La flor del amor²

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— Bien niños, eso es todo por hoy, los veo mañana temprano – La maestra Vainilla se despide, preocupada por Silver se aproxima antes de que salga del salón.

Speed y Tara se apresuran a guardar sus cosas, Silver está listo, pero antes de irse los tres observan a Vainilla llegar, «Oh no».

— Silver, ¿Podemos hablar? – Amigable, Vainilla deja claro que quiere hablar solamente con Silver.

Speed da una rápida mirada a su mejor amigo, tras ascender, él toma de la mano a Tara para sacarla del salón, ya que no entendió.

— Te esperamos afuera – Dice el cobalto tras cerrar la puerta junto con Tara, ambos se quedan pegados a la puerta para poder escuchar.

Silver observa a Vainilla, puede sentir su preocupación.

— Te ví un poco distraído en clase – Argumenta con calma — ¿Todo está bien con tus padres? – Atenta a las expresiones del menor, Vainilla sabe que no todo está bien, necesita hablar con Amy.

— Si, solo creo que no dormí suficiente, prometo poner más atención la próxima clase – Ansioso por irse, le sonríe fingiendo tranquilidad.

Vainilla no vuelve a preguntar nada, se queda callada observando su sonrisa y creé que es sincero.

— Está bien, pero tienes que dormir bien o podrías enfermarte – Regaña un poco a lo que él asciende.

«¡Perfecto!» piensa Silver, ser hijo de la forma de vida perfecta le da ese don para mentir, aunque su madre dice que no es algo de lo que deba sentirse orgulloso, su padre a veces sonríe al notar el engaño.

Sale y al abrir la puerta, Speed y Tara escuchan el movimiento y el azulado jala a su amiga tan rápido para no caer.

— ¿Listo? – Speed mira a Silver salir y cerrar la puerta del salón.

— ¡Siempre!.

— Dijiste que tu padre vendría – Speed se encuentra molesto, Tara nos dijo que el tío Knuckles, su padre, vendría a recogernos, pero ya lleva diez minutos de retraso

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— Dijiste que tu padre vendría – Speed se encuentra molesto, Tara nos dijo que el tío Knuckles, su padre, vendría a recogernos, pero ya lleva diez minutos de retraso.

— ¡Me lo dijo en la mañana! – Contesta con tristeza y decepción — Espero que no se le haya olvidado...

— Solo tenemos que ser pacientes – Digo.

— Si vamos tú y yo corriendo probablemente lleguemos más rápido, si no fuera por ella que no puede seguirnos el paso – Señala con la mirada a nuestra amiga echidna.

— ¿Cómo?, repite lo si tienes agallas – Tara se enoja con facilidad, se gira a Speed apretando los puños con fuerza.

Mientras ellos discuten, yo observo la camioneta de Knuckles girando en la esquina, eso es bueno.

— Tranquila, no tienes por qué enojarte, fue solo una broma – Escucho a mis espaldas a Speed tratando de calmar a Tara.

— ¿Una broma? – Los veo a ambos — ¡Pues ya me cansé de tus bromas!, ¡enano azul!.

Shadamy [One-Shots]²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora