Confucion y torpeza

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Me levanté en sábado temprano por la mañana, apenas y era visible el sol, no podía dormir bien desde hace días, me levanté y como ya no me iba a poder dormir decidí meterme a bañar, cuando salí me puse unos jeans azul deslavado, una top blanco liso, y mis vans negros.
Mi estómago rugía, estaba acostumbrada a desayunar temprano pero apenas eran las 7:28 de la mañana, por lo que baje a la cocina y tome una manzana, eso calmaría mi hambre, subí de nuevo al cuarto y empece a leer mis correos, no eran tantos pero algunos parecían importantes, visualice uno que decía "papá", tenía mucho que no lo veía, y estaba acostumbrada a estar sola, pues mis padres se mantenían de viaje y solo los veía 5 o 6 veces al año, sólo se comunicaban con migo por e-mail, ellos creían que con darme bastante dinero todo estaría bien pero no era así, abrí el correo, y lo siguiente que leí fue esto:

Querida hija, te extraño mucho al igual que tu madre, esperábamos poder estar contigo en tu cumpleaños pero el viaje se alargo y estaremos un mes más de lo esperado, espero que puedas comprender, te enviáremos más dinero, y esperamos saber que quieres de regalo, si quieres hacer una fiesta esta bien, pero sólo una pequeña no queremos que las cosas se salgan de control y tampoco queremos que la pases sola ese día, ya después nos cuentas como te la pasaste, bueno eso es todo.

Te quieren: papá y mamá.

Al terminar de leer esto sentí unas enormes ganas de llorar, este sería el 3er año que ellos no estarían en mi cumpleaños, yo quería que ellos estuvieran con migo, faltaban 3 meses para mi cumpleaños y ellos no pudieron conseguirse un tiempo para mi, tengo 2 meses sin verlos y de verdad me siento sola.

Pero bueno, más tarde les respondería, me salí de esa página y empece a escribir una novela, me gustaba mucho escribir de pequeña, hasta que un día en séptimo grado una maestra me réprobo porque dijo que mis historias eran aburridas y poco ingeniosas, me desanime mucho esa vez, por lo que decidí que una persona no podía decidir que tan buena era y la subí a una página donde tuvo mucho éxito, desde entonces escribo mis novelas ahí, pues me ayuda a distraerme un poco y sentirme menos sola.

Eran las 12:09 del medio día, y no podía saber como es que había durado tanto tiempo escribiendo sin darme cuenta, estaba aburrida, baje a la cocina porque ya me estaba dando bastante hambre y saque lo necesario para hacer hot cakes, los prepare con mucho cuidado de no quemarlos, de nuevo, cuando termine puse los platos
en el lava vajillas y tome mi teléfono, estaba aburrida, marque el número de mi mejor amiga Marian, y al tercer timbre contestaron.

-Hola- dijeron del otro lado de la línea.

-Hola ¿Marian?- conteste.

-Oh hola Megara, ¿que pasa?- dijo algo alegre, enserio apreciaba a esta chica, pues nos conocíamos desde pequeñas.

-Um me preguntaba si querías salir hoy- dije esperanzada porque dijera que si.

-La verdad hoy estaré algo ocupada, hoy es la boda de tía Martha y mamá me obliga a ir cuando menos un rato, tu sabes como es ella, pero ¿que tal noche de chicas?- dijo ella.

-Oh si esta bien! Entonces ¿que tal en mi casa? ¿A que hora puedes?- dije algo alegre. Tenía que contarle lo de mis padres, ya saben desahogarme, ella me comprende siempre muy bien.

-Si, ¿qué te parece después de las 11:00pm?, no pienso quedarme en esa fiesta hasta después de media noche- dijo ella.

-Claro, te espero aquí- conteste algo animada.

-Bien, nos vemos, mamá quiere que me pruebe ese horrible vestido que la tía escogió para mi- dijo algo desanimada.

-Bien, adiós- colgué.

Tenía que comprar las cosas para la noche, supongo que pediremos pizza pero tenía que ir por las frituras y algunas películas, tome las llaves de mi carro y mi celular, me subí a mi bello escarabajo negro, papá me lo había comprado como una compensación porque no había podido estar en mi cumpleaños pasado y realmente me encanto, pero aún así me habría gustado hubiera podido estar con migo. Me dirigí a un supermercado no muy lejos de un video club, entré, y comencé a caminar por los pasillos de frituras, tome dos bolsas y las eche al carrito, también unos cuantos refrescos de lata y un paquete de chocolates m&m's, jamás pueden faltar cuando estoy triste, me dirigí a las cajas y entonces recordé que no tenía nada para comer y no podía comer solo chatarra, di la vuelta y me fui a donde tenían ensaladas ya echas, tome una y cuando me di vuelta, me estampe con un chico alto, rubio de ojos azules, realmente guapo.

-Lo siento, no te vi- dijo el.

-No te preocupes no hay problema- dije amablemente. No podía dejar de verlo, seguramente el lo noto porque rápidamente asintió con la cabeza y se marchó.

Estaba muy roja, no podía verme pero lo sentía, en fin, el chico desapareció y me dejo muy sumida en mis pensamientos.

-Son $63.98- dijeron

-Em señorita, ¿se encuentra bien?- dijo la misma voz.

Desperté de mis pensamientos y mire a la señorita de la caja algo confundida, ¿cuándo había llegado a la caja? O mejor aún ¿cuándo había puesto las cosas en la caja?

-Em ¿qué? Disculpe ¿cuanto es?- dije aún confundida. Ella pudo notarlo porque me miro algo raro.

-Son $63.98- volvió a repetir.

-Em claro, aquí tiene-saque el dinero y se lo entregue.  No podia dejar de pensar en aquel chico y me odiaba por eso.

Dangerous adolescence™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora