Capítulo 8

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Hola mis amados lectores estoy emocionada por este capítulo.

Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.

Disfrútenlo

YYY

Capítulo 8. Aparece el tercero

Entonces nuestro bien amado pintor tenía unos 18 años cuando decidió que este poderoso sentimiento que lo ataba a Jyushimatsu tenía que ser amor de pareja. Edad en la que termino la preparatoria, durante la cual ahorro dinero para poder pagarse la escuela de artes él solo. De todas formas, continuo con su trabajo de medio tiempo. Trabajaba en una cafetería de esas que tienen gatitos.

Tenía unos meses de haber iniciado la escuela, en la cual le había estado yendo mal y venia de ella directamente hacia su trabajo, corriendo porque se le haría tarde y de nuevo le regañarían; cuando de repente por esquivar a unas personas, no se dio cuenta como pero termino rodando junto con unas masetas.

Al pobre se le había olvidado que hacía unos pocos días habían abierto una florería aquí y de hecho, había invadido el espacio legal de está rompiendo varios ejemplares de flores, que definitivamente le rompieron algo a él de vuelta. Termino todo jodidamente maltrecho aquí delante de todos y muy posiblemente, saldría el dueño a darle una buena paliza por este incidente. Se quedó en el piso, totalmente abatido física y psicológicamente. Cerró los ojos con rendición.

/Nada podría ser peor este día/

─ ¡Oh my god! ¿Estás bien?

Ichimatsu escucho una sexy y varonil voz cerca de él. Cuando abrió sus ojos muy cerca de su cara estaba una de los rostros más infernalmente atractivos que ha visto. Ojos azules, nariz redondita, facciones redondas pero hermosas, mejillas sonrosadas ligeramente, cejas prominentes pero varoniles que le dan un aire masculino, una linda boca con labios apetecibles y tenía la boca ligeramente abierta, lo de que le daba una vista de unos dientes perfectos. Igual el desconocido tenía un cabello negro azulado con una punta de enfrente ligeramente alzada. Al notar la belleza de este individuo, el de morado entro en un estado de auto preservación, alejándolo de un manotazo.

─ ¡Aléjate de mí, pervertido!

─ ¡Lo siento! No quise asustarlo...

Dice con las manos en el aire a modo de intentar tranquilizarlo. Cuando el pintor se da cuenta, el tipo ese tiene a sus pies (lo dejo en el piso) un kit de primeros auxilios. Se mira a él mismo para darse cuenta que tiene golpes que tienen un desagradable color morado, rasguños y le sale sangre de algunos de ellos.

Cuando mira a su alrededor igual es capaz de ver que el tipo trajo una escoba. Cuando observa bien al desconocido, ve que trae unas gafas negras atoradas en su cabeza, una camisa negra, y pantalones de jean ceñidos a su musculatura. El tipo tiene un cuerpo digno de arrebatar suspiros. Lo que termina de llamar su atención, es el delantal azul con el nombre de la florería.

/Mierda, este sujeto ha de trabajar aquí/

Cuando el de morado hace ademan de quererse mover, siente una fuerte punzada de dolor que le hace cerrar los ojos. Lo que provoca que el de azul lo toque, intentando detenerlo.

─ No deberías de levantarte hasta que te cure.

─ Y tú no deberías de estarme tocando tan a ligera.

Suelta mordaz el gatito moviendo el brazo para alejar la mano del otro.

─Lo siento, pero debo revisarte....

─Tsk, si lo que quieres asegurarte es que me quede hasta que llegue la policía...

Los ojos azules le miran con una duda infinita.

─ ¿Policía?

─ Ya sabes, por todo lo que acabo de romper. No tienes porque preocuparte, pensaba en pagarle a tu jefe.

─ No tengo jefe.

─ Entonces ¿de quién es la florería?

─ Mía.

─ Entonces no te preocupes, hazme la cuenta para que vea de pagarte.

─ No deberías de pensar en eso ahora, antes de pensar en ir a un doctor.

Se estaba portando amable, dulce y atento el dueño de esta florería, pese a todo lo que acababa de destrozar Ichimatsu. Lo que le comenzó a dar vueltas en la cabeza. Pese a sus renuencias, el de azul le curo un poco las heridas, dado que el pintor se negó rotundamente a ir al doctor. Llamaron al trabajo de Ichi, para informar del accidente. El dueño limpio el desastre y se empeñó a acompañar al de morado a su casa. Al final, el de morado se rindió porque no podía caminar muy bien solo. En el camino a casa, le conto que se llama Karamatsu y que ahorro durante muchos años para poder abrir su florería, y que estudiar los fines de semana botánica es algo que iba en contra de los planes de su familia, por eso tuvo que valerse de él mismo para poder seguir con sus sueños.

El pintor y este florista tenían mucho en común. Era inevitable que esa sonrisa de lado tan sexy, no hiciera latir el corazón de Ichimatsu, por más que intento disimularlo. Luego de este incidente, el de morado pasaba cerca y el florista inevitablemente saldría a hacerle la plática.

Pasaron 2 años, Jyushimatsu y Karamatsu se volverían los mayores fan del pintor y su mayor impulso para que, con sus ahorros decidiera abrir su propio estudio. No es muy famoso pero el trabajo nunca le falta. Con el tiempo, Kara y él tenían la costumbre de verse para charlar en una cafetería, pasaban mucho tiempo juntos y el de azul se la vivía coqueteándole o regalándole flores. En su corazón, la idea de que algo pudiera pasar se le cruzo pero lo mato de inmediato convenciéndose a sí mismo de que solo con Jyushimatsu podía sentir amor. Posiblemente muy en el fondo de su ser tuviera miedo. A los dos años de haber abierto su estudio, apareció un viejo amigo de Kara en la ecuación: Osomatsu. Un tipo alegre y libertino con una facilidad para llevarse bien con todos. Fue inevitable que con las insistencias del de rojo y su personalidad, no acabaran entablando una amistad. Tan ciego fue el de morado, que nunca notó el amor desbordante del de rojo por el de azul.

Cuando Kara se le declaro en ese fatídico día, una parte él sentía que todo aquello lo había dejado más herido de lo que esperaba. A las semanas de esto, decidió darlo todo por Jyushi y esforzarse. Fue cuando, incluso se le declaró. El de amarillo dijo que lo amaba pero como hermano, y que el propio Ichi estaba confundiendo sus sentimientos. Lo que el de morado nunca espero fue que realmente estuviera más deprimido por lo de Kara que por lo de Jyushi. Con mucho análisis por casi un año, se dio cuenta de que amaba a Karamatsu, pero cuando por fin iba a hablar con él, este comenzó a salir con Osomatsu. Una relación de un año y medio ya, misma que ahora quiere destruir a costa de recuperar lo que perdió.

¿Lo lograra o es demasiado tarde ya? No lo sabe pero solo sabe que peleara con todo lo que este en sus manos para lograrlo.

YYY

¿Qué tal si Oso y Kara tienen una cita? Lo veremos en el próximo capítulo 9. Mi amor verdadero

Buu mis amados lectores les agradezco infinitamente que hayan leído esto. Estense atentos, bueno gracias por leer mis choco-inventos, dejen un sensual review y nos estamos leyendo, ¡Shao!

Oportunidad perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora