S e g u n d o a c t o

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 Segundo acto

¡Hola mis queridos amigos! (si es que puedo llamarte de esa manera) Ustedes ya saben quien soy ¿No? Esta noche Sunny volvía a cantar mientras aquel joven misterioso iba a sentarse a la misma silla donde siempre, nuevamente se volvía a preguntar: ¿Por qué la ignora? ¿Qué posee ella para que él no la pueda ni mirar? La intrigaba, y nunca podía sacarse aquellas preguntas de la cabeza.

De todas formas ella empezó a escribirle canciones a él y esta es una de ellas:

- "Tu nunca te has enamorado.

    Nunca has estado enamorado.

    Con nadie más que tú."

Ella cantaba noche tras noche, y él nunca dejó de ir ¿Para escuchar su hermosa voz o simplemente para beber un bien café? Para ella siempre será un tabú, para mi no lo es, pues yo conozco el secreto de aquel muchacho.

Sunny vestía con un lindo suéter delgadito de rayas de multicolores con unos jeans de mezclilla con su mantel blanco colgado en la cintura. No importa que ella canté, no dejaba su principal obligación en el restaurante; ser una mesera. Su cabello castaño lo alzaba en una coleta de caballo y dejaba un poco su flequillo. Solo usaba base como maquillaje, pero aun así se miraba hermosa.

Otra noche en la cuál cantaría, y él la ignoraba. Esa era la rutina de ellos: chica gusta de chico; chico no sabe que chica existe; chica expresa sus sentimientos por medio de canciones hacia el chico; chico solo va para leer sus libros; chicas desilusionada no se rinde, y así sucesivamente.   

-" No hay nadie lo suficientemente bueno.

    Nadie es suficientemente bueno

    Ocupas todo el cuarto."

Cuando ella canta no lo deja de ver, de esta manera Sunny le da todas las señales posibles, pero parece que él no lo nota. El muchacho es el más guapo que ella ha visto con su corte pequeño y su pelo oscuro con tez blanca y unos hermosos ojos de color marrón, como le gustaría ir hacia él y gritarle lo mucho que ella gusta de él, pero Sunny no podría hacer tal cosa, ya que él no muestra ningún interés, curiosamente ni siquiera se sabe su nombre, y podría ser que ella estaba enamorada de el chico.

Nueva noche, esta vez Sunny vestía con un suéter azul con un estampado de flores, cada noche que transcurría yo podía notar lo feliz que ella se sentía al cantar, y segura. Cada vez se abría más como persona y como cantante.

Muchos de sus clientes solo iban a escucharla, era una voz tan hermosa y única que con tan solo oírla uno se enamora ¿Por qué aquel muchacho era tan diferente a los demás? Tal vez eso era lo que a ella le gustaba, que él era diferente a los demás.

- "Pongo mis manos entre mi cabello.

    Yo hago lo que me atrevo.

    Mi corazón hace boom-boom.

    Da-da-boom-boom"

Otra noche más y a ella le encanta cantar para los demás, que las personas disfruten de su voz como ella lo hace para cantarlo, ella ahora vestía diferente, usaba un suéter celeste, pero su pantalón de mezclilla no vareaba mucho ni su maquillaje o peinado, era una chica simple, pero hermosa.

El muchacho esa noche se sentó en frente de ella, como si fuera su fan número uno, pero ni siquiera la notó, nuevamente estaba muy concentrado en un libro nuevo, lo pude notar por la portada, esta vez era muy diferente. Eso hacia que Sunny se frustrara ¿Qué tenían los libros que ella no?

- "Sin aliento.

    Estoy sin aliento.

    Acostada, aun con mi vestido.

    Sin aliento.

    Estoy sin aliento.

    Pensando en ti cuando no estás"

Explicaré algunos detalles que quizás no comprendan, pero aquí estoy yo: cupido para explicarles.

Verán, para Sunny no se trata solo de cantar la canción correcta, es acerca de cantársela a la persona correcta.

Al terminar la canción todas las personas empezaron a aplaudir, todas menos él. Molesta bajó el micrófono de su boca y se la entregó a Hunter, rápido se dio la media vuelta y marchó a la cocina del restaurante mientras se tallaba los ojos, y estiraba su pelo, pero dejó de hacerlo para no llamar la atención.

Pocos instantes entró un amigo de el muchacho, caminó hacia él e hicieron el típico saludo de hombres, Sunny lo notó, pero no hizo nada, solo se dedicó a observar, y esta vez notó algo diferente en él. El muchacho y su amigo movían las manos como si fuera un juego de mímica, en ningún momento él abrió los labios para hablar, solo movían las manos ¿de qué se trataba? Ella no lo sabía.

Suspiró profundamente y pesadamente, tal vez ella ya tenía una idea de quién era él.      

     

Soy cupido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora