Harmione One Shots

Perfect (cómo no)

-Ronald... ¿Estás seguro de esto?
- Mione, yo te quiero y siempre lo he hecho, el problema nunca ha sido que yo te quiera o tú a mi. El problema ha sido nuestra forma de amar, que poco
a poco nos ha desgastado. Nuestra forma de estar juntos, nuestra mala forma de compaginar nuestros trabajos... Mucho no duraría la relación aunque el amor lo haga...
-Muy bien señores, firmen aquí...
Habían pasado cinco años desde aquél suceso, habían pasado cinco años desde que Hermione y Ron se
divorciaron. El primer año fue muy difícil para ambos, y sobre todo para sus hijos, aunque lo habían entendido
rápidamente. Ron compró un departamento en las afueras de la ciudad, a mitad de camino entre la Madriguera y su antigua casa. Cuatro años después, se casó con una joven muggle llamada Hellen, y parecían muy felices. Mientras tanto, Hermione seguía soltera.
Pero eso no fue todo, ya que hubo un divorcio más en la familia, que nadie se hubiera esperado: el de Harry
y Ginny. No se sabe muy bien qué pasó, pero Ginny se fue a una gira con las Arpías de Holyhead apenas firmaron los papeles, donde conoció un jugador de Quidditch con el que más tarde se casó. Todo esto pasó un
año después de la separación de Ron y Hermione.
Los Weasley estaban muy tristes, pero coincidían en que los más afectados fueron en realidad Harry y Hermione, hace tiempo no los veían, pero no los
culparon.

La mañana del 31 de julio una castaña se despertó entusiasmada: era el cumpleaños de Harry, y estaba decidida a levantarle el ánimo y pasar el día con él.
Se apareció en su casa con una tarta de melaza, le colocó una vela y fue a la habitación del "niño que sobrevivió". Se apoyó en el marco de la puerta para verlo dormir, le daba pena despertarlo, se veía como un ángel durmiendo. Su cabello estaba desordenado y tenía un pie fuera de las sábanas. Pero ello no iba a arruinar sus planes, por lo que con un movimiento de la varita levantó las persianas.
- ¡Arriba dormilón, es hora de levantarse!
- Mmmm diez minutos más Gin
- No soy tu ex Potter, más vale que te levantes si no quieres que me vaya ahora mismo y te deje solo.
-¿Mione?- Harry terminó de despertar y la miró boquiabierto, estaba realmente linda con un vestido
corto y floreado y su pelo liso como nunca. -¿Qué diablos haces aquí?
-¿No es obvio? ¡Es tu cumpleaños bobo!
- Es mi... ¡Es mi cumpleaños! Lo había olvidado.
- Si, ya veo. Ven, te hice tarta. - Cuando terminó de pronunciar esas palabras los ojos de Harry brillaban.
- Mione eres la mejor, te adoro
-Si, si, ya lo sé. Vamos, ¿quieres?
- Ya voy, ya voy
Harry se duchó y se cambió, para luego ir a comer la tarta que le había preparado su... mejor amiga. No
sabía por qué, pero le incomodaba llamarla así. Pero siempre había sido sólo eso ¿verdad? Cuando estaba
recién separado, ella se quedó en su departamento y lo consoló durante días, ambos ya sabían convivir
perfectamente y lo sabían todo del otro, ya sea cómo quiere su café hasta que ropa usa en cada ocasión.
Ella es como una hermana o una madre para él. O eso creía.
-Granger, esto huele realmente delicioso. ¿Y si vienes a vivir aquí? Te pagaría por cocinarme.
-Sabes que odio cocinar. Hoy es una ocasión especial.
Y sobre lo otro... No estaría mal compartir los gastos, este departamento es muy grande para ti y podría tener mi propia habitación y una cuando vengan los
niños...
-Por mi no hay problema, me encantaría. Luego piénsalo, ahora quiero probar esto, voy a buscar
platos.
Hermione en su interior dió un salto de emoción; ¿vivir juntos? Sería genial, y no sólo por los gastos sino
porque de verdad se la pasaban en la casa del otro todo el tiempo, sería más cómodo, y divertido. Hasta tal vez podrían enamor... No, eso no pasaría. Harry nunca la vería más que como su mejor amiga, y ambos lo sabían.
La mañana pasó tranquila, fueron a almorzar a un lugar muggle de comidas rápidas que Hermione
conocía y Harry sentenció que irían allí más seguido.
Luego fueron al centro comercial a hacer unas compras, y a visitar a James, Albus y Lily. Vivian con
Ginny y su esposo John, aunque a veces iban al departamento de Harry a pasar los fines de semana.
Estos tenían un trato cordial, sin resentimientos luego de su separación. Pasaron la tarde allí, y luego volvieron al departamento del azabache.
-Harry, iré a buscar algo a mi casa, ¿te molesta si traigo una maleta y duermo aquí hoy? Ron y Hellen están
cuidando a los niños, y realmente no me apetece dormir con ellos allí.
-Por supuesto que no, Mione. Trae lo que quieras, e iremos viendo como organizar tu dormitorio para que
te quedes aquí.
-Tú cámbiate elegante, te llevaré a un restaurante que te encantará.
Hermione apareció en su casa, saludó a Ron y su esposa, a Rose y Hugo, y les dijo que podían quedarse ya que ella dormiría en casa de Harry. Hellen le dedicó una mirada pícara, se llevaba bien con ella y eran casi amigas, y tanto ella como Ron sabían de sus "confusiones" con respecto a Harry. Ella se sonrojó, hizo una maleta, se duchó, cambió y despidió de todos.
Apareció directamente en la habitación donde dormiría, quería sorprender a Harry. Desde allí escuchó una guitarra, y a su amigo cantando una canción peculiar...

Well, I found a girl... Beautiful and sweet...
Bueno, encontré una chica... Hermosa y dulce...
I never knew you were the someone waiting for me...
Nunca supe que tú eras ese "alguien" esperando por mi...
'Cause we were just kids when we fell in love...
Porque éramos sólo unos niños cuando nos enamoramos...
Not knowing what it was...
Sin saber lo que era...
I will not give you up this time...
Esta vez no renunciaré a ti...
Harry se sobresaltó cuando vio aparecer de la nada a Hermione en su sala. Estaba realmente preciosa,
llevaba el cabello recogido, una leve capa de maquillaje y un vestido rojo que le sentaba muy, muy bien. Cuando la miró a la cara, vió que lo miraba con la misma sorpresa que él a ella.
- Mione yo...
- Esa canción es hermosa Harry, no sabía que supieras tocar la guitarra. No pares por favor.
- Es que... No se suponía que me escucharas tocando
- ¿Por qué?
- Bueno... Esa canción la aprendí para alguien muy especial para mi... - Hermione se dió cuenta al
instante, ¿cómo podía haber sido tan tonta?
- Lo siento mucho Harry, sé que Ginny debería estar aquí y no yo, sé que aún la amas y yo... Lo siento. -
Ella se dió la vuelta y fue a su dormitorio, se estaba quitando las hebillas del cabello cuando sintió unas manos atrás suyo que la ayudaban.
- Te quedaba muy bien el peinado, pero prefiero tu cabello suelto. Sabes, esa canción no es para Ginevra.
Supongo que ya la superé hace tiempo, pero no lo hubiera hecho sin tu ayuda, y lo agradezco mucho.
¿Sabes para quién era la canción realmente? Para una castaña que tiene los ojos más bonitos que
jamás haya visto, unas pecas preciosas y una mente extraordinaria. La que siempre me acompañó, me
consoló y estuvo conmigo cuando la necesité. La que tardé en descubrir, pero que no me arrepiento ni me
avergüenzo en decir que... Me enamoré de ella, de sus regaños, aunque me haga despertar temprano, porque me cuida como una madre, me quiere como una hermana, fue siempre mi amiga, y lo siento, pero eso ya no es suficiente.
-Harry yo...
- Mione déjame hablar por una vez en la vida, déjame decirte que... quiero estar contigo ¿si? Y no como
mi mejor amiga, sino como mi novia. Porque te amo como nunca pensé que lo haría, y sí quiero que vivas
conmigo, pero no por el dinero o la comodidad. Porque quiero vivir contigo. Con toda tú. Quiero ser
lo primero que vea cuando me despierto, y lo último
cuando me duerma, y... - Unos labios atrapando los suyos no lo dejaron seguir. ¿Realmente esto estaba
pasando? Harry nunca pensó que besar a su mejor amiga por años se sentiría tan bien. Y le gustaba, no, le
encantaba. La tomó de la cintura, se separó de ella y la abrazó con fuerza.
-Harry... yo también te amo.
-Pensé que nunca lo dirías.
Así terminó uno de los mejores, sino el mejor, cumpleaños de Harry. Luego pensarían en los demás, pero ahora eran felices.