-¿Mamá?- dije yo sin poder creérmelo.
-Megaraaa!- dijo ella tan emocionada que me hizo reaccionar.
-Mamáá!! ¿Qué haces aquí? ¿Y papá? ¿Enserio estas aquí? ¿Pensé que tu viaje se había alargado? ¿Acaso no llegarías después de mi cumpleaños?.-Dije yo tan rápido que no sabía si ella me había entendido.
-Tranquila una pregunta a la vez- contestó riendo, -bueno me dieron una semana libre y quise venir a pasarla contigo. Lamentablemente a tu padre no se la dieron y el tiene que seguir trabajando pero yo se que el te extraña mucho.- continuó ella.
Al parecer si me había entendido.-Meg ¿ya llegaron las pizzas?- gritó Marian saliendo de la cocina. Pero al terminar de salir se paralizo un rato.
-Señooraaa Summersss!!- dijo ella tan emocionada que salió corriendo a abrazar a mi mamá, si Marian era considerada de la familia y por lo tanto mi mamá la consideraba su otra hija, y Marian le consideraba su segunda madre.
-Hola hijaa! Me haces sentir vieja, dime como siempre, sin formalidades- dijo mi madre ah risas.
-Oh jaja, lo siento, ma- dijo Marian también riendo.
-Bueno...- interrumpí yo -Marian y yo íbamos a ver una película y nos están por traer las pizzas así que ¿porque no te nos unes mamá?- dije yo.
-Por supuesto!- dijo mi mamá tratando de sonar animada- solo iré a dejar mis maletas y a ponerme las pijamas- termino.
-De acuerdo- dijimos Marian y yo al unísono.
***
*toc *toc *toc
-Yo abro- le dije a Marian.
-Ok- me contesto.
Abrí la puerta.
-Hola- dijo el.
-¿Hola?- dije confundida ¿que hacía el aquí? Y al parecer el lo noto porque sonrío para luego agregar. -Bueno parece que nos vamos a estar topando muy seguido- dijo riendo.
-¿ah si y porque?- dije frunciendo el sueño.
-Bueno traigo tus pizzas y si no me han mentido, eres la cliente más frecuente los fines de semana- dijo el casi como una pregunta.
-Amm, si, ¿eres el nuevo repartidor los fines de semana o algo así? - pregunté tratando de sonar indiferente aunque por dentro esperaba que dijera que si.
-Me escape a una fiesta el otro día y como castigo mi padre me puso a trabajar, así se asegura de que no me valla a ninguna otra- dijo haciendo una mueca- así que... tengo que terminar de hacer mi trabajo, son 32 dollares- término de decir.
-Oh si- saque el dinero de mi bolsillo y se lo entregue, -quédate con el cambio- dije sonriendo.
-Gracias- dijo y me entrego las pizzas -Bueno adiós chica linda del supermercado- término de decir, provocando que me pusiera colorada. No puedo creerlo!!!!! Me dijo LINDA!!!! Estoy segura de que mi cara era un desastre.
-A.a.adiós- dije muy nerviosa. Dicho esto me guiño el ojo y subió a su motocicleta. El maldito sabía que me ponía nerviosa.
Cerré la puerta, y me adentré a la casa aún sumida en mis pensamientos.
Este chico me iba a terminar volviendo loca, pensé.-¿Porque tardaste tanto?- dijo Marian levantando una ceja como si fuera culpable de algo.
-Eh...no por nada, es sólo que hay un nuevo repartidor- dije algo nerviosa.
-Bueno te creeré- dijo ella quitándome las pizzas.
Bajo mi mamá gritando:
-Huele a pizza! Apresúrense a poner esa película para poder comer hasta explotar!! Tengo años que no como pizza- dijo ella muy emocionada.
Las dietas que seguía mi madre eran demasiado estrictas sobre la comida grasosa, por lo que nunca comía nada de comida rápida.Puse la película y todas empezaron a servírse comida y yo solo podía recordar lo que paso hace algunos minutos, me tronaron los dedos en la cara y reaccione.
-Eh? ¿Porque hiciste eso?- le dije a Marian.
-Bueno ¿que no vas a comer? ¿En qué piensas? ¿Es en ese chico?- dijo intrigada.
-Oh pero claro que voy a comer! ¿Cuál chico?- dije algo nerviosa tratando de disimular.
-Ese que me contaste- dijo algo obvia.
-Eh? No, claro que no! Sólo concentrate en la película!- dije lo más convincente que pude.
-De acuerdo- dijo y se voltio.
Me sentía mal por no contarle todo a Marian, pero muy apenas yo comprendía lo que acababa de suceder, ese chico era un lío y algo me decía que me traería problemas.