Shadamy [One-Shots]²

En otra dimensión...

Personajes con sexos opuestos

– ¡Colitas! - El erizo la abraza con fuerza, hace tiempo que no iba a su taller para visitarla, Millie una zorrita de color amarillo.

– ¡Rosel, me lastimas! - Se queja y se separan, ella lo observa más animado, sus ojos jade brillan con emoción y una felicidad nunca antes vista, su pelaje rosado y sus púas cortas lo hacen lucir muy atractivo – ¿Y ese cambio? ¡te ves genial!

– Jaja gracias - Sonríe avergonzado – ¿Dónde está Chase? - Pregunta por el conejo, han pasado años y existen rumores de que la zorra y el conejo andan juntos.

– ¡¿Rosel?! - Un conejo alto con una charola llena de galletas grita contento, deja la bandeja sobre la mesa de trabajo de colitas y se acerca para abrazar a su mejor amigo.

– ¿¡Chase?! - Corresponde el abrazo - ¡Mira que alto estas! no puedo creerlo, estabas tan pequeño cuando nos conocimos y mírate, tan rápido pasan los años - Finge llorar y ambos se abrazan con más fuerza.

– Te fuiste por mucho tiempo - Le reclama molesto – Ni siquiera te molestas en enviar cartas, debería dejarte sin galletas pero... sabes que no puedo hacerlo - Suspira rendido, Chase siempre ha sido así de dulce.

– ¿Qué tal tu viaje, trabajar con GUN fue buena idea? - Pregunta Millie robando una galleta de la charola.

– Es la mejor decisión que pude tomar, trabajar con Shannon es divertido y entretenido... ¿Y Sonia? - Pregunta.

– Ya sabes, aquí o allá corriendo y salvando a la gente. Desde que te fuiste se ha vuelto apartada, raramente viene - Dice Chase preocupado, después de todo Sonia es su amiga. 

– Ya veo - Rasca su nuca pensando en algún lugar donde pueda estar su segunda mejor amiga, no puede esperar para dar la nueva noticia – ¡Lo tengo!

– Entonces dale saludos de mi parte - Millie ofrece galletas, él la toma agradecido ¡su sabor es incomparable!

– ¡Espera! no te vayas aún - El conejo entra a la casa con rapidez, Millie ya conoce esa mirada, su novio es tan predecible.

Segundos después, Chase sale con una bolsa de almuerzo llena de galletas y se las entrega al rosado.

– Disfruten, un regalo de mi parte - Le guiña cómplice, Rosel traga grueso, hace tiempo que no siente nada por la azulada.

– Gracias - Las toma con gusto y se despide, retoma el camino por el parque sin preocupaciones.

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– ¡Oye, Sonia! - A lo lejos, la voz de Rosel se reconoce al obstante, la eriza voltea impresionada, ella creyendo que se trataba de alguna alucinación.

Su lugar favorito, permanecer acostada para tomar la brisa debajo del árbol, como en los viejos tiempos.

– ¿Qué haces aquí? - Pregunta anonadada, no cree lo que ve.

– Perdón si molesto - Se sienta a su lado, el fresco frio es reconfortante y agradable, le encanta – Chase invita - Le entrega la bolsa repleta de galletas.

– Ese niño, siempre es tan considerado - Sonríe nostálgica – No pensaba verte hasta navidad - Dice sincera.

– Quería venir cuanto antes, no podía esperar para decirles a todos – Comenta, Sonia se preocupa, aquella felicidad en su rostro, sus ojos tan brillosos y el color de sus mejillas sonrojadas con un dulce color.