RETAZOS KAKASAKU

HUELLAS EN LA NIEVE

La blanca nieve caía sin mermar cubriendo con su manto blanco la aldea de Konoha. Era un espectáculo hermoso ver como la nieve caía cubriendo los arboles, las casas y todo lo que estuviera a sus pies.

Los niños jugaban a bolas de nieve, la demás gente se apresuraba a llegar temprano a sus hogares para poder convivir con sus respectivas familias.

Era una época esperada por todos, menos para un platinado que era conocido por odiar la navidad.

A lo lejos se podía observar como  el Hokage hiba caminando a paso apresurado, maldiciendo la nieve y él frío que se colaba en su abrigo y entumecia sus pies.

-Tengo que poner la calefacción cuando llegue a casa -Se dijo así mismo cubriéndose con su bufanda y metiendo sus manos a sus bolsillos.

A lo lejos Kakashi observo como hiba Naruto con Hinata con sus dos pequeños, haciendo las ultimas compras navideñas.

-Yo! -Saludó con frío y poniendo sus manos en su boca para calentarse con su aliento.

-¡Kakashi-sensei! Como esta -Le saludo él rubio jubiloso con un gorro navideño.

-¿Como crees que estoy? -Le dijo en tono sarcástico.

-Yo diría que él tío Kakashi esta echo una paleta de hielo -Le dijo en chiste Boruto. Himawari solo se puso a reír.

-Niños respeten al Hokage -Le regaño Hinata.

-No se como les gusta este clima, es frío y solo aumentan las gripes -Le dijo en regaño alejándose siguiendo su camino -Pasen linda noche -Se despidió Kakashi alborotando los cabellos de Boruto y su hermana.

-¡Feliz navidad tío Kakashi! -Le gritaron dos rubios y una azabache al unisono. Hinata solo negó con la cabeza con una sonrisa haciendole una reverencia en forma de saludo.

Kakashi asintió y sonrió con sus ojos devolviendo él saludo.

Odiaba la navidad, ya que era una época que era muy triste y solitaria para él, no tenia a nadie que lo esperara en casa, con una cena caliente, con regalos, dulces o un abrazo cálido de familia.

Pero hoy era diferente.

Paso enfrente de una reposteria y miro un lindo pastel bañado en chocolate blanco asemejando la nieve.

Odiaba la navidad pero ese pastel era una tentación y tuvo necesidad de comprarlo. Paso por una tienda de juguetes y observo que en la vitrina había una muñeca muy fina y unas shuriken de plástico, odiaba la navidad pero tuvo necesidad de comprarlos y que los envolvieran en papel de regalo.

Si, sus navidades eran solitarias. Pero desde hace unos años que eso no era así.

Paso por una joyería y observo un fino collar con una esmeralda en este. Entro y pidió que grabaran algo en él, él joyero lo hizo y le envolvió en collar en una cajita plateada con un chongo rosa.

Y es que él rosa había iluminado su navidad estos años.

Recordó como de niño solo observaba a las familias felices, mientras él estaba solo, miro para atras las huellas que estaba dejando en la nieve espesa y recordó como su padre jugaba con él a las bolas de nieve y a hacer angelitos y hombres de nieves antes que él se quitara la vida.

Sonrió y miro al cielo y vio que la nieve caia con mas fuerzas. Él manto blanco estaba arreciando, apuro él paso para poder llegar a la comodidad de su hogar.

Camino y camino hasta que por fin llego a su casa. Abrió la puerta del patio y luego de su morada.

Había un total silencio en ella. Bufo otra vez y escondió los obsequios en él armario de la entrada para que nadie los viera. Se sentó en la entrada y quito sus botas, cuando este quitandose su abrigo sintió como unas manitas pequeñas lo abrazaban por la espalda.