TUVO QUE SER ASI

746 78 23
                                    

.
.
.
One-shot dedicado a Obito Uchiha, por una vida que siempre merecio.
.
.
.

- ❇ -

Era una tarde tranquila y típica de verano, hacia el calor típico de la época mas combinado con él cantar de la cigarras daba una sensación de tranquilidad, ya que la suave brisa veraniega soplaba sin prisa, refrescando el ambiente cálido que los rayos del sol otorgaban a la villa, dando un ambiente muy cálido y dulce justo para disfrutarlo con una buena lectura, comiendo sandía fresca o simplemente dormir una siesta disfrutando de las melodías que la naturaleza ofrecía, propias de esa epoca. Esa tarde se respiraba paz, tranquilidad y armonía en la residencia Hatake.

Pero esa paz fue interrumpida por unos golpes que daban con arrecio en la puerta del hogar Hatake. Kakashi miro con odio esa puerta, ya que no queria que nadie interrumpiera o saboteará una tarde tan magnífica, tan placentera y no le dejaran disfrutar uno de los pocos días libres que con suerte lograba disfrutar o tener.

Decidió ignorar los golpes y que él autor de éstos pensara que no había nadie y se fuera.

Pero no, los golpes aumentaban su profundidad haciendose mas sonoros. Interrumpiendo mas la paz y armonía de la morada y haciendo que un pequeño bebé que dormía en ese entonces pusiera un gesto de incomodidad.

Kakashi bufo pesadamente, dándole pequeñas palmadas suaves en la espalda al pequeño ojiverde para que no se despertase de su sueño, se levanto del pequeño futon, colocando un ventilador pequeño cerca de este para disminuirle él calor al pequeño platinado que descansaba en este y colocandole a una distancia prudencial un poco de incienso para ahuyentar a los mosquitos.

Acomodo a su hijo y lo miro por enésima vez, contemplando él sueño y la tranquilidad que ese pequeño le transmitía.

Se acercó a la puerta y con aburrimiento la abrió. Cayendo de bruces Obito él Rokudaime de Konoha, su mejor amigo.

-¡Hasta que te dignas a abrir bakakashi! -Le restregó desde él suelo.

-La idea era que pensarás que no estábamos en casa y te devolvieras a la torre -Le contesto con desgana.

-Antes pase por él hospital y Sakura-chan me a dicho que podría encontrarte en casa, ya que a esta hora toma la siesta Sakumo-kun.

Kakashi bufo nuevamente y miro a la sala donde Sakumo dormía.

-¡Tengo una duda que me a estado comiendo la cabeza desde hace días y solo tu puedes ayudarme! -Se excusó, pero Kakashi no le prestaba atención viendo atento a los movimientos que su hijo realizaba. Obito sonrió y miro a su pequeño sobrino como el le llamaba -Se que no te gusta dejar solo al pequeño mientras duerme.

-Sabes que eh tardado una hora en dormirlo. Y si no toma su siesta completa pasara malhumorado todo lo que resta de la tarde -Le hizo un ademán que entrara hasta la sala. Obito lo siguió -No quiero que grites, que hagas ruidos o que a posta lo despiertes ¡ESCUCHASTE! -Le amenazo con una mirada gélida y seria -Si no quieres vivir nuevamente él jutsu de mil años de dolor ¿Entiendes?.

-Vale, Vale -Levanto las manos en señal de rendición -Otra vez perdón, por interrumpirte mientras dormías a Sakumo-kun, se que no te gusta dejarlo solo mientras duerme. Pero en serio solo tu puedes ayudarme.

-No me gusta dejarlo solo, puede tener pesadillas y despertarse -Kakashi acarició su selenita plateada que mas bien parecía un pedazito de mota gris colocado en un peluche de algodón.

RETAZOS KAKASAKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora