NARRA STEPHEN.
*3.00 AM*
Me despierto y miro el reloj, aún es de madrugada, Sammy duerme acurrucada en mi pecho.
La aparto lo más cuidadoso posible y bajo al salón, me siento en el sofá y observando la ciudad por la ventanaMe levanto y me pongo un vaso de vodka solo para sentarme de nuevo en el sofá a seguir observando la ciudad.
*Flashback*
Camino por los pasillos como un loco hasta que llego a la habitación 203 toco ligeramente a la puerta y entro.
Allí está ella, mi madre, acostada en la cama, pálida, me acerco y agarro su mano.-Mamá...-susurro y ella abre los ojos.
-Cariño...tienes que ser fuerte-hace el intento de sonreír.
-No puedes dejarme solo mamá.
-Escuchame Stephen, no me quedará mucho, quiero que sigas a delante, que tengas una vida feliz y que consigas todas tus metas-hace una pausa para toser-quiero que encuentres a una buena chica con la que formar una familia y respetala, ya sabes lo que te digo siempre.
-Las mujeres no son juguetes-susurro mirando nuestras manos agarradas.
-Te he educado bien cariño-sonrie- no quiero que te conviertas en la clase de chico que juega con ellas.
-Te prometo que algún día encontraré una chica a la que hacer feliz mamá.
-Y será la chica más afortunada del mundo.
*Fin del flashback*
Dios mío, esté donde esté mi madre debe estar tan decepcionada... miro el vaso de vodka que tengo en mis manos.
Stephen has dicho que no lo harías, como baje y te vea adiós a follartela...
-Stephen? -escucho desde las escaleras, al girarme veo a Sammy.
Sonrío y me acerco a ella.
-¿Te he despertado?
-No, he tenido una pesadilla- suspira.
-¿Quieres que te haga compañía hasta que te duermas o algo?
-Por favor.
Asiento y ambos regresamos a la cama.
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El chico malo
Romance-Ten mucho cuidado con lo que haces preciosa- susurra de nuevo en mi oído.