"Betrayal"

Capítulo 22: Milagro

22-Milagro

***Renji***

No volví junto a Jun. Rompí mi promesa de ayudarle y decidí volver a la Sociedad de Almas pese a ser considerado un traidor. Kyoraku taichou no me pidió explicaciones y el crimen de Byakuya había pasado a ser un caso sellado. Pude regresar con tranquilidad a mi nueva mansión, ese dojo que apenas estrené con nuestra huída....ahora tenía toda una eternidad para gobernar el clan Abarai y volverlo a hacer resurgir de sus cenizas.

-He vuelto.....-

Entro por el porche viendo lo oscuro que está el dojo. Este silencio....la ausencia de mi esposo y de mi hijo me hace llorar de nuevo.....me acaricio el vientre consolándome que no estoy solo del todo y una voz grave y conocida me hace echar la vista al frente.

-¿Renji-sama?-

-Kimura....- observo al anciano que tiene los ojos tan abiertos como yo y no digo más. Se acerca a mí y me abraza con fuerza dejando que desahogue mi dolor sobre su hombro. No puedo más....me duele tanto el rechazo de mi capitán....que ni siquiera me haya dejado excusarme...tengo miedo de que intente atentar contra mí o contra la vida de mis hijos, ya que al fin y al cabo nos casamos para darle un hijo....un matrimonio concertado que él ha destruido...

Le cuento durante dos horas a Kimura todo lo acontecido estos años brevemente, deteniéndome solo en los últimos acontecimientos hasta que la garganta se me reseca y siento que vuelvo a tener nauseas de nuevo. No puedo reprimir mi malestar y vomito sobre el suelo notando como Kimura me sujeta el pelo ayudándome a descargar todo.

-Ah...lo siento....-

-No se preocupe mi señor...necesita descansar, le llevaré a su habitación....-

***Ren***

Acuesto a mi nieto en su cama notando como todo su cuerpo da pequeños espasmos. Frunzo los labios al verle así pero me contengo de mostrar mi ira, ya rendiré cuentas con "alguien". No me creo que el nieto de Ginrei haya podido dejarle marchar ¿en que está pensando ese mocoso? A ver si al final va a resultar que los Kuchiki nuevos no son tan buenos como yo esperaba...

Dejo a Renji bien seguro vigilado por dos de mis hombres y vuelvo a mi estancia privada metiéndome en el gigai joven que he estado usando viendo a Kuchiki Ginrei delante de mí, con un aspecto decadente. Las cadenas en sus muñecas y tobillos, la ropa rasgada, su cabeza echada hacia delante.....creo que me he pasado torturando a su gigai este tiempo, pero era irresistible. A fin de cuentas no estoy dañando su viejo cuerpo, aunque siente el dolor como si el gigai fuera parte de él, ya que tras tantos años cuesta desprender el cuerpo falso del original. Le agarro por el mentón para que me mire y le doy unas leves bofetadas para que despierte.

-Que...quieres....-

-Mi nieto está aquí. El tuyo le ha echado de casa por una falsa mentira-

-Era cuestión de tiempo que terminaran....lo que algo empieza mal, mal acaba...-

-Ginrei no me hagas golpearte de nuevo. Todos estos años que has estado encerrado no has cambiado de opinión, sigues siendo un viejo estúpido pese a estar joven ante mí.-

-¿creías...que tras estar contigo caería en tus brazos?....estás loco...pese a lo que me has hecho, nunca me han atraído los hombres....y menos tú-

Intento contenerme para no lanzarle un kidou y me siento en mi silla para pensar cómo solucionar esto. Mi nieto está en estado de nuevo...y en qué mal momento. Debería haberse traído a Kenji con él, que tonto, en eso no ha sacado mi inteligencia, sigue teniendo miedo a un insignificante Kuchiki....aunque puedo entenderlo, a fin de cuentas Renji ha sido el teniente de Byakuya durante siglos, no puede evitar obedecerle como un perro. Eso me repatea muchísimo.