NARRA SAMANTHA.
Salgo del castigo en cuanto nos dicen que nos podemos ir y camino lo más rápido posible hacia fuera para encaminarme a mi casa y para mi suerte llueve a cántaros y no tengo paragüas.
Mi hermano ya hace mucho que se habrá ido y no creo que venga a buscarme y menos si le cuento que tardé por un castigo, asique no me queda otra alternativa.
Sammy eres una estúpida. Conciencia hoy tienes ganas de molestar.
Me pongo la capucha y tras un pequeño suspiro, comienzo a caminar lo más rápido posible para llegar en seguida a casa, vivo a unas cuantas cuadras del instituto, por lo tanto de todas maneras llegaré empapada.
Siento un coche tocar el claxon, miro a mi lado y me encuentro un Jeep negro parado en medio de la carretera y bajan la ventanilla.
-Oye preciosa, sé que nunca irías a ningún lado conmigo, pero déjame llevarte a casa antes de que te empapes y pilles una pulmonía.
Stephen.
-No lo necesito, gracias- respondo borde.
Stephen bufa y me mira serio.
-Nena, no me hagas bajar y obligarte a subir, déjame llevarte a casa anda.
Ruedo los ojos y él me mira fijamente esperando mi respuesta pero no digo nada.
-Muy bien, tú lo has querido preciosa- sonríe.
Veo como suelta el cinturón de seguridad y se baja del coche.
-Tú lo has querido- dice delante mía.
-Ni se te ocurra Stephen-advierto.
Y de repente siento que estoy volando y me doy cuenta de que Stephen me ha cogido por la cintura y me ha levantado del suelo para meterme en el coche y ponerme el cinturón.
Entra por la otra puerta y pone su cinturón.
-Y ahora madamme indíqueme dónde es su casa-sonríe.
-Eres un imbécil-gruño.
Veo que bloquea las puertas para que no me salga y tras soltar un suspiro le comienzo a indicar dónde es mi casa.
-Hemos llegado preciosa- me informa.
-Ya sé que hemos llegado, es mi casa-ruedo los ojos.
-Bueno, ahora deberías darme las gracias y un besito en la mejilla o algo- sonríe maliciosamente.-Claro, acércate-sonrío.
Acerca su mejilla esperando que deposite un beso en ella pero en lugar de eso le doy un tortazo.
-Gracias por traerme cariño- sonrío guiñándole un ojo y bajo del coche.
Veo que se echa la mano a la cara y sonríe.
-Te enamorarás de mí preciosa- grita y se va.
Entro en casa y entonces recuerdo la mochila, y me la he dejado en el coche de ese imbécil.
Cojo el teléfono y llamo a Nora.
-Dime- responde.
-Necesito el número de Stephen James ahora mismo, sin preguntas.
-Enseguida te lo mando- responde y cuelga.
En menos de dos minutos recibo un mensaje con su número y lo llamo inmediatamente.
NARRA STEPHEN.
Te enamorarás de mí preciosa- grito y me voy.
Tiene una buena derecha sin duda, me gusta, tengo que follármela sí o sí.
Suena mi móvil y contesto al momento.
-Diga- respondo.
-Imbécil- dice su voz al otro lado.
-Hombre preciosa,¿ ya me echas de menos?- sonrío.
-Cállate, me he dejado la mochila en tu coche.
Miro por el retrovisor y veo en el asiento trasero su mochila.
-Te la llevaré, a cambio de que me dejes entrar y charlemos.
-Stephen...
-Anda no seas borde, un rato, si te sigo callendo mal, me iré.
-He dicho que no-gruño.
-Te quedarás sin mochila entonces-río- hasta luego Sammy.
-Está bien...pero es mejor ir a tu casa-desiste.
-En cinco minutos estoy ahí prepárate-sonrío.
Narra Sammy
-Brother- grito hacia las escaleras.
-Dime.
-Voy a casa de una amiga.
-Está bien, anden con cuidado.
Sin más salgo a la puerta a esperar que llegue el imbécil de Stephen.
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El chico malo
Romance-Ten mucho cuidado con lo que haces preciosa- susurra de nuevo en mi oído.