Capítulo 18: Luz

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18-Luz

***Soujun***

Pasan los años y yo sigo aquí. Cada día me levanto, sigo respirando....no puedo detenerme. Aún no. No ha pasado tanto tiempo desde el día en que llegué a la tienda de Urahara y prometí que recuperaría a mi familia. Pese a que mi sonrisa se ha ido marchitando igual que una flor al perder su olor, mi determinación sigue en pie. Luchar, caer, levantarse...y no llorar. Mis ojos se han quedado secos de tanto derramar lágrimas cada noche en soledad, en medio de la desesperación, de ver como el tiempo se escapa de mis manos. No recuperaré tiempos felices que podrían haber existido, seguirán siendo sombras borrosas en mi cansado cerebro. Intento no pensar en cómo dejé atrás a Byakuya siendo niño, ni como he vuelto a repetir la experiencia con Hikari. De verdad que no puedo dejar que mis propios demonios me ahoguen en un mar de lágrimas, si no sigo adelante ¿Cómo sabrán que sigo vivo?

Cuatro años. Hace cuatro años que llegué a Karakura. Tardé un año en calmar un poco mi corazón. Otro año en adaptarme a mi nueva vida, encontrar una casa aceptable y trabajo. Lo curioso es que me ha llevado más tiempo del que pensaba ya que la casa está en el mismo pueblo donde mi hijo y Renji viven con su pequeño. Les he visto a la lejanía algunos días....y no he tenido valor para ponerme ante ellos. De todos modos, no me reconocerían....

Observo mi reflejo en el espejo. Miento...el reflejo del gigai en el que estoy metido. Hace mucho que no veo mi auténtico rostro, ahora encubierto por uno mucho más joven, de larguísimo cabello negro y ojos azul cielo. Jamás he tenido el pelo tan largo, pero siempre lo enredo en una trenza. Mis ojos nunca han sido del color del cielo, siempre han tirado a grisáceos. Mi cuerpo es más pequeño y delgado que el mío propio, parezco un adolescente a punto de entrar en la madurez. Este cuerpo ha encontrado trabajo, ha pagado el alquiler de la casa....y gracias a él, conseguiré mi próximo objetivo. Me visto sin muchas ganas y veo a través de la ventana que la noche ya ha caído. Salgo de casa dirigiéndome al único pub del pueblo, donde viejos marineros borrachos y desesperados acuden cada noche para dejar toda su paga mensual a los pies de los bailarines que les deleitan con sus movimientos bailando. Aunque parezca mentira, yo soy uno de ellos. Para los humanos soy un joven de muy buen ver, aunque yo solo lo hago por el dinero, necesito bastante para mi plan. El pobre Isshin me ofreció trabajo como ayudante en su clínica y gracias a él pude sobrevivir los primeros meses pero ya no quería abusar, aparte que al estar juntos diariamente, se me hacía cuesta arriba rechazarle, pues los roces cada vez eran más insinuantes y no quería darle falsas esperanzas. Pese a todo lo ocurrido yo sigo amando a Starrk....y creo que jamás podré volver a enamorarme de otra persona.

Al cambiarme de ropa por unas más ligeras y ajustadas, subo a la plataforma cerrando los ojos para no ver a esos hombres desesperados ni oír sus silbidos y gritos obscenos. Que a mi edad esté haciendo algo tan bochornoso....lo único que me consuela es que con el dinero que gane, conseguiré vivir sin agobios y podré mantener a Hikari en cuanto la recupere, pues no voy a cesar en mi empeño. Me concentro en oír la canción para mover mi cuerpo. Angelus.....esta melodía siempre me recuerda a Starrk, es dolorosa, hace que me mueva con desesperación, con tristeza....siempre dejo en shock a mis espectadores cuando bailo esta canción, pero es que la vivo y susurro entre mis labios como si fuera parte de mí....

Cuando termino el espectáculo bajo corriendo antes de que reciba algún acoso y salgo del pub tras cobrar la paga diaria y las propinas. Camino abrigándome con mi chaqueta hasta el cuello, exhalando el vaho frío por la boca cuando me detengo al ver a Urahara frente a mí. Me esboza una sonrisa y me guiña un ojo mirándome de arriba abajo.

-¿No es muy tarde para que un jovencito como tú ande solo por las calles?-

-Sin comentarios, Kisuke- me pongo a su altura entrecerrando los ojos, ignorando sus insinuaciones. Hasta mi voz suena distinta en este gigai, demasiado inmadura, es vergonzoso.

"Betrayal"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora