Prohibido comer

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La pierna que fingía ser de erizo sale volando hasta aterrizar entre arbustos y troncos desbaratando la carne de soya.

— ¡Shadow! – El contrario gruñe molesto por el engaño con la carne, él creyendo que se trataba de un exquisito pedazo de pierna de erizo, pero sigue siendo engañado por la eriza y sus intentos de hacerlo comer soya.

¿Cómo es que una criatura como él, debe comer soya? ¡Tonterías!, necesita esa carne para sobrevivir.

O eso es lo que cree, pues desde hace años, siempre ha sido así.

— Vamos, es la quinta esta semana – Desesperada corre hasta llegar donde la pierna se encuentra, o lo que resta de ella.

Toda la carne se encuentra en distintas direcciones en pedazos de diferentes tamaños, una parte de ella se siente derrotada, pero su resistencia no la dejará hasta lograr que ese lobo pruebe un bocado de la soya, aunque sea pequeño.

Con la cabeza arriba, su pecho afuera y su cola en el suelo, el lobo le da la espalda mientras camina para adentrarse en el bosque y encontrar comida por su propia cuenta.

Pero antes de dar un paso más, ella lo nota y se aproxima con velocidad para lanzarse, dejarse caer sobre su cola y abrazarla con fuerza.

Sus brazos se unen formando un tipo de cadena para no resbalar ni caer.

Cerca de lanzarle una mordida, Shadow gira su cabeza para mirarla de soslayo, observa debajo de su hombro mientras mueve su cola para ver como ella se encuentra disfrutando de su pelaje.

Suelta el primer gruñido de advertencia, mientras tanto mueve su cola para que ella lo suelte pero no parece funcionar.

— ¡No hasta que pruebes un poco! – Grita impaciente tras rasguñar su mejilla con una de las púas traseras — siempre hago lo que quieres, ahora te toca devolver el favor, ¿Qué haces tú por mi?.

De forma inevitable, Shadow mueve su cola con tanta fuerza que es capaz de hacerla caer al suelo con mucho dolor.

Instantáneamente retrocede al verlo acercarse con los ojos bien puestos sobre ella, mostrando sus dientes afilados y su espalda rígida.

La arrincona con la espalda en el árbol. No es que le tenga miedo, pero no se puede evitar la impresión de lo intimidante que puede ser.

— Además de protegerte todas las noches ¿me pagas con una miserable carne de soya?.

Su voz es grave con un tono fuerte y un tanto peligroso; se siente afortunada de escuchar su voz, pocas veces él logra hacerlo, pero resulta casi imposible y muy raramente se logra como es el caso.

— Nunca te he pedido protección – Argumenta risueña — lo haces por que quieres – El lobo rueda los ojos al saber que por más que quiera negarlo ella tiene razón — Y quiero devolverte el favor.

Ya sabes que hacer, solo necesito que vayas a la ciudad y...

— No gracias, encontraré otros métodos – Se levanta del pasto sacudiendo su vestido de la parte trasera, aprovechando que Shadow está distraído, se acerca para abrazarlo en el pecho.

Ni siquiera alcanza a rodearlo completamente, su pelaje cuando está calmado es sumamente suave.

Ella lo ayuda con un cepillo para cachorros, objeto que al principio detestaba y consideraba innecesario.

Amy reposa en el pecho de Shadow, se puede escuchar el sonido de su estómago rugiendo... pobre.

— ¿Cuántos días llevas sin comer carne de...? – Se sobresalta al ver el hocico de él tan cerca de su rostro.

Shadamy [One-Shots]²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora