Los días pasaban con rapidez, no volvimos a comentar nada acerca de aquellos besos, no sabíamos como comentarlos y preferíamos dejarlos en el aire, como si nunca hubieran sucedido, aunque los tres sabíamos que había pasado.
Definitivamente intentábamos fingir que el pasado catorce de febrero no había sucedido, hasta Lily rehuía a eso, a veces James y yo la molestábamos pero no tanto. Severus, sin embargo, no me había dejado de decir que por favor lo perdonara por lo sucedido ese día.
— Sev— Reí deteniéndome frente a él, íbamos camino a una de nuestras clases cuando el chico había sacado el tema al aire—No estoy molesto, eres mi amigo, y que te guste Lily no cambiara nada. Sabes hasta harían una bonita pareja.
— Lily no me gusta... O sea, no de la forma en la que tu crees, ella es mi amiga y la aprecio pero...
— Pero no te gusta, gusta. Entonces simplemente la besaste porque sí.
— ¿Me creerías si te dijera que sí?
— Sí, claro que lo haría, sería hipócrita sino lo hiciera— Bufe recordando el beso con Remus y después con James, había sido una mañana movida. — Ves, todo está resuelto, deja de pedir perdón por nada.
— Gracias por creerme.
— ¿Por qué no lo haría? Eres mi amigo, te confiaría mi vida, Severus.
— ¿De verdad?
— Sin dudarlo.
Y desde ese momento intentaba que el joven Snape dejara de pensar en ese día. No era tan difícil después de que febrero llego a su fin todos los alumnos de quinto y séptimo año parecían no tener otra cosa que hacer que estudiar.
Ni siquiera los merodeadores habíamos sido capaces de hacer algún tipo de broma en lo que llevaba del tiempo, estos eran seguramente los meses más sencillos que había pasado McGonagall desde que habíamos entrado en Hogwarts.
Por suerte nos teníamos, todos teníamos un fuerte de las materias. James era un increíble alumno de transformaciones, aunque a McGonagall no le gustaba alargarlo sabía que estaba bastante feliz con su rendimiento académico; Remus tenía grandes conocimientos en pociones, era unos de los mejores de la clase –aunque nunca superaba a Severus-, y nos enseñaba con gran esfuerzo cada uno de los elementos de las posibles pociones que evaluarían; Sirius insistió en ser él quien nos diera un curso intensivo de defensa contra las artes oscura, su casa estaba plagada de aquellos males así que había tenido que aprender mucho más que los otros; Peter... bueno él era estudiante fijo en cada uno de los talleres; Y yo tenía la labor de enseñar encantamientos, una de mis materias favoritas.
Para subrayar la importancia de los próximos exámenes, una serie de folletos, prospectos y anuncios relacionados con varias carreras mágicas aparecieron encima de las mesas de la torre de Gryffindor, y en el tablón de anuncios colgaron un letrero que decía:
ORIENTACIÓN ACADÉMICA
Todos los alumnos de quinto curso tendrán, durante la primera semana del trimestre de verano, una breve entrevista con el jefe de su casa para hablar de las futuras carreras. Las fechas y las horas de las entrevistas individuales se indican a continuación.
— Tengo mi entrevista mañana después de cuidado de las criaturas mágica, así que probablemente me salte herbología.
— Suertuda—Murmuró Peter—a mi me toca un sábado, no podré saltarme ninguna clase.
— No deberías saltarte ninguna, Colagusano— Se burló Sirius— No si quieres pasar a sexto año con nosotros.
— Estoy bien en las materias— Se quejo el pequeño rubio.
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Secretos de una Merodeadora
Fanfiction- Evans y Potter castigados, en un problema que ni siquiera iniciaron juntos ¡No entiendo! ¿Qué les paso?-Interrogó la profesora McGonagall frente a nosotras. Estaba iracunda, no era mi culpa que estuviéramos así, menos que allí, él había iniciado y...