble al oído del público.
Reiji tomó aire cuando se pidió silencio en el salón.
Antes que su padre tomara su posición, le susurró las últimas palabras.
-Y recuerda, nada de dar detalles puntuales. Desvía el tema si te preguntan demasiado. Sé que eres buena persuadiendo.
Y ante todo--Yui no existe. -Completó.
El Rey vampiro asintió e hizo acto de presencia ante el público.
Hubo un lapsus donde mucha gente aplaudió y comenzaron a recitar los votos de devoción hacia el Rey. Luego todo fue silencio.
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『Reiji』レイジ
VampiroElla era la segunda hija del Rey vampiro y de Beatrix, la segunda esposa. La única nacida con el codiciado don que muchos clanes deseaban febrilmente. Ella era la única que poseía una belleza que ponía los nervios a flor de piel a la primera esposa...