Cuando menos pensé Thomas había estacionado el auto, pero no en mi casa, estábamos en el aparcamiento de McDonald's.
Amaba comer aquí, pero lo que no entendía era el que hacíamos aquí.
-¿Te parece si te invito a cenar?- Dijo Thomas sacándome de mis pensamientos.
Voltee a verlo algo confundida y en seguida él lo noto porque agrego:
-Oh vamos, dime que sí!- Dijo haciendo un puchero y haciendo que me perdiera en esos hermosos ojos azules.
Basta, no pienses en sus ojos, ni en nada, es un idiota.-De acuerdo- sonreí falsamente.
Salimos del auto y entramos al restaurante.
-¿Qué vas a pedir?- pregunto.
-Quiero la dos (quarter pounder)- le dije.
-Oh vamos Meg! No me importa si pides la Big mac, te comprare la que sea, pero no te creo que comas tan poquito- me dijo.
-Pues créelo- le conteste riendo ante su comentario.
-Buenas noches, ¿Qué desean ordenar?- nos dijo la señorita.
-¿Qué quieres para beber?- me pregunto Thomas.
-Coca- le dije.
El asintió y prosiguió.
-Me da dos refrescos coca cola...- volteo a verme con una sonrisa traviesa y en ese instante supe lo que pasaría después – y dos big macs, por favor- le dijo amablemente a la señorita.
-De acuerdo, serian 36 dólares- le dijo la señorita, mientas yo estaba en shock por lo que Thomas acababa de hacer.
Thomas le entrego el dinero y un minuto después le entregaron la comida. Él se dirigió a una mesa muy apartada y yo solo lo seguí.
Puso las cosas en la mesa y nos sentamos.
-No puedo creer que hicieras eso- le reproche.
-Oh vamos, solo come, apuesto que no te la acabas- me dijo.
-Pues claro que no! Por eso quería la otra- conteste cortante.
-Te reto a que te la acabes, si tu ganas haré lo que tú quieras por una semana, pero en cambio, si pierdes, harás lo que yo quiera- propuso con una ceja alzada. Pero lo que él no sabía, era que era muy competitiva y si me proponía algo, lo cumplía.
-Muy bien, me la acabare- dije con aire superior.
Tenía que aceptar que estaba realmente buena, pero llevaba media hamburguesa y ya no podía más, aun así tenía que ganar, imaginen la satisfacción que sentiré al verle la cara cuando el perdiera, y poder vengarme de muchas maneras al traerlo haciendo lo que yo quisiese.
Minutos más tarde...
-Termine!- grite y pegue un salto.
-Muy bien señorita tragona, soy todo suyo a partir del lunes- contestó.
Tenía tiempo de planear venganza, nadie me usa a su antojo, y aunque el aparentaba ser mi amigo, algo me decía que no lo era, era un mentiroso y un farsante.
***
Una vez que aparco frente a mi casa me volteo a ver de una manera muy extraña. Era como si estuviera debatiendo con sus pensamientos.
Aunque cuando menos pensé, se fue acercando más y más a mí, ¿acaso iba a besarme? No supe que hacer, entre en pánico, abrí la puesta y salí prácticamente huyendo del auto. Susurre un "adiós" y entre a mi casa.Espero les este gustando. déjenme sus comentarios, realmente me gusta escuchar sus opiniones.