Ciudad Luminalia, 09:00 AM
Estaba caminando por las hermosas calles de Ciudad Luminalia. Mientras observaba el lugar, no pude evitar llenarme de nostalgia al recordar todas esas aventuras que viví con mis amigos. No pude quitarme a Serena de la cabeza en todo el viaje hacia acá, pensaba en qué le diría, pues no puedo llegar después de tanto tiempo a saludarla como si nada, ¿no?
Estaba tan metido en mis pensamientos que sin querer choqué con una persona la cual al parecer llevaba un celular en su mano, causando que este cayera al suelo.
-¡Oye idiota!, ¡ten más cuidado!-Me dijo aquella persona con un tono de voz molesto mientras recogía su celular y se daba la vuelta para mirarme-Te juro que si le pasó algo a mi celular te voy a...-No pudo terminar.
-¿¡Qué te pasa!?-Le respondí de mala gana-¡No moles...-Al igual que con el otro sujeto, no terminé de hablar, ya que al verlo, lo reconocí al instante
Hubo un pequeño silencio mientras nos mirábamos fijamente. Supuse que los 2 teníamos las mismas caras de idiotas
-¡¿Ash!?-Me dijo aquella persona en voz alta.
-¿¡Gary!?-Respondí con el mismo tono de voz
-¡Ash-boy!-Dijo Gary con felicidad, levantando aún más la voz, haciendo que varias personas se nos quedaran mirando como si fuéramos unos bichos raros, y no los culpo.
-¡Pika!
-¿¡Qué demonios estás haciendo aquí!?-Le pregunté, sin poder creer que me había encontrado con mi antiguo rival y amigo.
-¿Esa es tu forma de saludarme después de no vernos por tanto tiempo?-Dijo Gary haciéndose el indignado.
-¡Lo siento!-Me disculpé-Pero es una completa sorpresa encontrarte aquí
-Lo mismo digo, pensé que estabas en Kanto descansando, pues recientemente ganaste la liga. ¿Qué te trajo de vuelta hasta acá?
-Es una larga historia-Respondí recordando la noche anterior-¿Te parece si vamos a comer algo?
-¡Claro!, después de todo no he desayunado-Aceptó mientras le rugía el estómago.
Con el tiempo, mi rivalidad con Gary fue desapareciendo, pues comenzó a alejarse de las batallas, interesándose más en ser estudiar a los Pokémon, su nueva meta ahora era convertirse en un gran investigador Pokémon al igual que su abuelo. Aún así, siempre nos mantuvimos en contacto, él siempre estuvo ahí, consolándome por la muerte de mi madre, dándome consejos cuando los necesitaba, hablándome de los Pokémon que había tenido la oportunidad de conocer, entre otras cosas. Una gran amistad y confianza se creó entre nosotros 2, lo veía como a un hermano en el cual podía confiar plenamente mis penas y secretos. Sin embargo, nunca le conté sobre lo de Serena, ya que aún no se sentía listo para hablar sobre ese tema con alguien. La última vez que nos habíamos visto fue antes de que entrara a la liga de Kanto.
Nos encontrábamos en una cafetería, sentados mientras nos poníamos al día, disfrutando de una taza de café y comíamos unos pastelillos.
-Entonces Gary, ¿qué te trae por Kalos?-Pregunté con mucha curiosidad.
-Pues como bien sabes, ahora me dedico a estudiar a los Pokémon, y después de tu travesía por esta región, me percaté de que hay bastantes que son muy interesantes. Me llamaron mucho la atención, y qué mejor que venir directamente hacia acá para estudiarlos-Respondió mientras tomaba su taza y comenzaba a beber de ella-Pero tú aún no respondes mi pregunta. ¿Por qué has vuelto a esta región? Normalmente cuando vuelves de una región, te vas a otra completamente diferente. ¿Qué te hizo volver?
En ese momento, me puse un poco más serio, pues no había olvidado para nada la razón de estar aquí de vuelta.
-¿Te acuerdas de la chica pelimiel que estuvo en el campamento del profesor Oak?-pregunté, esperando una respuesta afirmativa.
-¿Hablas de la que encontraste sola en medio del bosque?-Preguntó mientras una imagen aquella niña se le venía a la cabeza.
-Esa misma
-Claro, cómo olvidarla, pues ella no se separaba de ti, era como tu sombra-Dijo Gary riéndose-la primera novia del pequeño Ashy-boy.
-¿¡P-Pero qué estás diciendo!?-Dijo avergonzado mientras sentía mis mejillas arder, me había sonrojado. Al parecer Gary lo pudo notar. Sin embargo, sólo guardó silencio.
-En fin, la recuerdo. Pero, ¿qué tiene que ver ella aquí?
-Más de lo que crees-Respondí-Escucha con atención.
Y así, le conté desde mi reencuentro con ella aquí en Kalos, hasta esa noche en que decidí volver, contándole también sobre mi despedida con ella en el aeropuerto, cosa que Gary no pasó por alto.
-¡Eres un idiota!-Exclamó Gary mientras me daba un coscorrón-¿¡Cómo puedes ser tan ciego!? ¡incluso te dio un maldito beso y aún así la dejaste ir!-me reprochó Gary mientras sólo lo miraba, acariciándome la cabeza-¿al menos te has preguntado cómo se ha sentido ella después de lo que pasó?, ¿al menos has sabido algo de ella este último tiempo aparte de ver sus espectáculos por la TV?-Preguntó totalmente serio.
Sólo me limité a agachar la cabeza, lo que Gary decía era cierto. Durante este tiempo que dejamos de hablar, no había sabido algo de ella, únicamente miraba sus espectáculos por televisión.
-Ash, más te vale actuar rápido-Dijo mientras se calmaba y se volvía a sentar.
-Lo sé, fui un completo imbécil, pero si estoy aquí de nuevo es por ella, quiero compensar todo este tiempo perdido.
-Bien-Respondió Gary mientras se calmaba-si necesitas ayuda en algo, cuenta conmigo.
- Pero, ¿y tus investigaciones?, ¿no vas a volver a Kanto?-Respondí sorprendido
-Las investigaciones pueden esperar. Por ahora, mi objetivo será ayudarte lo más que pueda-Dijo con una sonrisa
-Gary...Gracias
-Soy el mejor, lo sé-Dijo presumiendo-Pero no me agradezcas aún, Ashy-boy.
Una vez salimos de la cafetería comenzamos a caminar, mientras seguíamos conversando. En cierta tienda, me encontré con la típica vitrina en donde hay televisores. Lo que me llamó la atención fue un anuncio que estaba puesto en una de las televisiones. En él, salía que en unos 2 días habría una presentación, una hecha por la misma reina de Kalos, la cual era Serena. Para mi fortuna, la presentación sería en Ciudad Luminalia, justo en donde me encontraba ahora mismo. giré la cabeza para mirar a Gary
-Ya sé qué es lo que haré.
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¿Perderte? ¡Ni loco!
FanfictionHan pasado cuatro años desde aquella despedida en el aeropuerto de Kalos. Ash Ketchum finalmente se ha coronado como campeón. Pero se siente incompleto, hay algo que le falta. ¿Qué será?