Capítulo 4

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Hola mis amados lectores estoy emocionada porque este triángulo es sexy.

Como los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.

Disfrútenlo

YYY

Capítulo 4. Acercamiento sutil

Ichimatsu mira la hora porque sabe que seguramente Karamatsu ha de estar en la librería besuqueándose con Osomatsu. Esa sola idea le rompe el corazón y le revuelve la boca del estómago. Haber ido al departamento de Osomatsu para encontrarlos en esa situación tan comprometedora casi provoca que se desmayara o vomitara, sintió un vértigo fatal que por poco lo lleva a besar el suelo.

Podrá ser bueno en eso de ocultar sus sentimientos, pero su cuerpo parece decirle otra cosa con lo que respecta a demostrar sus emociones. Las cuales comienzan a aflorarle en la piel lentamente y se le calan profundo, hasta los huesos.

Tener al ojiazul paseándose por aquí seria la cosa más maravillosa. Como de antaño; coqueteándole, diciéndole cosas cursis e idiotas en inglés. Lo extraña tanto. Nunca de los nunca imagino la magnitud de hasta qué grado podría extrañarlo. No sabía que de hecho, pudiera anhelar a una persona con esta intensidad.

Jyushimatsu está paseándose animadamente por todo el lugar dando saltitos por aquí y por allá; admirando y adulando "lo buen artista" que es su amigo huraño. Antes, hubiera dado todo lo que es para tenerlo así todo el día; dando saltitos por doquier solo para poder pasar aunque fuera un momento, al lado de la sonrisa más brillante y cálida que ha conocido. Sin embargo ahora extraña a la sonrisa galante y seductora que le era brindada por el dueño de un par de ojos azules cautivadores. A quien de hecho, le pidió que dejase de venir tan frecuentemente para no darle falsas esperanzas.

Como cambia la vida.

─ ¿Estas bien, Ichimatsu-niisan?

Dice su amigo beisbolista que de nuevo ha notado su cambio de humor, lo está mirando fijamente al rostro.

─ N-no pasa nada, Jyushimatsu.

Responde apartando la mirada, para evitar verse expuesto.

─Bueno si quieres podemos hablar de cómo es que piensas acercarte poco a poco a Karamatsu-niisan.

Eso abochorno al pintor que exploto en mil colores.

─ ¡Jyushimatsu! Este yo...

El pobre gatito comenzó a boquear sin decir realmente nada.

─ ¿Por qué no lo invitas a tomar un café? Tú y él lo hacían antes.

El de morado recuerda la referencia, deprimiéndose visiblemente. Hasta eso habían perdido.

─ N-no...creo que...quiera...i-ir c-c-conmig...o...

─ ¿Cómo sabrás que no quiere sino lo intentas?

─Porque eso es algo que sin duda hace con Osomatsu...

─Eso no significa que no lo haga contigo también. Son amigos desde hace mucho tiempo en fin y al cabo.

─ Si...amigos...

─ ¡Por algo se empieza, Ichimatsu-niisan no te deprimas!

Con el apoyo brindado Ichimatsu creyó que al menos si van a rechazarlo necesita oírlo de los mismos labios que sueña despierto con que le roben un beso.

─De acuerdo, lo haré.

El de amarillo comenzó a brincotear frenético por todo el lugar.

─ ¡Así se hace! ¡Hustle, hustle! ¡Mustle, mustle!

Oportunidad perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora