RETAZOS KAKASAKU

HABITACIÓN 105. UNA LLUVIA PARA DOS

Os recomiendo que coloquen la música de fondo ya que son temas propios de la época de cerezo.

Había sido una misión de lo más pesada y ruin de las que había vivido en estos últimos meses. Y es que ser parte de la escolta del Hokage y ser blanco de atentados no era nada grato.

Habían decidido pasar a un pequeño hostal para descansar, sanar las heridas y raspones que llevaba en su cuerpo y limpiar el sudor y ceniza que como causa de algunos jutsus de Kakashi traía en su ropa, cuerpo, cabello y cara.

¡Que gran día de cumpleaños! -penso irónica mientras caminaba al mostrador donde un señor de mediana edad hacia el trabajo de gerente del humilde pero bonito hostal.

-Lo siento Hokage-sama. Solo nos queda una habitación disponible -Se lamentaba repetidas veces al tener que negarle el número de habitaciones que el Hokage de Konoha pedía. Con todos los lujos que este exigía.

-Sakura-chan solo hay una habitación en este lugar y es el único hostal cerca que tenemos ¿Que dices? -pregunto Kakashi lo más apenado con su asistente la veía con vergüenza por la emboscada que acababan de vivir. Y es que el le prometío y re-juro que el viaje sería tranquilo y relajante. Que ni necesitaban de ANBUS ni compañeros para redoblar la seguridad.

-Lo que sea -Hablo cansada -Solo quiero darme un baño y dormir.

-¿Si quieres puedo dormir afuera en estos sillones? -Señaló Kakashi la humilde pero acogedora sala de espera -para que estés tranquila.

-No tiene que hacer eso -Hablo Sakura cansada por los magullones de la batalla hace poco vivida -Ya hemos compartido tienda de campaña en más de una ocasión. Una habitación no es la gran diferencia.

-No tiene camas separadas -Hablo el gerente del hostal.

-No importa -Hablo Sakura resignada pensando en una ducha con agua caliente, nada más.

-Entonces -Hablo Kakashi no muy convencido -Deme la llave. Quiero la habitación.

-Bien habitación 105. Disfrute su estadía Hokage-sama -le hizo una reverencia a lo que Kakashi correspondió asintiendo con la cabeza -Por cierto hay unas yukatas en esa habitación. Por si quieren ir a dar un paseo por el jardín o pasear por el pueblo. Hoy está el festival de Hanami por si quieren espavilarse un rato.

Kakashi miro a Sakura que se miraba cansada y un poco sucia. Se sentía culpable que el día de su cumpleaños hubieran tenido que pelear cuando el le dijo que sería un viaje tranquilo y reponedor a todo el estrés que vivían día con día en la aldea.

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Kakashi se baño primero, se encontraba colocándose la yukata en la habitación pequeña pero acogedora del hostal. Ese baño le había caído de maravilla. Quitar la mugre, el sudor y estrés era relajante y consiliador. Salió al pequeño balcón que daba a la calle para darle espacio a Sakura que se encontraba tomando una ducha.

Observó como el festival Hanami empezaba a cobrar vida. Observó como la gente tomaba sus puestos debajo de los grandes y hermosos árboles de cerezos que sus pétalos caian como una lluvia rosácea que cubrían todo a su paso.

Pensó en Sakura, en la bella mujer que se había convertido. Ya no era una niña pequeña, ruidosa, latosa y escandalosa. A pesar de ser joven tenía cierto grado de madurez superior a sus tres compañeros de equipo. Se atrevía a decir que era la mujer más hermosa de su generación. Quizás porque era su ex-alumna le hacía pensar eso. Si quizás eso era.