Especial navidad [parte 5]

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—Oye... Antes, cuando te has quedado a solas con tu madre... ¿qué ha pasado? Al volver estabas algo extraño...— Preguntó Kirishima.

Al oír esas palabras, la mente de Bakugō se trasladó por unos instantes al momento determinado.

Flashback:

Gracias por la oferta, Eijirō. Pero tengo algo de lo que hablar con Katsuki, ¿podrías prestármelo al menos 10 minutos?

—Bueno... Está bien. Pero no sea muy dura con él, en el fondo es un buen chico— Respondió abandonando el lugar y yendo en busca del salón en el que podrá hablar un rato con el padre del rubio.

—Con que un buen chico, ¿eh?— Recalcó la mujer con una pequeña risita, una vez el pelirrojo había dejado la sala.

—Cállate bruja— Respondió Bakugō molesto por su comentario. —¿Qué querías de mi?

—Bueno, no es nada en especial. Solo quería que hablásemos un poco sobre Eijirō. Es evidente que os lleváis muy bien.

—Tch... Será tu imaginación. Kirishima y yo solo somos compañeros de clase.

—¿De veras? Normalmente cuando uno invita a alguien de su edad a su casa es porque o tiene que hacer un trabajo con esa persona, o porque como mínimo son amigos. ¿Cuál es tu razón?

—¿Mi razón? Él solo se autoinvitó cuando se enteró de que pensaba huir de casa. Dijo que me enseñaría lo que significa de verdad la navidad.

—Aww, Eijirō es un chico tan mono. En cambio tú eres idiota— Dijo dándole una colleja.

—Vieja bruja...

—¿Te has atrevido a llamarme vieja? ¿Acaso no conoces a tu propia madre?

Mitsuki cogió uno de los utensilios de cocina que estaba usando y empezó a zarandearlo amenazantemente.

—Ahora dime, ¿por qué querías huir?

—¿Que por qué? Las navidades son un asco, te pasas el día diciendo: Katsuki, haz esto; Katsuki, haz aquello... Pero todo lo que me mandas haces es inútil y ridículo. ¿Para qué quieres que monte un árbol si no hacemos regalos? ¿Para qué quieres hacer una cena especial si luego actuamos como cualquier otro día? ¿Para qué quieres que me ponga un gorro de alguien que no es real? Todo es ridículo.

—Katsuki...— Dijo la mujer sorprendida por su respuesta. —Sabía que odiabas la navidad, pero creía que sucedió por culpa de que descubriste la verdad sobre Papá Noel...

—Kirishima será el que determine si esta será mi última navidad o no.

—Eijirō es un buen chico. La verdad, me sorprendió que lo trajeras a casa. Aunque digas que no es tu amigo, si le has dejado venir hasta aquí es porque de alguna forma ha conseguido llegar a tu corazón. ¿Sabes? Antes de que vinieses a comprobar si le estaba diciendo cosas raras sobe ti, Eijirō me estuvo contando muchas cosas. Te tiene un gran aprecio lo creas o no.

—Tch... ¿Por qué no dejas de insistir en eso? Eres una bruja pesada.

—Me estaba preguntando... Dices que Kirishima no es tu amigo, pero aún así has accedido a dejarlo venir a casa; confías en él para que te enseñe una verdadera navidad y encima se os ve genial juntos... ¿Significa que...?

La cara de Bakugō se volvió toda roja. Sabía a dónde quería llegar su madre.

—Maldita bruja... ¡Deja de insinuar cosas extrañas! ¿Gustarme Kirishima? Es lo más ridículo que he oído en la vida...— Dijo con nerviosismo.

El héroe y el hombre de piedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora