Capítulo 6

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Capítulo 6

Poppy y RAB 

« Donde siempre a la hora final de sol. R.A.B.», aquellas palabras estaban escritas en una hoja que me había llevado mi lechuza. Los muchachos habían intentado descubrir porque una lechuza me había entregado una lechuza en pleno medio día, pero les había dicho que era un mensaje de mamá.

— Mamá no me escribió a mí. — intervino Lily, dándome a entender que no me creía nada lo que decía.

— Sí, pero la cosa es que yo le escribí a mamá hace unos días, tú no lo hiciste. Ella simplemente respondió a la carta.

— ¿Y se puede saber porque tanto secretismo?

— Son cosas privadas, si no les importa chicos me voy, los veré mañana— Me levante del sillón en el que estaba con mi hermana y corrí escaleras arriba hasta llegar a la habitación de los muchachos.

Cuando entre Peter saltó un poco asustado, parecía esconde algo bajo su cama, ya que tenía la boca llena de chocolates no me costó mucho averiguar que era.

— No deberías estar robándole el chocolate a Remus, Peter, sabes lo celoso que es con eso.

— Pero... Pero es tan delicioso.

— Y estoy seguro que el te daría si tu lo pidieras.

— No es así.

Estaba de acuerdo con él en ese punto, Remus tenía un « escondite secreto» donde ocultaba los chocolates, era lo único que lo hacía sentir mejor luego de las noches de luna llena. Además siempre tenía una reserva extra para mí, por lo que no me convenía que nuestro pequeño ratón se la comiera.

— No le diré, pero debes dejar de comerlo. Ahora. — Me acerque a la mesa de noche de Sirius y la abrí buscando el mapa.

— ¿Qué haces?

— Busco el mapa, ¿Sabes donde lo dejo?

— Bajo su almohada— Señaló el chico— ¿Por qué te lo llevas, Sirius está a cargo de él esta semana?

— Yo no le diré que me lo llevé y tu tampoco lo harás— Señalé ocultando el mapa en mi túnica— ¿Trato?

— Jillian... soy malo mintiendo, lo sabes, todos lo saben. Me pongo nervioso y comienzo a tartamudear, Sirius sabe como intimidar.

— ¿Hablamos del mismo Sirius que lleva a todos lados un espejo? Vamos, Peter, por mi, siempre que puedo te defiendo de todos.

— ¿Por qué no se lo pides a él?

— Porque preguntara para que lo quiero y no deseo dar explicaciones acerca de eso.

— Jillian ¿Qué estás haciendo?

— Confórmate con saber que no es nada malo, Peter— Me acerque a él para dejar un beso en su mejilla— te veo mañana.

Salí de la habitación de los muchachos y fui a la mía, no necesitaba el mapa, pero sabía que de tenerlos ellos me buscarían en él. No es como si Regulus y yo hiciéramos algo malo, solo éramos dos amigos hablando, pero sabía que los chicos comenzarían a decir tonterías y prefería ahorrármelo.

Ya en mi cuarto me detuve frente al peinador y tome una goma para recoger mi ahora rubio cabello, deje algunos mechones sueltos al frente y me quite la túnica quedándome con mi falda y la camisa blanca manga larga.

Oculte el mapa del merodeador dentro de mi almohada, y baje las escaleras de la torre de manera tranquila. Los chicos ya no estaban en el salón por lo que supuse que no tendría mucho tiempo antes de que alguno se preguntar donde había ido el mapa del merodeador, menos antes de que Peter les soltara la sopa.

Secretos de una MerodeadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora