4 años han pasado desde aquella despedida del entrenador y la pelimiel, y también 4 años en que el entrenador se esforzó al máximo para poder al fin ganar una liga. Durante este tiempo, aquella bonita amistad entre estos 2 comenzaba a desaparecer. Claro, hablaban de vez en cuando, pero con el paso del tiempo se comenzaron a distanciar cada vez más y más.
Era una hermosa noche en Pueblo Paleta, Ash en este momento se encontraba en su hogar, tomándose un pequeño descanso ya que recientemente se había coronado como campeón de su región natal. Si bien el camino fue difícil, hubieron ciertas palabras que lo motivaban a seguir, a dar lo mejor de él.
—Al fin lo hicimos, al fin ganamos una liga—Le dijo con orgullo a su mejor amigo mientras se echaba en su cama
—¡Pikachu!—Respondió alegre el roedor eléctrico.
—Pero...Sinceramente no me siento conforme, siento que me falta algo—Dijo mientras lo acariciaba
Si bien han pasado sólo 4 años, Ash ya no tenía únicamente batallas Pokémon en su cabeza. Había madurado, y mucho. Por desgracia no fue por algo bueno, la muerte de su madre fue una de las mayores causantes de esto. 2 años han pasado desde su partida.
Ash se levantó de su cama, camino a un pequeño armario. De este sacó una mochila la cual reconocía a la perfección pues fue la que llevó a la región Kalos. Buscando entre las cosas que llevaba, se encontró con una foto muy especial para él. Acto seguido la tomó y se sentó en su cama, mientras la observaba.
—Aún no puedo creer cómo nunca me di cuenta de algo tan obvio—Pensó mientras miraba la cercanía de él y Serena con una mirada de nostalgia—¿Qué estarás haciendo en este momento?
Aunque el entrenador no haya tenido mucho contacto con la pelimiel durante todo este tiempo, él siempre estuvo observando sus espectáculos en la televisión. Se llenó de orgullo al haberse enterado de que logró coronarse como reina de Kalos luego de volver de Hoenn. Por desgracia, en ese tiempo, la poca comunicación que había entre ellos 2 ya se había cortado completamente.
Al parecer, haber ganado la liga no era suficiente, pues al entrenador le faltaba algo, al principio no comprendía qué era, pero con el tiempo, poco a poco se fue dando cuenta. No era "algo", era "alguien", y sabía perfectamente quién era. Necesitaba verla, necesitaba estar con ella y compensar todo el tiempo que estuvieron distanciados. Todo este tiempo no paso en vano pues el entrenador pudo comprender muchas cosas, entre ellas, sus sentimientos que poco a poco se fueron creando hacia la chica.
—¡Ya sé qué es lo que haré! —Dijo con determinación mientras guardaba la foto—Amigo, ¿estás listo para otro viaje?
—¡Pikaaaa!—Respondió alegre el Pokémon
—¡Bien!—Dijo mientras tomaba sus cosas—No dejaré que esto acabe así, simplemente no puedo, Serena, espero que no sea tarde, voy a compensar todo el tiempo perdido contigo—Pensó.
Ya habían pasado algunas horas desde que Satoshi decidió regresar a Kalos para volver a ver a la chica que tanto ha extrañado. Ya estaba en el avión, esperando a que este aterrice mientras observaba con nostalgia aquella hermosa región donde tantos buenos recuerdos había tenido.
—Pikachu, estamos de vuelta—Le dijo a su amigo con una gran sonrisa mientras observaba por la ventana.
—¡Chaaaa!
5 minutos después el avión aterrizó, Ash comenzó a bajar de este. Cuando ya estaba fuera, comenzó a observar el entorno con una gran sonrisa.
—He vuelto.
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¿Perderte? ¡Ni loco!
FanfictionHan pasado cuatro años desde aquella despedida en el aeropuerto de Kalos. Ash Ketchum finalmente se ha coronado como campeón. Pero se siente incompleto, hay algo que le falta. ¿Qué será?